La provincia tiene hoy unas 170 mil hectáreas bajo agua. La situación es más grave en sus vecinas La Pampa y Buenos Aires. Al sur del departamento Marcos Juárez permanece el problema mayor. Desde hace meses, amenaza a un pueblo y a la transitada ruta nacional 8.
por
Denise Audrito y Fernando Colautti
En
una extensión hoy mucho menor a la que padecen las provincias de La
Pampa y Buenos Aires, en Córdoba también se mantienen dificultades,
en algunas áreas del sudeste provincial, por la enorme masa de agua
que llegó para no irse de los campos.
Según
el Ministerio de Agroindustria de la Nación, serían unas 5,6
millones de hectáreas las complicadas por los excesos hídricos en
el país. De ellas, una porción de 171 mil corresponden a Córdoba.
El
mismo mapa que muestra las enormes superficies de esas otras dos
provincias pintadas de azul agua, en Córdoba deja ver manchones
sobre la zona de Arias (al sur del departamento Marcos Juárez) más
algunos sectores en el extremo sur, alrededor de localidades como
Pincén, Buchardo o Serrano, casi sobre los límites con La Pampa y
Buenos Aires.
En el
cuadro general, salvo la zona que rodea a Arias, Córdoba mejoró
algo su situación respecto del otoño pasado.
Pero
luego de tres años de excesos hídricos y anegamientos, en todo el
este provincial ruegan que la temporada de lluvias que se avecina sea
leve, porque las napas están saturadas, los suelos ya no absorben y
lo que cae queda.
Otra
esperanza es que las obras de canalizaciones que se fueron sumando
muestren su utilidad. Y, además, que las prometidas que faltan
ejecutarse se terminen.
Arias,
mal
Arias
sigue amenazada, como hace meses, por el agua que la rodea y que sube
y baja de la carpeta asfáltica de la transitada ruta nacional 8
según los días.
“Acá
cayeron unos 60 milímetros el fin de semana. Eso más el viento
rompieron el muro de contención de tierra que habíamos hecho, y nos
entró agua desde el sur, que quedó a 20 metros de las casas”,
dijo el intendente de Arias, Matías Gvozdenovich.
La
superficie más afectada es la que se recuesta sobre la ruta nacional
8, donde Vialidad Nacional ya ha hecho dos obras de alteos (para
levantar su nivel), pero que una y otra vez se ven superadas por el
mar que la rodea.
“Hay
conversaciones entre la Nación y las provincias de Córdoba y Santa
Fe para sacar el agua por la cuenca del río Carcarañá. Pero el
problema lo tenemos hoy sin resolver. Esa obra cuesta poco más de
300 millones, que es lo que paga sólo esta zona en retenciones
agropecuarias. Si la hicieran, darían solución a 20 pueblos, de
Córdoba y de Santa Fe”, destacó Gvozdenovich.
El
intendente insistió en la urgencia: “Más allá del tema
económico, de las pérdidas en las cosechas, lo que no me deja
dormir es pensar en las 500 personas que viven en los campos,
alrededor del pueblo. Hoy se están moviendo con tractores, porque ni
caminos rurales quedan. Además, hay una emergencia: se nos puede
morir alguien, puede pasar una desgracia. Los campos al sur están
1,80 metros más altos y el agua viene por pendiente natural hacia el
pueblo”, apuntó el intendente.
Pidió
a la Provincia acelerar la obra ya iniciada de un nuevo camino rural,
de 14 kilómetros, en tierras donadas por productores para que se
pueda sacar la leche y la cosecha. “Ya no tenemos caminos
transitables en este sector, hace mucho tiempo”, reclamó.
Ángel
Manavella, del consorcio caminero regional, remarcó que la zona
rural es la más afectada, dado que se logró evitar hasta ahora que
el agua ingresara a espacios urbanos. “Andamos a los ponchazos, es
muy grande el sector con problemas, y estamos muy complicados por las
napas altas. Ahora ha habido reuniones zonales, con Nación y
Provincia, y estamos esperanzados en los acuerdos. Ojalá se avance
en algo y ojalá nos acompañe el tiempo”, expresó.
El
clima esperable en el sudeste cordobés (al revés de otras regiones)
es que haya más sol que lluvias en los meses por venir.
Bien
al sur
Al
“sur-sur” de Córdoba, donde la situación fue crítica meses
atrás, se percibe ahora algún leve alivio aunque queden campos
anegados y caminos rurales muy deteriorados.
En el
área de Pincén (donde cayeron más de mil milímetros en una semana
de abril), Guillermo Lezica, productor de la región, dijo que
permanecen zonas con agua, pero que la situación no se agravó
porque el fin de semana sólo cayeron 15 milímetros. También ahí
ruegan por una primavera más seca.
