El relevamiento
arroja resultados muy pobres en materia de recolección diferenciada.
La mayor parte se entierra. Hay localidades que continúan quemando
todos los residuos en basurales a cielo abierto. Los principales
avances se dan en poblaciones medianas.
Capital
Aunque la
Municipalidad de Córdoba señala que hay recolección diferenciada
en 190 de los 400 barrios, en la realidad es como si no lo hubiera.
Por falencias del sistema y escasa adhesión de los vecinos, un
insignificante 0,5 por ciento de las 744 mil toneladas recolectadas
en 2016 fueron en forma separada por esta vía. Aun así, con ese muy
bajo volumen, unas 200 familias viven del reciclado.
Río Cuarto
Cero recolección
diferenciada en la segunda ciudad de la provincia. El municipio
empezó este año a instalar contenedores para desechos reciclables
en plazas. Pero es muy poco lo que se reúne en relación con el
volumen total. La basura va a un enterramiento precario, donde
tampoco nada se separa.
Villa María
Desde hace varios
años, hay recolección diferenciada en 16 de los 40 barrios. La
adhesión es dispar en los sectores donde se presta. En promedio, se
recolectan 2.300 kilos por día de reciclables, lo que representa un
volumen muy bajo respecto del global. Los residuos van a un
enterramiento municipal, que tenía una planta de separación que
ahora está en refacción.
Carlos Paz
Nada de
diferenciación. Todo lo que se recolecta va mezclado al vetusto
basural municipal a cielo abierto, donde tampoco se separa. Está en
marcha, con financiación nacional, una nueva planta para un adecuado
tratamiento de los residuos, que incluiría un proceso de recolección
domiciliaria por tipo, que se aplicaría desde fines de 2018.
San Francisco
Cero separación
en origen. La empresa recolectora descarga todo, sin diferenciación,
en un muy precario basural municipal.
Alta Gracia
Se recolecta sin
diferenciación. Todo va a parar al predio de enterramiento de la
Capital, cerca de Bouwer. Hay algunas experiencias de ONG que separan
por su cuenta, pero en un volumen muy bajo.
Río Tercero
Cero recolección
diferenciada: todo termina mezclado en el basural municipal, sin
tratamiento alguno. Hay dos experiencias independientes de
separación: un privado con apoyo municipal recolecta con cestos
puestos en diferentes barrios unos 1.200 kilos de envases plásticos
por mes, y una ONG local recupera unas siete toneladas de papel y de
cartón por mes, por su cuenta.
Bell Ville
Sin separación
alguna. Todo llega mezclado al basural donde algunas familias
clasifican algo. Hay una planta de separación, pero no funciona. El
municipio promete iniciar en 2018 una experiencia más sustentable.
La Calera
Nada de
recolección diferenciada. Sin separar, toda la basura termina en el
predio de enterramiento que se comparte con Córdoba capital.
Jesús María
Años atrás, lo
intentó, pero no se sostuvo. Ahora, hace dos meses, el municipio
relanzó una campaña agresiva, con folletos casa por casa, y montó
un sistema por el cual cada noche durante la semana sigue pasando el
camión que recolecta los desechos húmedos, pero dos veces por
semana sumó, durante el día, otros servicios para plásticos,
vidrios, papeles y metales. Además, colocó contenedores con ese fin
en espacios públicos. La apuesta es que en varios meses la mayor
parte de la población separe en sus casas.
Villa Dolores
Tiene un sistema
desde hace varios años de recolección separada y en todos los
barrios. Según el municipio, el 60 por ciento de los vecinos
clasifica sus desechos. Según otros cálculos, no pasa del 45 por
ciento. Con cualquiera de esos números, es hoy la ciudad donde en
mayor medida funciona el sistema. El municipio tiene una planta de
tratamiento propia, donde se termina de clasificar lo reciclable
(papel, vidrio, plásticos, metales) para su venta.
Cruz del Eje
Nula
diferenciación. Los camiones municipales descargan todo en el
basural municipal a cielo abierto, sin tratamiento ni diferenciación.
