jueves, 13 de julio de 2017

La metáfora del gobierno nacional para no hablar de la corrupción

El kirchnerismo por doce años nos trató de acostumbrar a que determinadas palabras estaban demás en el diccionario político de la década ganada. Por caso inflación, inseguridad, pobreza o corrupción, entre muchas elipsis hechas por Cristina y su banda. Hoy, sin embargo, vemos con preocupación que el gobierno de Macri mantiene algunos rasgos similares en materia de comunicación pública. Lo que en campaña era el lápiz rojo de la anticorrupción, con promesas de “ir a hueso”, se transformó en un dulce crayón de esos que usan los niños para hacer sus garabatos, como sucedió con Vaca Muerta. Si de metáforas hablamos, el Ministerio de Energía llama “Reducción de costo y rediseño”,“adecuación en el volumen de obra y del monto contractual” o “incertidumbres originadas en el proyecto licitatorio” a la corrupción en las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa.

por Rubén Lasagno

El gobierno nacional, como el gobierno anterior, está muy interesados en seguir adelante con la construcción de las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa, por varias razones, pero especialmente para no enojar a los chinos. En la primera reunión con el pool de empresas de ese país y el presidente de China, Macri recibió el ultimátum: si da marcha atrás con la construcción de las represas, se caen todos y cada uno de los convenios , no habrá más caridad internacional y el gigante asiático se retira del país.

A partir de allí, la decisión de “Cambiemos” fue cambiar algo: dejar de agitar el lápiz rojo que lo volvieron a guardar en el bolsillo, como en el caso de Vaca Muerta y comenzaron a buscarle la vuelta para lavarle la cara al proyecto, suavizaron “la auditoría”, le bajaron la potencia, disminuyeron algunos costos exorbitantes que tenía el mismo, producto de los sobreprecios, los negocios bilaterales, los acuerdos, las coimas y los retornos a empresas, gobiernos y funcionarios y de a poco, Macri vio que lo negro no era tan negro y donde había oscuridad salió el sol. De ahí en más, la mentira volvió al discurso político y sustituyó a la realidad y así llegamos a hoy.

Está claro, porque así se lo ratificaron a OPI las fuentes medioambientales que mantienen interpuesto dos Amparos con fallo de la Corte Suprema de la Nación, que no está en la decisión del gobierno nacional ni provincial, la continuidad de los trabajos en las represas. Solo los jueces podrán determinar si se han cumplido o no los requisitos, a pesar de la andanada de partes auspiciosos que dispara Cambiemos en dirección de la inminencia del inicio de los trabajos y la réplica automática que hace Alicia Kirchner en la prensa paga (tanto por nación como por provincia) en la ciudad de Río Gallegos.

Y así llegamos al 10 de julio, donde un informe distribuido por Telam y primorosamente replicado por la “cadena del buen ánimo y la alegría” anuncia que Nación hizo una “revisión de los aspectos técnicos, ambientales, económicos, financieros y operativos de las dos centrales hidroeléctricas que se construirán en la provincia de Santa Cruz permitió reducir los costos en casi US$ 1.500 millones”.

A fines de 2015 la estimación del costo total ascendía a US$ 6.000 millones, aproximadamente”, muy por encima de los US$ 4.714 millones establecidos en el contrato original, de octubre de 2013, debido a la inclusión de ítems adicionales y a la redeterminación del costo base, precisó el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, en una nota elevada al ministro Juan José Aranguren. El texto puntualiza que “luego de su rediseño, el costo total del proyecto es de US$ 4.524 millones”, destacan hoy los medios de Santa Cruz como oráculos inertes y libres de todo tipo de análisis crítico, tal vez en torno a la concepción del “periodismo objetivo” que tan bien les viene a quienes deben autoprotegerse a la hora de opinar y comprometerse en hechos económicos de este calibre.

En realidad, de lo que se trata aquí es de ocultar una parte importante de la trama, que el gobierno de Macri deja a un lado, como dejó a un lado en Vaca Muerta o sin ir muy lejos acaba de dejar de lado en la relación con Alicia Kirchner, a quien sin ninguna exigencia extra (tal como Rogelio Firgerio se había pavoneado en la prensa durante el 2016) le siguen abonando el desfinanciamiento y la voracidad financiera sin fondo que tiene Santa Cruz, solo a los fines de que la gobernadora no vuelque el carro y perjudique a la nación internacionalmente, defolteando a Santa Cruz. Por un interés o por otro, pero todos como autodefensa de su gestión, Mauricio Macri y su gobierno de CEOS, hace del ocultamiento y la corrupción instalada en el proyecto de las represas sobre el río Santa Cruz, una mancha más a sus promesas incumplidas de campaña y viste y reviste de palabras extrañas, indirectas, suspérfluas y falaces, lo que debiera decir con una sola palabra: corrupción.

Una vez más “Cambiemos” cambia figuritas con el kirchnerismo y vaya a saber a cambio de qué, adopta un perfil parecido en materia discursiva. Hoy lo vemos a Eduardo Costa haciendo campaña con las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa, como si fuera la flor innata de los proyectos nacionales, olvidándose que hasta el 2015 criticó la obra como una cueva de corrupción donde Electroingeniería personificaba lo peor del kirchnerismo en la manera de hacer negocios sucios con el engaño al pueblo de Santa Cruz y los millones y millones de pesos tragados por la máquina de la corrupción político-empresaria de estos años pasados organizada por CFK y conducida por Julio de Vido.

Pero Electroingeniería sigue; tal vez desde finales del 2015 a hoy se transformó en la mejor empresa, vaya a saber.

De la corrupción en el proyecto energético de las represas “Cambiemos” ya no habla más. De golpe todo fue luz y normalidad. Ahora nos explican que “De los 5.300 gigavatios hora (Gwh) de generación anual iniciales, se pasó a 5.170 Gwh y con ello se logró un ahorro muy importante en volumen de excavación, de hormigón y de equipamiento hidroelectromecánico. El ajuste del proyecto ejecutivo permitió además “una definición mucho más precisa de las estructuras y sus fundaciones”, a partir de un mayor conocimiento de la geotecnia, y con ello “la eliminación de una gran cantidad de incertidumbres originadas en el proyecto licitatorio y se logró así una importante adecuación en el volumen de obra y, consecuentemente, del monto contractual”…

Toda una metáfora para no decir: corrupción, donde la hay y claro está, evitar enumerarla y mucho menos, investigarla.

Mauricio Macri quitó, sacó, desterró la palabra “corrupción” en el mega proyecto energético de las represas. No explicó y mucho menos lo hará ahora, qué encontraron allí donde habían metido la mano Julio de Vido, Cristina, Alicia, Electroingeniería y sus socios Chinos.

Macri miente para encubrir y cree que todos somos estúpidos. Hoy, Cóndor Cliff-La Barrancosa, son es nueva Yaciretá.

Podríamos habernos salvado de una nueva megaobra de la corrupción, si este gobierno hubiera actuado decente y transparentemente en este sentido. No lo hizo, por el contrario, encubre, miente y le pone rebozador de “buenos negocios” a lo que sabemos es una orgía de corrupción más de la década perdida. Y esto recién empieza.

Fuente:
Rubén Lasagno, La metáfora delgobierno nacional para no hablar de la corrupción, 10/07/17, Agencia OPI Santa Cruz. Consultado 13/07/17.

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