Por motivos
ambientales pero también por los escasos beneficios económicos. El
99 % de los 60 mil escoceses consultados rechazaron el método que
está prohibido en Francia, Bulgaria, Gales e Irlanda.
por Roberto Andrés
El pasado 3 de
octubre el Gobierno de Escocia anunció la prohibición del fracking
petrolero en su territorio, un polémico método de extracción de
hidrocarburos que arriesga seriamente el ambiente y la salud de los
habitantes de los lugares en los que se aplica. La medida contó con
el respaldo de todos los grupos parlamentarios menos con el del
Partido Conservador
El secretario de
Energía escocés, el nacionalista Paul Wheelhouse, anunció desde el
Parlamento de Holyrood, en Edimburgo, que en el país celta la
moratoria sobre el fracking durará indefinidamente: “La decisión
que estoy anunciando hoy significa que el ’fracking’ no tiene
lugar y seguirá sin tener lugar en Escocia”. Esto un año después
de que la premier Theresa May diera el visto bueno para que en el 64
% del territorio nacional se aplique la “fractura hidráulica”
para la extracción de gas natural y petróleo.
El Comité
Auditor Ambiental del Parlamento británico concluyó que los planes
de explotación de shale gas en el Reino Unido son “incompatibles
con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 80 % de aquí
al 2050” y recalcó “las incertidumbres que existen sobre el
impacto del fracking en el suministro de agua y en la salud pública”.
La decisión se
tomó luego de que hasta el 99 % de los 60 mil escoceses consultados
rechazaran el polémico método. Las razones son principalmente
ambientales pero también se debe a los escasos beneficios
económicos.
En el Reino Unido
las primeras perforaciones de gas y petróleo de esquisto (producido
a partir de esquistos bituminosos) ocurrieron en 2011 y fueron
relacionadas con movimientos sísmicos en Blackpool, forzando una
primera moratoria nacional que fue levantada tiempo después por el
Gobierno de David Cameron. El procedimiento consiste en inyectar agua
a altas presiones para romper rocas de esquisto bajo la superficie
con el objetivo de liberar hidrocarburos que se filtran finalmente en
napas subterráneas, y ha sido prohibida o tiene moratoria en países
como Francia, Bulgaria, Gales e Irlanda.
La premier
Theresa May decidió hace un año dar un doble impulso al fracking y
a la energía nuclear, al tiempo que suprimía el hasta entonces
llamado Departamento de Energía y Cambio Climático. Una de las
primeras licencias concedidas fue precisamente a la empresa de
energía Cuadrilla en el condado de Lancashire, escenario testigo de
una gran lucha protagonizada por los grupos ecologistas locales
contra el fracking.
Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, Tras consulta popular prohíben en Escocia el fracking petrolero, 10/10/17, La Izquierda Diario. Consultado 11/10/17.
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