En 2017, Dique
Chico logró a fuerza del reclamo de sus vecinos una ordenanza que
limita la aplicación de agrotóxicos. Un reclamo similar comenzó
recientemente en Canals.
por Gabriela
Yalangozian
En materia
ambiental, el año 2017 dejó varios frentes abiertos. Desde la lucha
de nuevos pueblos que exigen ser libres de agroquímicos, pasando por
los vecinos que esperan por meses la resolución de la Justicia como
es el caso de los vecinos de la planta de bioetanol Porta Hnos. o del
colectivo Santa María sin Basura que resisten la instalación del
megabasural de Cormecor.
Pero también
hubo importantes avances. La confirmación de la sentencia en el
primer juicio contra los agrotóxicos por parte de la Corte Suprema
de Justicia fue sin dudas uno de ellos. Eso más allá de que las
madres de barrio Ituzaingó Anexo siguen aguardando que se fije fecha
para el juicio de la causa “madre” a 15 años de su denuncia.
Cabe destacar
además la lucha de la Asamblea en Defensa del Ambiente que, a fuerza
de visibilizar su postura y movilizándose en toda la provincia,
logró frenar el polémico proyecto de Ley de Bosques Nativos, el
cual finalmente fue archivado por no haber sido tratado durante el
año.
Los desafíos son
muchos y así lo describió Medardo Ávila Vázquez, coordinador de
la Red de Médicos de Pueblos Fumigados y miembro de la Red
Universitaria de Ambiente y Salud, a La Nueva Mañana.
“En lo que
respecta a la agricultura tóxica en Córdoba, no hubo muchos cambios
durante el 2017. Las leyes siguen siendo sin considerar el tema de
los efectos de los agroquímicos en la salud y su impacto en la
biodiversidad, la flora y la fauna”, reflexionó Ávila Vázquez.
En ese sentido,
destacó por otro lado que cada vez se utilizan más agroquímicos y
en mayores volúmenes. “En los últimos años, comparando la
temporada 2015-2016, con la 2014-2015, aumentó un 17 por ciento la
cantidad de agroquímicos que se usa en Córdoba y en el país. O sea
que la dosis con la cual está expuesta nuestra población, se ve
aumentada entre un 10 a 15 por ciento año a año. Esto no cambia y
tampoco lo hacen los datos sobre el impacto que ellos tienen en la
salud, en cuanto a índices de mortalidad por cáncer, las
malformaciones, el hipotiroidismo o el asma; que se dan en forma
generalizada en los pueblos donde se usa masivamente agrotóxicos”,
evaluó.
La situación
sigue siendo grave, pero crece la conciencia
Aun así, afirmó
que la situación sigue siendo grave, lo que ha mejorado es que
muchos más pueblos que han dictado sus normativas para ponerle un
freno a las fumigaciones.
“Ya tenemos más
de 400 pueblos en Argentina y hay cerca de 90 pueblos en Córdoba que
han dictado sus ordenanzas, la mayoría de ellos a instancia de los
vecinos, que se organizaron y reclamaron a las autoridades. Pero
también, por las mismas autoridades que antes de que los vecinos los
insten a dictar normativas de protección, por voluntad propia lo han
hecho ellos. Nos hemos encontrado con muchos pueblos que ya tenían
ordenanzas que prohibían fumigar o entrar con los mosquitos o tener
depósitos de agrotóxicos en su ejido. Lo bueno es que crece la
conciencia, crecen los reclamos y las soluciones a nivel local: como
ocurrió con Dique Chico recientemente o la disputa que está muy
intensamente instalada en Canals, en el sur de Córdoba”, precisó
Ávila Vázquez.
Dique Chico y
Canals
Tras más de un
año de reclamos de los vecinos de Dique Chico por las fumigaciones,
el jefe comunal firmó meses atrás la prohibición de aplicar
agrotóxicos a menos de 1.000 metros del casco urbano. La resolución
comunal 242/17, que ya está vigente, crea en la localidad ubicada a
50 kilómetros de Córdoba “una zona de resguardo ambiental”, en
la que está prohibido fumigar.
Así, Dique Chico
se sumó a las localidades de la zona que prohíben las fumigaciones;
Anisacate, por caso, lleva una década como pueblo “libre de
agroquímicos”, mientras que Alta Gracia sancionó una ordenanza
similar en 2012.
Otro escenario se
vive en Canals, donde la lucha recién comienza. La localidad está
ubicada a 64 kilómetros de Monte Maíz, donde un estudio realizado
en 2014 por miembros de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
determinó que el cáncer era la principal causa de muerte.
Los habitantes de
Canals se pusieron de pie para luchar y denunciaron que entre los
productores que fumigan se encuentra el intendente Carlos Peiretti.
Un grupo de médicos envió una carta a las autoridades municipales
para reclamar, pero la respuesta del secretario de Gobierno fue que
“Canals es un pueblo agrícola con glifosato y que no van a
cambiar”.
