Es el primer paso
hacia la reutilización de la basura. Muy pocas ciudades la aplican.
La Capital, muy atrasada. Villa Dolores es la que más avanzó.
Largan Marcos Juárez y Jesús María.
por Fernando
Colautti
Hace rato que se
asume en el mundo más evolucionado -y en los discursos en
Argentina- que la recolección diferenciada de residuos desde los
domicilios es un paso clave para reducir el complejo problema del
destino final de la basura.
Córdoba, sin
embargo, está muy lejos de mostrar avances en esa línea: hoy, esa
modalidad se aplica, cuanto mucho, para los residuos generados por no
más del cinco por ciento de la población provincial.
Sólo con
separación en origen es posible clasificar luego los residuos con la
eficiencia suficiente para la reutilización o reciclado de una
parte, y de ese modo, tener que disponer en enterramientos sanitarios
una proporción menor.
Se estima que los
3,5 millones de cordobeses generamos, por día, al menos 4,5 millones
de kilos de desechos domiciliarios. Una aún insignificante
proporción es reutilizada. Eso explica la razón principal por la
que pululan y colapsan los basurales a cielo abierto y los
enterramientos precarios por casi todo el territorio provincial.
Si se separaran
para reciclar los desechos secos como vidrios, papeles, cartones,
metales y plásticos, el volumen final se reduciría en alrededor del
30 por ciento.
Si, además, se
usaran los residuos húmedos aptos para compostaje, la cifra treparía
a entre el 50 y 60 por ciento.
La basura es uno
de los mayores pasivos ambientales a los que esta provincia, como
gran parte del país, aún no ha sabido encontrarle la vuelta.
Más datos
Un relevamiento
de este diario sobre los 20 principales centros urbanos de la
provincia, donde viven casi siete de cada 10 cordobeses, evidencia
que actualmente sólo en la mitad de Villa Dolores y en un tercio de
Villa María hay recolección diferenciada domiciliaria.
La Capital -que
genera casi la mitad de la basura de toda la provincia- se suma al
listado de las que cuentan con recolección diferenciada, pero con un
aporte mínimo, por la escasa eficiencia y regularidad de su sistema,
al que adhieren en la práctica muy pocos vecinos.
Entre las tres,
puede que los camiones recolecten por separado en forma cotidiana lo
generado por unos 100 mil habitantes. Eso representa apenas el 4,5
por ciento de los 2,2 millones de vecinos que habitan esas 20
ciudades mayores.
Dos novedades
alentadoras aportan, por estos días, los municipios de Jesús María
y Marcos Juárez, que han puesto en marcha sistemas de recolección
diferenciada en todos sus barrios.
Lograr que todos
los vecinos adhieran en la práctica cotidiana les llevará algunos
años, si saben persistir en el intento. Aun si se contaran hoy a
ambas ciudades completas, el porcentaje llegaría al siete por ciento
del total de habitantes de esos 20 centros urbanos y al 4,5 de toda
la provincia.
Entre las
ciudades más chicas y los pueblos pequeños hay también escasa
adhesión a esta práctica. Cuanto mucho, por su escasa población,
podrían aportar un 0,5 por ciento más al cómputo total.
Varias ciudades
más vienen prometiendo (algunas desde hace años) incursionar en
esta modalidad para reducir sus volúmenes de basura final y además,
para generar ingresos y empleo con los desechos que genera. Otras -la
mayoría- ni siquiera lo tienen en agenda para el mediano plazo.
Fuente:
Fernando Colautti, La recolección diferenciada de residuos apenas cubre al cinco por ciento de los cordobeses, 15/10/17, La Voz del Interior.
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