Los caminos lucen
prácticamente abandonados, con zonas de difícil acceso y no hay
atención en las oficinas de información en dos de los accesos a la
reserva.
por Guillermo
Lehmann
Río Ceballos. El
dique La Quebrada volvió a convertirse en punto de convocatoria
turística en Sierras Chicas. A escasa distancia de la Capital
provincial, es un rincón muy atractivo durante el verano en la zona
más poblada de la provincia.
La escasez de
agua en los arroyos de la región, que en otras circunstancias son
los más convocantes, favorece la llegada de más visitantes este
verano al pequeño embalse de Río Ceballos, en donde se puede
encontrar agua y sombra en diferentes rincones, así como la
posibilidad de practicar deportes náuticos sin motor, como canotaje,
vela y natación. También hay dos paradores instalados en el área
que amplían la oferta de actividades recreativas.
Además, se
observa a diario a mucha gente haciendo gimnasia, senderismo o
ciclismo en contacto con la naturaleza. La caminata de poco más de
una hora hasta las tres cascadas (Los Hornillos, Los Guindos y Tres
Cóndores) es una atracción en sí misma. Sin embargo, hay
deficiencias en el registro y en el control de la zona, aunque se
trate de un área de 4.200 hectáreas declarada reserva natural e
hídrica provincial.
El impacto de la
cantidad de visitantes se refleja en los miles de kilos de basura que
se acumulan en todo el perilago: al descuido de los asistentes se
suma la falta de infraestructura asociada con la higiene. En ninguna
de las márgenes del embalse hay cestos de residuos. Tampoco parece
suficiente la presencia y vigilancia de guardaparques o guardavidas
para controlar que no haya abusos o que no se pongan en riesgo las
vidas de quienes nadan en zonas no habilitadas.
Los caminos lucen
prácticamente abandonados, con zonas de difícil acceso y no hay
atención en las oficinas de información en dos de los accesos a la
reserva.
Ante esta
situación, el fin de semana un grupo de habitantes se autoconvocó
para realizar una jornada de limpieza en varios sectores.
Micael González,
vecino de barrio Colanchanga, opinó: “El abandono en ese sector es
indignante. Con esta movida queremos hacer notar a las autoridades
que deben tener en cuenta esta zona”. “Viene mucha gente todos
los días, más en temporada, pero no hay ninguna clase de control ni
cuidado. Ojalá que sirvan para que reaccionen”, añadió.
Gisella Carreras,
vecina del barrio La Quebrada, apuntó que “la Provincia y los
municipios cuentan con recursos que podrían ser invertidos en este
lugar que es tan lindo y buscado por los cordobeses”.
Ante la
repercusión de la convocatoria, se sumaron a la iniciativa la
Municipalidad de Río Ceballos y la Secretaría de Ambiente de la
Provincia, a través del aporte de vehículos, guantes, bolsas y
otros recursos.
Reacción oficial
Diego Suárez,
director General de Conservación de la Biodiversidad y Recursos
Naturales de la Secretaría de Ambiente de la Provincia, presente en
el lugar, admitió: “Reconocemos un estado de abandono en muchas
reservas provinciales, y a partir de estos diagnósticos planteamos
cambios con un plan de fortalecimiento”. “Específicamente en La
Quebrada, el año pasado firmamos con todos los municipios de Sierras
Chicas un acuerdo socioambiental para reactivar y actualizar viejas
normativas y permitir la participación comunitaria y de
instituciones intermedias”, añadió. El funcionario completó: “En
este caso, vamos a trabajar en la mejora de la infraestructura y
condiciones de trabajo del cuerpo de guardaparques, y coordinar el
funcionamiento con el área de Recursos Hídricos”.
Fuente:
Guillermo Lehmann, Dique La Quebrada, una opción en Sierras Chicas que luce descuidada, 23/01/18, La Voz del Interior.
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