Es Falso
optimismo creer que el cambio climático logrará resolverse sin que
debamos cambiar el modo de vida.
por Lucas Viano
La Economía
parece ser la llave para destrabar el problema del cambio climático.
Desde medidas puntuales como cobrar un impuesto al carbono hasta el
más drástico cambio de modelo.
Sin embargo, poco
se habla de los aspectos psicológicos. El psicólogo y economista
noruego Per Espen Stoknes sostiene que existe una paradoja
psicológica en el cambio climático. Mientras que aumenta la
certidumbre científica de que el ser humano es el principal
responsable del calentamiento del planeta, hay descenso en la
preocupación y en el apoyo a políticas ambientales ambiciosas.
Las personas
están sensibilizadas, pero no pasan a la acción. La paradoja se
refleja, por ejemplo, en una encuesta realizada en 2014 por la
Fundación Vida Silvestre. El 82 por ciento de los argentinos aseguró
estar preocupado o muy preocupado por los temas ambientales, pero
sólo el 27 por ciento dijo estar haciendo algo para cuidar el
ambiente.
Una de las
razones que sostienen esta paradoja es el falso optimismo de que el
problema será resuelto por la ciencia y la tecnología sin que se
requiera un cambio en nuestro modo de vida.
A su vez, la
complejidad del tema a veces genera la sensación de que la gente no
puede tener control sobre él y que la solución está en manos de
otros. En el cambio climático, convergen asuntos científicos y
diplomáticos, ambos inaccesibles para la gente común. La frase que
se oye es la siguiente: “Si ellos (científicos y diplomáticos) no
hacen nada, menos puedo hacer yo”.
Hay una
disonancia entre los que se piensa y las acciones que muchas veces se
resuelven echándoles la culpa a otros: el gobierno, los países
desarrollados, las multinacionales. O se duda de que realmente los
seres humanos somos los responsables del cambio climático.
Stoknes señala
que el camino es el mensaje que dio el papa Francisco en su Laudato
Si. Pensar que los seres humanos somos socios de la naturaleza y no
sus explotadores. “Necesitamos historias sobre un nuevo tipo de
felicidad no basada en el consumo material”, dice Stoknes.
Se trata de un
desafío más mental que económico.
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Fuente:
Lucas Viano, La paradoja psicológica del cambio climático, 05/10/17, La Voz del Interior.
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