Llegó
a tener poco más de 75 hectáreas, pero hoy sólo puede trabajar 20.
por
Denise Audrito
Se
llama Arnoldo Gallucci, pero todos lo conocen como “Noldi”. Tiene
67 años y con su trabajo como carnicero logró comprar una chacra,
al oeste de Arias, hace más de 30 años.
Llegó
a tener poco más de 75 hectáreas, pero hoy sólo puede trabajar 20.
Tiene el 70 por ciento de sus tierras convertidas en lagunas por los
excesos hídricos que rodean al pueblo y por el ascenso de las napas.
“Nunca
había tenido una gota de agua en el campo; ahora vivo una situación
que, a veces, no me da ganas ni de levantarme. Me cambió todo
totalmente. No es que haya tenido mucho, pero ahora tuve que poner en
venta la chata y me borré de la mutual, estoy haciendo recortes por
todos lados, porque no me alcanza más la plata”, relata el
productor.
Pérdidas
El
hombre estima que este año perdió entre 500 mil y 600 mil pesos por
las inundaciones. Contó que para poder cosechar tuvo que contratar
“máquinas capaces de andar en el agua, que cobran tres veces más
que lo habitual”. Así y todo, no logró recuperar lo que esperaba.
“El
agua me comió 20 hectáreas de soja completas. En 20 hectáreas de
maíz, el rinde fue un desastre, me dio 40 quintales porque el maíz
estaba caído y en el barro. Es complicado. Ahora vendo la chatita,
pero el año que viene no sé qué voy a vender. Hoy me quedarán 20
o 25 hectáreas para trabajar, nada más, y si se fuera el agua, la
tierra queda blanca, es salitre. Tampoco sirve”, lamenta.
Gallucci
tiene iniciados los trámites para pedir la eximición impositiva,
por la emergencia agropecuaria. “Por más que quisiera pagar, no
podría. Nunca me imaginé algo así. El campo era mi sueño, y ahora
es todo agua. Creo que no tiene compostura, salvo que hicieran un
buen canal para sacar el agua por Santa Fe”, agrega.
La
historia de este pequeño productor es de sacrificio. Comenzó a
trabajar cuando niño, como cadete de una tienda. Se casó joven, al
quedar huérfana la hija del carnicero. Tuvieron dos hijas. Él se
levantó durante 20 años todos los días a las 3.30 de la mañana
para faenar animales. Tuvo carnicería 35 años. Hoy, con reuma y
dolorido por la situación, sigue trabajando en el barro y cría
animales de granja. “Noldi” advierte de que son numerosos los
pequeños productores que están en su misma situación. “Tengo un
vecino que, de 20 hectáreas que tiene, sólo cosechó seis y el agua
le está tocando la casa. Esto viene agravándose. No sé qué irá a
pasar. Lo único bueno es que se pararon un poco los robos, porque
los ladrones no se quieren embarrar”, bromea.
Fuente:
Denise Audrito, “Tuve que poner en venta la chata y me borré de la mutual”, 17/09/17, La Voz del Interior. Consultado 18/09/17.
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