Viedma. En Viedma unas
2.000 personas marcharon contra la instalación de la central
nuclear. Adelantaron que habrá una nueva movilización en Sierra
Grande.
por Pedro Caram
Cientos de
personas gritaron “No a la planta nuclear en la Patagonia”
durante la marcha que ayer concentró a vecinos de esta capital,
Viedma, San Antonio Oeste, Las Grutas, Conesa, Sierra Grande y de
varias localidades de Chubut. Otras manifestaciones similares, aunque
no tan masivas se llevaron a cabo en una veintena de ciudades del
país.
La movilización
fue pacífica y reunió a referentes de distintas agrupaciones aunque
no hubo distinciones, más que algunas pecheras aisladas y decenas de
vecinos comunes que dejaron en claro su oposición al proyecto. Primó
el clima artístico, con intervenciones alusivas al rechazo al
establecimiento de una central atómica en la costa rionegrina.
La ausencia casi
total de custodia policial en el exterior de los edificios públicos
por los que pasó la marcha evitó provocaciones y reacciones de los
manifestantes. Los uniformados permanecieron en el interior de Casa
de Gobierno, en el Palacio del Poder Judicial, la Legislatura entre
otros organismos, además de algunos agentes que cortaron el tránsito
en las esquinas, junto al personal municipal.
Desde la
organización de la marcha se buscó que no se registraran pintadas
ni ninguna acción violenta. Se impidió que se estamparan leyendas
en las paredes de Casa de Gobierno y también se llamó la atención
a quienes lanzaron estruendosos artículos de pirotecnia que están
prohibidos en la ciudad.
Norma, una vecina
del barrio Castello afirmó que “esperemos que nuestra voz sea
escuchada, es responsabilidad del gobernador y del presidente, porque
esto es un negociado. La gente en general no está muy informada y
como se dice que puede haber fuentes de trabajo ven con expectativas,
pero la salud de los que vienen está primero”.
A pesar del
intenso frío y algunos anuncios de lluvia -que finalmente no
ocurrió- fueron unas dos mil personas las que caminaron las calles
desde la Catedral, hasta la plaza San Martín, para regresar luego
por el frente de la Legislatura hasta Plaza Alsina.
A los viedmenses
se sumaron referentes de otras ciudades costeras. “No van a poder
doblegarnos, porque en Sierra Grande nos estamos movilizando y además
porque recibimos el cálido abrazo de los pueblos de la región,
agradecemos a Viedma, Puerto Madryn y San Antonio Oeste por su
acompañamiento y queremos que la próxima marcha nacional se haga en
nuestra localidad”, afirmó Gustavo Cifuentes, el referente serrano
que ofició de orador.
“A mí hoy me
cuesta mucho estar acá, pero veo a los niños y me parte al medio
porque son el futuro. La gente de Sierra Grande le tiene miedo al
gobierno y a quedarse sin trabajo porque los han amenazado, los
funcionarios se ríen de la necesidad, no les importa lo que le pasa
al pueblo”, dijo a DeViedma, Eliana Alvarez, una joven de 21 años
que dejó su trabajo para participar.
Desde San Antonio
Oeste y Las Grutas, llegaron un par de micros, combis y vehículos
particulares, con unas 150 personas también a sumarse al reclamo.
“Viví mi
infancia y mi adolescencia en Sierra Grande y tengo la experiencia de
los chinos en la zona y nunca fue positivo, no creo en el discurso
que nos venden, porque es ciertamente un cuento chino”, expresó
Mónica Nogués, una docente radicada hace años en San Antonio
Oeste.
Hubo fuertes
críticas a la Secretaría de Ambiente que conduce Dina Migani y al
gobernador Alberto Weretilneck, a quien fueron dirigidos los
cánticos.
Desde Puerto
Pirámides, en la península Valdés, llegó un grupo liderado por el
intendente Javier Roldán, quien dijo que “ese lugar es Patrimonio
de la Humanidad y venimos a repudiar este proyecto porque más allá
de la distancia por ruta estamos a apenas unos 80 kilómetros apenas
separados por un pequeño golfo y compartimos los recursos naturales
con Río Negro”.
En la previa de
la marcha de ayer, se entregaron plantines frente a la Casa de
Gobierno. Luego durante una conferencia de prensa el sacerdote Luis
García fue el vocero del grupo y señaló que “esta es una fecha
histórica, es el punto de llegada de este proceso de lucha” y
“como pueblo le decimos no a la energía nuclear en Viedma y no a
la energía nuclear en la Patagonia”.
Y agregó que “la
lucha tiene que continuar” y debemos ”exigir el desmantelamiento
de todas las centrales nucleares” y enumeró las tres que están en
funcionamiento en nuestro país.
En la zona
cordillerana, el epicentro de las protestas estuvo en El Bolsón.
Medio centenar de vecinos se reunieron en la plaza Pagano y
participaron de la “festimarcha”. Nora Corvalán, de la Asamblea
Comarcal contra el Saqueo, dijo que “el proyecto de la planta
nuclear es parte de un círculo perverso, que comienza con la
extracción de uranio y con miles de derechos mineros ya otorgados,
tanto en Río Negro como en Chubut. Entonces se entiende por qué
hace falta una nueva central. No es para que los vecinos de Catriel o
Ramos Mexía tengan mejor luz, es para alimentar a las mineras”.
Fuentes:
Pedro Caram, Definitivamente, “No a la planta nuclear”, 10/08/17, Río Negro.
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