Córdoba
/ Problemática del agua. La
falta de inversión, mantenimiento, y la inacción de los organismos
de contralor encargados de controlar a la empresa Aguas Cordobesas,
han generado que el consumo de agua de red sea peligroso para la
salud.
por
David Voloj
Entrevistamos
a Exequiel Di Tofino, Profesor de Química de la Universidad Nacional
de Córdoba que hace más de siete años investiga aguas y efluentes
sobre las cuencas hídricas en Córdoba, Los Molinos, Dique San Roque
y La Quebrada. A fines de 2015, llevó adelante, junto con alumnos
del Colegio Nacional de Monserrat, una investigación sobre la
calidad del agua del río Suquía, cuyas muestras arrojaron
resultados alarmantes a nivel de contaminación.
Especialista
en Química y tecnología de los Alimentos y en Biofisicoquímica, Di
Toffino considera que la situación de las cuencas hídricas de la
provincia es crítica. La falta de inversión, mantenimiento, y la
inacción de los organismos de contralor encargados de controlar a la
empresa Aguas Cordobesas, han generado que el consumo de agua de red
sea peligroso para la salud.
En tu
opinión, ¿cuáles son los factores que intervinieron para que,
desde el jueves pasado, haya habido problemas con la toma principal
de agua de Córdoba que alimenta a la planta del Suquía?
Los
factores que intervinieron en la problemática del agua están
relacionados con el arrastre de sustancias sólidas, cenizas y restos
que han quedado de incendios forestales alrededor de la cuenca del
San Roque, y que por las numerosas y cuantiosas precipitaciones han
sido arrastradas a embalse del dique San Roque.
En
particular, el dique San Roque provee agua a través de la Planta
Potabilizadora Suquía que opera la empresa Aguas Cordobesas S.A. y
que suministra agua de red al 70 % de la ciudad de Córdoba, mientras
que el dique Los Molinos provee al 30 % restante de la ciudad que
corresponde prácticamente a la zona sur.
¿A
qué se debió la falta de abastecimiento de agua de casi el 70% de
la Ciudad de Córdoba y Sierras chicas?
Esa
gran cantidad de materia solida arrastrada ha generado complicaciones
serias en el suministro y transporte del agua. Pero además de eso,
hay claros indicadores físicos-químicos y microbiológicos que cada
vez son más alarmantes debido a la falta de mantenimientos mínimos
en la cuenca y que, después, en la parte de tratamiento del agua, se
hace más difícil poder garantizar. No solo hubo que reducir y
realizar una limpieza del material grueso, de la materia orgánica,
material sólido en la zona de toma de agua para poder garantizar el
suministro, sino que también había que estabilizar algunos índices
y contaminantes físico-químicos y microbiológicos. Esto es lo que
llevó a la empresa a la empresa a cortar en su totalidad el
suministro casi por 48 horas. Esto antes no era tan evidente porque
justamente los índices no eran tan alarmantes como ahora.
Otra
cuestión es que esto se va a volver cada vez más frecuente debido a
la cantidad de zonas deforestadas y a que la bajísima posibilidad de
absorción de agua por parte del suelo implica que el arrastre de
sustancias y materia solida sea cada vez más cuantiosa, a lo que se
incorpora además los residuos cloacales que provienen de localidades
de alrededor del dique sin tratamiento alguno y prácticamente
ingresa al embalse en crudo.
¿Cómo
ves la política de gestión de cuenca para Córdoba? ¿Se podría
haber evitado este problema?
La
política de gestión de cuencas en Córdoba es bastante precaria. No
se toman ni se han tomado medidas hace tiempo respecto a las
condiciones del agua. Son circunstancias totalmente evitables. Hay
tratamientos que se pueden aplicar en cada una de las localidades
dentro de la cuenca y que permiten mejorar la calidad del agua. Por
lo tanto, el tratamiento que se tendría que hacer sería mucho más
eficiente, más rápido y más económico, incluso utilizando una
menor cantidad de recursos. Esto lo han mencionado varios
profesionales desde hace tiempo y no se toman cartas en el asunto.
En
forma local y esporádica se han implementado algunas medidas, pero
si no se mantienen en el tiempo o no se toman otras medidas para
evitar que los efluentes continúen llegando sin tratamiento al
embalse, el deterioro del agua va a ser cada vez más acentuado, más
rápido, y con lo cual los tratamiento posteriores para potabilizar
el agua resultarán cada vez más complejos y más costosos. Esto sin
hablar del impacto en la salud de la población.
¿Qué
consecuencias traen estos problemas en la calidad del agua de red que
consumimos en Córdoba?
Los
problemas que trae esto para la provisión de agua son marcados. La
turbidez aumenta y existe un deterioro físico-químico y
microbiológico. Fundamentalmente hay desarrollo de algas
microscópicas (no son las algas que se ven en el embalse) y que
actualmente hay entre 6 y 7 especies en desarrollo en el agua. Entre
ella la microcistis, que es un alga microscópica que se absorbe a
nivel de piel.
Esto
es importante porque la microcistis no se mata ni con la cloración
del agua ni con tratamientos fuertes, eventualmente se podría tratar
con algún tipo de ácido pero el agua no sería apta para uso y
consumo humano. Esta microalga, que se absorbe por piel, puede traer
problemas a largo plazo, como carcinogénesis, problemas de hígado,
puede ocasionar ceguera, entre otros aspectos perjudiciales si el
cuerpo es expuesto de forma crónica. Ni hablar si el agua se
consume.
¿Es
recomendable tomar el agua de red inmediatamente?
