Invertirán 18
millones de pesos para sistematizar canales a través de la Comunidad
Regional en la localidad del departamento San Justo sufrió en 2012
los efectos del temporal.
por Miguel Perín
A fines de 2012,
Freyre sufrió una grave inundación provocada por la caída de 480
milímetros en menos de una semana. Ante semejante precipitación
debieron ser evacuadas 200 personas, que fueron alojadas en distintas
entidades de la comunidad. Ese evento climatológico fue el primer
llamado de atención respecto a las falencias del sistema de canales
para la circulación de las aguas en la llanura cordobesa.
Fue el anticipo
de la catástrofe de Sierras Chicas y los padecimientos de los
pobladores del sudeste y sur del territorio cordobés que aún
continúan. La confluencia de factores como lluvias muy abundantes en
un lapso de tiempo muy corto y falencias en las obras que permitieran
la evacuación de ese volumen de agua, ocasionaron una grave
inundación que demandó la presencia de las autoridades provinciales
y nacionales para atender a los damnificados por este hecho.
En aquella
oportunidad, el gobernador José Manuel de la Sota arribó al lugar
con una delegación de funcionarios y medios de comunicación que se
abocaron a relatar lo que luego sería una historia repetida: pueblos
y ciudades anegadas, daños en la producción primaria e
infraestructura urbana y vial, problemas de salubridad y el reclamo
por obras no realizadas.
Pedido de obras
En febrero de
2014, la Municipalidad de Freyre declaró el estado de alerta por la
situación derivada por las abundantes lluvias caídas en la región.
En aquel momento,
el intendente Rubén Morero se reunió con el ministro de Agua,
Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López, para ponerlo al tanto
de la situación y reclamarle la realización de obras de
canalización que permitieran evacuar las aguas provenientes de los
campos del centro y norte del departamento San Justo.
El planteo
apuntaba a un redimensionamiento de la red de cloacas y la apertura
de canales perimetrales, particularmente en la zona oeste.
Para tomar
dimensión del problema en ese momento, desde octubre de 2013 a
febrero de 2014, cayeron en Freyre alrededor de 1.200 mm,
concentrándose en el segundo mes del año precipitaciones de más de
300 milímetros.
Para remediar la
situación
A mediados de
2015, el intendente electo, Augusto Pastore, encaró el desarrollo
del Plan Director de Desagües. La tarea fue encomendada a un equipo
técnico especializado y el objetivo buscado fue resolver los
problemas en el desagote de las aguas pluviales en la jurisdicción
municipal.
Más adelante se
presentó un proyecto ante el Ministerio de Agua, Ambiente y
Servicios Públicos para la realización de obras en el sector oeste
de la localidad, a través de la Comunidad Regional del Departamento
San Justo.
El proceso de
licitación está en marcha y una vez cumplidos los trámites
administrativos y de asignación de los recursos, la empresa
seleccionada iniciará los trabajos que tienen un plazo de ejecución
de un año.
La
infraestructura como política inclusiva
La concreción de
las obras tiene una relevancia fundamental para lograr el desarrollo
equilibrado de la localidad. En tal sentido, el intendente Pastore
afirmó: “la inclusión no es solo dar cultura, espectáculos,
alimentación o educación. La inclusión en materia de
infraestructura es fundamental. Hay un sector que estuvo postergado,
al que no llegaban las obras de infraestructura y que obviamente era
un sector que estaba excluido”.
El sector
beneficiado por la obra licitada padeció sucesivas inundaciones, en
2012, 2014 y 2017. Con recursos municipales se realizó un canal
perimetral de protección y conductos subsidiarios que orientan la
salida de las aguas hacia el norte.
“Es una obra
muy importante porque se ha dividido el oeste en 9 subcuencas. Cada
una lleva un canal periurbano, que contribuyen a que esa zona, que
era un plato sopero, pueda evacuar los excedentes hídricos”,
indicó Pastore, satisfecho por el logro que demandó más de dos
años de gestiones.
“Una vez que
esta obra de desagües se ejecute completamente, sin dudas que va a
haber un antes y un después en el desarrollo de ese sector, que no
solo le va a permitir crecer de manera ordenada, sino que no van a
sufrir las consecuencias de las inundaciones y van a recuperar la
autoestima”, destacó el jefe comunal.
Un llamado de
atención
Si bien las
inundaciones se producían periódicamente en distintos puntos de la
provincia, hay algunos hechos que se transformaron en hitos, marcando
el destino de los pueblos y las acciones de un gobierno. La inusitada
cantidad de agua caída en Freyre fue una luz de alarma que fue
atendida a medias desde la gestión del Estado provincial.
Desde ese momento
se empezó a hablar de los consorcios canaleros, creados por ley un
par de años antes y que no terminaban de constituirse.
Salvo situaciones
muy puntuales, parecía que no se terminaba de comprender la magnitud
de lo que se avecinaba. La inundación de Villa María y el desastre
de
Sierras Chicas
provocaron que la provincia sintiera que realmente naufragaba en
medio de los temporales de lluvias.
Fue recién ahí
que impulsaron obras de canalización y se empezó a gestionar el
acuerdo con la provincia de Santa Fe sobre el manejo de las cuencas y
la derivación de los excedentes hídricos. Pero esto último, vale
remarcarlo, fue un hecho que se esperaba desde los inicios de la
década del ’80. Y los resultados de esa instancia de diálogo aún
no se materializaron plenamente, como sucede con la problemática de
la cuenca de la Laguna La Picasa y el persistente anegamiento en los
departamentos del sur y sureste de Córdoba.
Recién en los
dos últimos años se intensificó el tratamiento de cuestiones como
la protección del patrimonio ambiental, el cambio del sistema de
producción agrícola y la utilización de sistemas de regulación en
las distintas cuencas hídricas de la provincia para prevenir las
inundaciones.
Nunca es tarde
para hacer lo que corresponde, pero la tardanza tiene un costo que a
veces es difícil de justificar.
Fuente:
Miguel Perín, A cinco años de la inundación, licitaron obras hídricas para Freyre, 29/11/17, La Nueva Mañana. Consultado 01/12/17.
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