El desmonte y la
Ley de Bosques
Entre otra de las
problemáticas ambientales que movilizaron a los cordobeses este año,
Ávila Vázquez mencionó que no se logró detener el avance del
desmonte.
“Lamentablemente
entre los incendios provocados y los desmontes clandestinos, Córdoba
sigue perdiendo miles de hectáreas de monte, bosques nativos, y
arbustales, que son necesarios para la biodiversidad y nuestro
ambiente. Si bien la movilización popular pudo detener la reforma de
la ley de Bosques e instalar la temática en la sociedad, se sigue
desmontando en forma ilegal. Lo peor es que, aun cuando la Patrulla
Ambiental actúa, lamentablemente no hay reparación de esas zonas
desmontadas. Nos gustaría que hubiera una ley que hiciera que donde
se desmontó ilegalmente, no se pueda cultivar, sino que se obligue a
reforestar esos lugares y exigir a los propietarios que cumplan con
esa normativa”, manifestó el coordinador de la Red de Pueblos
Fumigados.
Cabe destacar
que, al cierre de esta edición, la Asamblea en Defensa del Ambiente
de Córdoba convocó a una jornada para festejar que la Ley de
Bosques pasó a archivo por falta de tratamiento. Y abren el desafío
para que el año próximo pueda darse un proceso participativo que
actualice el mapa de ordenamiento territorial de bosques nativos de
nuestra provincia.
A la espera de la
Justicia
Quedará para el
año 2018 que la Justicia resuelva sobre tres temáticas ambientales
de mucha repercusión este año.
Uno de ellos será
que se establezca fecha para el juicio contra las fumigaciones de la
llamada “causa madre” en barrio Ituzaingó Anexo. Se trata de un
proceso judicial donde hay nueve imputados, dos de ellos ya
condenados en el primer juicio realizado hace cinco años. Aquel que
emitió un fallo inédito e histórico donde determinó que fumigar
con agrotóxicos es delito y que este año la Corte Suprema de la
Nación ratificó.
“Pasaron 15
años y seguimos insistiendo”, señaló Vita Ayllón una de las
impulsoras de la Marcha de los Barbijos que se realiza todos los
meses en Plaza San Martín.
“Termina el año
sin novedades de la causa madre, y vemos que cada vez se hace más
difícil. Pero nuestra lucha seguirá concientizando a los cordobeses
de que sus vidas están en riesgo. Creo igual que hemos avanzado
mucho en este tema ya que se sumaron muchos profesores, alumnos y
algunos médicos que están investigando sobre los efectos de los
agrotóxicos en las personas. Además, seguimos trabajando para
presentar un proyecto de ley para los afectados ambientales, para que
tengan atención médica”, comentó Ayllón.
La planta de
bioetanol de Porta
Otros vecinos que
esperan resolución de la justicia son los de barrios San Antonio e
Inaudi, quienes esperan un fallo del juez Miguel Hugo Vaca Narvaja a
18 meses de haber presentado el amparo contra la planta de etanol de
Porta Hnos.
Entre los
principales puntos que reclaman figuran la inmediata erradicación de
la planta manteniendo las fuentes de trabajo, remediación ambiental
y reparación para los afectados.
“El 60% de los
vecinos de zona sur estamos enfermos. Empieza con enfermedad
respiratoria o digestiva y derivan en cáncer. El último año el 28 %
de los nacidos tuvieron malformaciones, mientras que la tasa de
Córdoba es del 1.5 %”, apuntaron.
El reclamo se
exacerbó luego de la explosión en una empresa de la firma Porta
Hnos. ocurrida el día 15 de noviembre en la Localidad El Manso,
Santiago del Estero, donde falleció un trabajador: Pablo Miranda, de
26 años.
Cormecor, con
cautelar
Por último,
quienes también buscan resolución en la Justicia son los vecinos
del colectivo Santa María sin Basura.
A principios de
este mes debían comenzar los peritajes en la zona donde quiere
colocarse el megabasural del Cormecor. Sin embargo, el proceso se
suspendió por la unificación de la causa civil de Antonio Caparroz
con los amparos ambientales presentados por los vecinos de Villa
Parque Santa Ana, su intendente y la familia Gremo de Alto El
Durazno.
“Se cumple un
año de vigencia de la medida cautelar dispuesta por el Tribunal
Superior de Justicia en contra de Cormecor S.A. por las
irregularidades en el proceso de otorgamiento de la licencia
ambiental y, lejos de resolverse, la causa judicial continúa sumando
complejidades”, explicaron los vecinos.
Fuente:
Gabriela Yalangozian, Más de 90 pueblos cordobeses ya pusieron freno a las fumigaciones, 26/12/17, La Nueva Mañana. Consultado 27/12/17.
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