A
contraposición de lo que la mayoría cree el hecho de clorar el
agua, o el hecho de hervirla, genera una alteración de las moléculas
de las microalgas dando lugar a una mayor toxicidad. Entonces, más
allá de que el suministro de agua se halla normalizado, es
conveniente no consumir el agua de red durante por lo menos una
semana. Además, tratar de apelar a sistemas de filtración caseros,
o sistemas de filtración artificial o consumir agua mineral para
poder reducir.
¿Hubo
desde el gobierno alguna medida o plan de contingencia?
Hay
que decir que plan de contingencia a nivel gubernamental o por parte
de los organismos de contralor claramente no hubo. Se ha dejado
completa potestad sobre la condiciones del agua a la empresa
concesionario del servicio Aguas Cordobesas S.A. No se implementa
ningún plan de contingencia ante la situación porque en principio
no se asume, desde el gobierno, que haya una problemática concreta.
¿Nos
explicás cuáles serían las medidas extraordinarias que debería
tomar Aguas Cordobesas para realizar el tratamiento efectivo de
potabilización de agua?
Básicamente,
hacer un tratamiento de limpieza sobre la cuenca misma, pero sobre
todo aplicar medidas de tratamiento de las localidades aledañas que
vierten afluentes prácticamente crudos sobre la cuenca. Y a nivel de
tratamiento en la planta, hay que decir que hace décadas se le viene
haciendo el mismo tratamiento al agua: la decantación, la
precipitación, la cloración, entre otras. Pero sucede que en
situaciones como esta lo que se hace es intensificar tales medidas,
pero lo que hay que utilizar son sales de otros materiales, de
aluminio, precipitantes específicos que son sumamente costosos, o
hacer tratamientos de filtración inversa. Estos tratamientos son
caros y, por el volumen de agua para el sector que se provee sería
una medida más que extraordinaria. La empresa no podría
implementarla o, en todo caso, le llevaría mucho más tiempo, y
cortando el suministro de agua a la población. No obstante, la
empresa cuenta con un ozonizador impecable, con el que se podría
tratar el agua, pero por el alto nivel de consumo energético no lo
utiliza. Esa aparatología la hemos pagado entre todos, con los
aumentos en las boletas, y la empresa no la usa para no afrontar el
costo. Ahora, ese es un problema de la empresa; los organismos de
contralor deberían obligarla a hacer el tratamiento correspondiente
del agua, con ese ozonizador, porque es su responsabilidad.
Hoy
Córdoba tiene dos fuentes proveedoras de agua, el San Roque y Los
Molinos. ¿Por qué Córdoba no tiene un plan de contingencia que le
permita continuar abasteciendo la red de agua uno o dos días, para
enfrentar situaciones como la de antes de ayer?
Más
allá de que Córdoba cuente con esas dos fuentes que proveen agua,
no hay un plan de contingencia porque requiere una inversión grande
(que se podría hacer una sola vez, vale aclarar) para hacer una red
alternativa que provea de agua a un sector de la ciudad, desde otra
cuenca. En realidad lo que se debería emplear es un sistema de red
alternativa de provisión de agua para tanques, inodoros, duchas; es
decir, hacer una red doble de provisión de agua, en la cual una
re-utilice agua para higiene, lavado de ropa, y todo lo que hace al
consumo general; y otra red que involucre lo que es únicamente el
consumo humano. Así, no sería necesario un plan de contingencia a
futuro porque funcionarían de manera independiente. Como eso no
sucede y es probable que no suceda, se podría hacer un sistema
alternativo doble que funcione como cuenca de provisión de agua para
el sector afectado.
¿Qué
medidas tomarías vos?
Junto
con algunos colegas también interesados en el tema estoy trabajando,
hace ya un tiempo, en un sistema de filtros caseros, para que las
personas puedan optimizar la calidad del agua de red que va a ser
destinada para el consumo humano. Se trata de usar materiales que la
gente puede conseguir en el súper o en la ferretería, para que
pueda armar con un instructivo su propio filtro. Este filtro duraría,
según los materiales, unas semanas o unos meses, y su renovación
también sería simple. Además, se trata de trabajar con materiales
sumamente económicos. Esa sería una de las tantas posibilidades
para ir paleando la situación crítica del agua, como para que todo
el mundo pueda tener acceso a una solución.
¿Cómo
ves la calidad del servicio de agua en Córdoba, más allá de esto
que ha sucedido en los últimos días?
El
servicio es regular. No ha habido ninguna innovación en el
tratamiento durante décadas. Se le agregan algunas sales, alguna
sustancia particular, pero nada es significativo. No es marcada la
diferencia en la calidad a medida que pasa el tiempo. Por el
contrario, es cada vez más precaria el agua que se brinda. Tenemos
la suerte de que realmente las condiciones del agua de tiempo atrás,
los niveles de regulación natural, han sido muy buenos, nos han
jugado a favor. Eso benefició a la empresa, porque le resultó fácil
hacer el tratamiento. Pero a medida que pasa el tiempo y el deterioro
ambiental se hace cada vez más marcado, estas circunstancias se van
a repetir de manera frecuente. Así que pronto se va a tener que
aplicar algún tipo de mejora, o poner a trabajar la aparatología
que ya se tiene (pero no se usa por el costo) para mejorar
significativamente la calidad del agua que consume la población.
Fuente:
David Voloj @VolojDavid, Desde el gobierno no se asume que haya una problemática concreta con el agua, 28/10/17, La Izquierda Diario. Consultado 30/10/17.
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