Marcos Juárez
En 1994, empezó
una experiencia que se fue desvaneciendo. Este mes, el municipio la
lanzó con mucha mayor decisión, cubriendo toda la ciudad y con
amplia difusión. Los húmedos (restos de comida) son retirados los
lunes, miércoles y viernes, y en tachos que regala el municipio. Los
secos (reciclables) y peligrosos (pañales, de baño, de mascotas y
otros) van en bolsas, separados entre sí, y se recolectan los
martes, jueves y sábados. El objetivo es que en seis meses adhiera
en forma cotidiana la mitad de los vecinos. Luego, se pretende
avanzar sobre el resto. El municipio tiene una planta de
enterramiento con tratamiento en la que se hace compostaje con los
residuos orgánicos y se compactan los secos reciclables para su
venta. La idea es seguir reduciendo el porcentaje sin reutilizar que
se entierra.
Villa Allende
Sin tratamiento
diferenciado, va todo lo recolectado al predio de Piedra Blanca que
utiliza el Gran Córdoba. Hay algunos “puntos verdes” con
contenedores, pero el volumen que se separa por esa vía es mínimo.
Arroyito
Nada de
separación: el destino es un precario basural a cielo abierto. Hay
“puntos verdes” en plazas, pero la recolección de reciclables es
muy escasa respecto del total que la ciudad genera.
Deán Funes
Sin
diferenciación alguna, todo termina mezclándose en el basural,
donde tampoco hay tratamiento de ningún tipo.
Laboulaye
La basura se
destina sin separación en domicilio a un vertedero regional, donde
se concentran los residuos del departamento Roque Sáenz Peña y en
el que se hace alguna clasificación parcial. Se anuncia un proyecto
de ir hacia la recolección diferenciada.
Río Segundo
No hay separación
en domicilio ni en el cuestionado basural municipal, que carece de
todo tratamiento.
Río Ceballos
Sin clasificar,
como en las otras ciudades de Sierras Chicas, el destino es enviar
todos sus desechos al predio de Piedra Blanca, junto con los de la
Capital.
Cosquín
Cero tratamiento
diferenciado. Todo va mezclado al basural municipal a cielo abierto.
*Informe
elaborado sobre la base de datos aportados por las corresponsalías
Justiniano Posse
y La Para, dos pueblos que van más adelante
En Posse el 70 %
de los vecinos separa la basura. En La Para, el 80 %. Ambos pueblos
hacen compost y venden lo inorgánico.
Fuera de las 20
ciudades de más de 20 mil habitantes, quedan 407 municipios chicos y
pequeñas comunas que completan el mapa cordobés. Entre todos ellos
suman el 33 % de la población provincial. En la inmensa
mayoría no hay recolección diferenciada ni separación posterior de
la basura que generan. Es más, en muchos de ellos la basura se sigue
quemando sin que previamente se realice ningún otro tratamiento.
Pero algunas
experiencias se destacan y hacen punta. Entre ellas, sobresalen los
casos de Justiniano Posse (departamento Unión) y de La Para
(departamento Río Primero).
En Posse, que
cuenta con unos nueve mil habitantes, el municipio lleva años
imponiendo el hábito de la recolección separada ya desde los
domicilios. Se estima que el 70 % de los vecinos clasifica
sus residuos entre secos y húmedos. En el predio al que va la
basura, hasta lo orgánico se reutiliza como compost. El municipio
estima que por esta vía ya evita el enterramiento sin tratamiento
del 60 % de los residuos.
La Para, de
cuatro mil habitantes, muestra números similares: cerca del 80 por
ciento de los vecinos separa en origen y, según su municipio, llega
al 80 por ciento lo que se recupera entre el compostaje con lo
orgánico y la venta para reciclado de lo inorgánico.
Otras
experiencias de separación con cierta organización se desarrollan,
con diferentes grados de evolución, en localidades como Las
Varillas, Alejandro Roca, Serrano, Almafuerte, Nono, Villa Giardino,
La Falda, Porteña, Devoto, Unquillo y Corral de Bustos.
Unas 50
localidades cordobesas, con diferentes matices, desarrollan desde sus
municipios proyectos para reducir el volumen de la basura que generan
vía reciclado.
Entrada
relacionada:
Fuentes:
Una por una, qué hacen con la basura las 20 ciudades más grandes, 15/10/17, La Voz del Interior.
Justiniano Posse y La Para, dos pueblos que van más adelante, 15/10/17, La Voz del Interior.
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