por Baher Kamal
ROMA, 28 sep 2017
(IPS) - La industria electrónica ya genera 41 millones de toneladas
de basura tecnológica al año, pero con el creciente número de
consumidores y la reducción de la vida útil de los dispositivos
debido a la demanda de lo más nuevo y mejor, este año los desechos
tecnológicos podrían llegar a 50 millones de toneladas.
Entre 60 y 90 por
ciento de la chatarra electrónica, cuyo valor asciende a unos 19.000
millones de dólares se comercializa o se desecha de forma ilegal, lo
que a menudo involucra a bandas criminales trasnacionales, reveló
hace unos años una investigación de ONU Medio Ambiente.
África
occidental es, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el principal destino de la basura electrónica,
mientras los países asiáticos también son receptores de millones
de toneladas de materiales tóxicos, a veces en el marco de los
llamados acuerdos de libre comercio con países occidentales.
Computadoras
viejas y teléfonos móviles, cables eléctricos, televisores,
máquinas de café, refrigeradores y radios analógicas se acumulan
en vertederos en todo el mundo, explicó ONU Medio Ambiente.
Según la
investigación de esa agencia, la basura tecnológica contiene
materiales peligrosos, que suponen riesgos para la salud humana y el
ambiente, y en especial de los países en desarrollo.
Uno de los flujos
de residuos de mayor crecimiento
Los desperdicios
electrónicos constituyen uno de los flujos de residuos de mayor
crecimiento tanto en los países ricos como en los que están en
desarrollo, coincide la Asociación Mundial para la Gestión de
Desperdicios.
Debido a la
reducción de la vida útil de las computadoras en los países ricos,
que pasó de seis años, en 1997, a solo dos, en 2005, y que la de
los celulares es aún menor a dos años, la cantidad de basura
tecnológica desechada crece año a año, añade.
“Ese es un
problema mayor en las naciones en desarrollo, pues los vacíos
legales en las actuales Directivas sobre Desperdicios de Equipos
Eléctricos y Electrónicos (WEEE) de la Comisión Europea, le
permiten exportar de los países ricos a las naciones en desarrollo”,
precisa.
“Alrededor de
70 por ciento de los WEEE terminan en destinos no informados y
principalmente desconocidos”, precisó.
Reciclar y
reutilizar es un gran desafío
Según la
Asociación Mundial para la Gestión de Desperdicios, métodos de
descarte inapropiados como la quema a cielo abierto, a menudo usado
en el sector informal en las naciones en desarrollo para recuperar
materiales valiosos, tiene un gran impacto en la salud humana y el
ambiente.
“Los productos
electrónicos aumentan de forma exponencial en número, en variedad y
en complejidad, y todos ellos incluyen materiales valiosos y
peligrosos”, explicó Keith Alverson, director del Centro
Internacional de Tecnología Ambiental.
“El desafío de
reutilizar, reciclar y eliminar adecuadamente los desperdicios
electrónicos ya es enorme, y aumentará, ya sea en hogares
particulares, el sector privado o (a escala de) países”, alertó.
“Tenemos que
pensar con cuidado e implementar soluciones para la basura
electrónica a medida que seguimos beneficiándonos cada vez más de
los bienes y servicios eletrónico”, añadió.
Negocio criminal
“Es ilegal
exportar desechos electrónicos, pero grandes redes de contrabando
clasifican la basura como productos de segunda mano y los tiran en
lugares como Ghana, India, Pakistán y Brasil”, observó Christian
Nellemann, director de la Unidad de Respuesta Rápida de Rhipto,
Centro Noruego de Análisis Global, además de autor del informe de
ONU Medio Ambiente.
La falta de
controles sobre la eliminación de desechos electrónicos es otro
vacío legal explotado por las bandas criminales, que reciben dinero
por eliminar de forma segura la basura, que luego vierten o reciclan
sin medidas de seguridad, alerta el estudio.
Riesgos para la
salud humana
Según el
informe, en el vertido ilegal de residuos en los países en
desarrollo comienzan a deslizarse de los problemas.
Los métodos
inapropiados como la quema a cielo abierto suelen ser comunes en el
sector informal para recuperar materiales valiosos, con grandes
consecuencias sobre la salud y el ambiente.
“Las emisiones
dañinas proceden del plomo de las placas de circuito o de tubos de
rayos catódicos, mercurio en pantallas de cristal líquido, cadmio,
cromo, materiales ignífugos bromados o bifenilo policlorado y la
acumulación de químicos en el suelo, el agua y los alimentos”.
La inhalación de
vapores tóxicos de reactivos como cianuro u otros ácidos de
lixiviación para extraer raros metales de la tierra, como el cobre y
el oro, también causa problemas sanitarios.
Los niños son
especialmente vulnerables a los riesgos que supone para la salud
porque sus cuerpos todavía están en desarrollo, añade el informe.
Poco reciclaje
“La clave para
resolver muchos de esos problemas, y asegurarse de no quedarnos sin
metales en las próximas décadas, es un mejor reciclaje y más
formalizado”, observó.
Según una
investigación del Panel Internacional de Recursos, el grado de
reciclaje ha sido consistentemente bajo.
Se recicla menos
de una tercera parte de unos 60 metales estudiados al final de su
vida y menos de uno por ciento de unos 34 elementos.
Eso presenta una
oportunidad valiosa de reducir la degradación ambiental, la energía
y el uso del agua, y de disminuir el impacto en la salud si se hace
bien.
“Necesitamos
atender todo el círculo, crear sistemas de reciclaje y formalizar y
subsidiar los sistemas de gestión informal”, indicó Nellemann,
uno de los autores del informe de ONU Medio Ambiente.
“También
necesitamos hacer frente a la significativa participación del crimen
organizado en la gestión de desperdicios”
Aparecen
soluciones para luchar contra el manejo ilegal y poco sostenible de
la chatarra electrónica, como recuperar metales valiosos y otros
recursos contenidos en los productos, y reducir el volumen de basura
producido, disminuir la presión sobre el ambiente, crear puestos de
trabajo y generar ingresos.
“Montañas de
desechos electrónicos crecen en el mundo, pero pueden convertirse en
un recurso vital que proteja la salud humana y garantice que la
humanidad use cada vez más los recursos cada vez más exigidos”,
añadió.
Un mundo moderno
sin productos electrónicos
Es imposible
pensar el mundo actual sin dispositivos electrónicos, indica la ONU.
De hecho, parece demasiado tarde para pensar en un contexto
hipotético de ese tipo.
Los teléfonos
inteligentes que son como un cordón umbilical al mundo digital, los
refrigeradores y los sistemas de aire acondicionado para mantener la
comida y nuestros hogares frescos, al igual que las computadoras, las
licuadoras y las consolas de juegos, los automóviles eléctricos y
los paneles solares.
“Esas
invenciones transformaron, sin duda, nuestras vidas y las mejoraron,
al permitirnos acceder a información y recursos, a la comunicación
instantánea y liberando nuestro tiempo para poder dedicarnos al
disfrute”, indicó.
Pero la ONU
precisa que no hay bien que no incluya un aspecto negativo, que en
este caso es la chatarra electrónica.
Traducido por
Verónica Firme
Fuente:
Baher Kamal, Tapados por 50 millones de toneladas de chatarra electrónica al año, 28/09/17, Inter Press Service. Consultado 30/09/17.
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