El 30 %
de la madera que se comercializa en el mundo "es de origen
ilegal", un negocio que en 2016 movió entre 50.700 y 152.000
millones de dólares estadounidenses, frente a los 100.000 millones
de 2014, ha denunciado hoy la organización ecologista Greenpeace, un
día antes de tercer aniversario de la entrada en vigor del
Reglamento europeo de la madera (el European Union Timber Regulation,
EUTR).
El responsable de
la campaña de Bosques de Greepeace, Miguel Ángel Soto, ha explicado
a Efeverde que España “importa desde Brasil madera ilegal para
suelos, exteriores, jardines, piscinas, entre otras actividades, lo
que significa un fraude” ya que “no tiene el certificado IPS”,
es decir, de madera de cultivo sostenible.
Brasil, Camerún,
República Democrática del Congo
Pero también se
importa madera ilegal desde Camerún, República Democrática del
Congo, ha dicho Soto, la misma que entra por los puertos de Valencia,
Galicia o Algeciras, entre otros, y ha añadido que, sin embargo, en
las diferentes comunidades autónomas no hay control de ese mercado.
Ha habido un solo
caso de política correctora tomada por la Generalitat de Catalunya
que ha “multado a una empresa por la importación de teka ilegal
desde Birmania”.
Informe de
Greenpeace
Según un informe
hecho público hoy por Greenpeace, en España “sale barato”
comerciar con madera sospechosa de origen ilegal ya que las
administraciones públicas españolas han mostrado “una absoluta
desidia” a la hora de aplicar el EUTR, lo que ha contribuido a que
“la impunidad” campe en el sector de los importadores de madera o
de productos forestales.
El EUTR, aprobado
en 2010 y cuya entrada en vigor fue el 3 de marzo de 2013, es una
norma de obligado cumplimiento para todos los países miembros de la
Unión Europea, y contribuye a evitar amenazas a las poblaciones
indígenas que son desplazas de sus hábitats, la degradación de los
bosques, la pérdida de biodiversidad y el agravamiento del cambio
climático.
Ausencia de
autoridades responsables
El problema en
España “es que a pesar de que existe la legislación al respecto,
muchas de las comunidades autónomas no han nombrado una autoridad
responsable” que controle la entrada de madera talada de forma
ilegal.
La norma europea
establece la obligación por parte de las empresas comercializadoras
de productos forestales de evitar la entrada de madera procedente de
talas ilegales.
Es una situación
“desmoralizante”, según el responsable de Greenpeace, ya que a
pesar de la entrada del EUTR, en España, además, entra madera
ilegal de “forma transformada”, es decir, por medio de muebles,
objetos de madera, productos que “provienen principalmente del
mercado asiático” y que llegan vía China.
Esos productos se
fabrican en territorios donde hay “falta de gobernanza, impunidad y
altas tasas de corrupción”, ha aseverado Soto, en “países como
Congo, algunos latinoamericanos y del sureste asiático”.
Responsabilidad
de todos
El mercado ilegal
de madera “es una realidad reconocida por organismos
internacionales como la ONU o el Banco Mundial”, y que junto al
“tráfico de droga, de armas y de personas, generan mercados negros
que no pagan impuestos”.
Ademas, generan
más pobreza ya que los fondos para el “aprovechamiento a futuro de
la economía de esos países, se ven mermados” por ese mercado
ilegal, ha aseverado Soto, que en solo en 2016 movió entre 50.700 y
152.000 millones de dólares estadounidenses (entre 41.000 y 123.000
millones de euros), frente a los 30.000 y 100.000 millones de dólares
(24.000 y 81.000 millones de euros) estimados en 2014.
Soto ha asegurado
que “el panorama es desolador” porque minimiza el problema. Es
una situación en la que si hubiese “control legal”, se haría
“responsable a todo el mundo, tanto a los que compran en los
mercados ilegales como a los que consumen”.
Fuente:
El 30 % de la madera que se consume en el mundo es de origen ilegal, según Greenpeace, 02/03/18, EFEverde. Consultado 03/03/18.
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