Según
Luis Balverdi, intendente de Italó, el agua bajó en las últimas
semanas. “La Provincia hizo canales que van uniendo lagunas de
contención y sacan el agua, para poder arreglar los caminos, que son
los que están muy mal. Pero en los campos se secó bastante y
entiendo que se ha logrado cosechar en algunos donde no se esperaba”,
indicó. “El problema que tenemos ahora es la enorme cantidad de
mosquitos”, acotó Balverdi.
En
Jovita, donde en abril pasado se llegó a regar con cloro las calles
por el desborde de las napas freáticas que inundaron el pueblo,
también se percibe algún alivio en los últimos meses. El
intendente Walter Toledano destacó “el trabajo conjunto” entre
Nación, Provincia y municipio: “Ahora no tenemos ningún problema
en el pueblo, pero los caminos rurales siguen mal. Faltan obras de
envergadura, que requieren estudios técnicos. Eso más la falta de
recursos hacen que todo se demore. Hay voluntad pero las soluciones
tardan”, sostuvo Toledano, tras marcar que con fondos nacionales y
provinciales se ejecuta una obra de protección para Jovita, que
cuesta unos 43 millones de pesos.
También
valoró para esa zona que tras el acuerdo de Córdoba con La Pampa,
Santa Fe y Buenos Aires, se iniciaron obras de limpieza y reparación
del río Quinto, a unos ocho kilómetros de Jovita. “Ese tramo
arreglado ya no tiene riesgo de afectar a otras jurisdicciones aguas
abajo”, dijo. Esa obra cuesta unos 44 millones.
San
Justo
El
nordeste provincial (departamento San Justo) registró complejas
inundaciones rurales en los tres últimos años. Actualmente, quedan
pocos campos anegados y se avanzó en varias obras de canalización,
aunque las napas altas siguen siendo una amenaza.
El
canal de San Antonio. Será la primera vez que se refuncionalice ese
canal desde que se construyó en 1930. Corre por el límite entre
Córdoba y Santa Fe, desde la zona de San Francisco al norte hasta la
de Marcos Juárez al sur. Deriva las aguas de una amplísima cuenca
rural hacia el arroyo Tortugas y el río Carcaraná.
Las
napas, bien altas en todo el este provincial
Salvo
en la zona de Arias y algunas otras del sudeste y sur de Córdoba, en
el resto de la provincia (sobre todo en el centro, norte y oeste) los
suelos esperan hoy más agua para mejorar las perspectivas de la
producción rural.
Las
napas subterráneas siguen altas en todo el arco este de Córdoba,
desde el norte al sur provincial. Las lluvias por encima de los
promedios históricos en 2014, 2015 y 2016 más la insuficiente
infraestructura de canales y un tipo de uso agrícola de los suelos
con escaso consumo de agua (sin cobertura todo el año) generaron las
condiciones para que lo que cae ya no sea absorbido.
“En
el departamento Marcos Juárez, por ejemplo, la parte central no
presenta hoy grandes problemas con el agua en superficie, siempre y
cuando no comience un período de intensas lluvias”, estimó Hugo
Biga, de la asociación regional de productores.
Los
canales construidos al sur de la ciudad de Marcos Juárez funcionaron
como se esperaba y desaguaron una amplia zona. El resto está
supeditado a la anunciada readecuación del canal San Antonio, a
punto de ser iniciada por la Nación, pero que demandará dos años
de obras.
Pero
las napas inquietan. A pesar de no tener ya en esa zona mayores
problemas con aguas en superficie, las napas continúan muy altas,
especialmente al norte y al sur de Marcos Juárez. Hacia la zona
central del departamento bajaron tras esos trabajos de canalización
que hizo la Provincia.
En
Corral de Bustos, 80 kilómetros al sur y cerca de la complicada
Arias, notaron un descenso promedio de 15 centímetros de las napas
en agosto respecto a julio, según la medición del municipio. Con
relación a meses atrás, la bajante es mayor. Pero el nivel de
riesgo se mantiene entre medio y alto en algunos sectores, con el
agua a apenas 30 centímetros de profundidad. En otros está en torno
a un metro. Para ser considerado de riesgo bajo, la napa freática
debería estar a unos tres metros.
Paradoja
climática
Una
paradoja ofrece un mapa divulgado esta semana por la Oficina de
Riesgo Agropecuario (ORA) de la Nación. Muestra que, salvo en la
zona de Arias y algunas otras del sudeste y sur de Córdoba, en el
resto de la provincia (sobre todo en el centro, norte y oeste) los
suelos esperan hoy más agua para mejorar las perspectivas de la
producción rural.
A
excepción de esas regiones más afectadas, que ruegan ahora por una
primavera seca, las precipitaciones de 2017 estuvieron en el resto
por debajo del promedio histórico, sobre todo comparado con los muy
lluviosos 2016, 2015 y 2014.
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Fuente:
Denise Audrito, Fernando Colautti, Inundaciones en Córdoba: Arias, el punto más complicado, 13/09/17, La Voz del Interior. Consultado 15/09/17.
Las napas, bien altas en todo el este provincial, 13/09/17, La Voz del Interior. Consultado 15/09/17.
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