El kirchnerismo
por doce años nos trató de acostumbrar a que determinadas palabras
estaban demás en el diccionario político de la década ganada. Por
caso inflación, inseguridad, pobreza o corrupción, entre muchas
elipsis hechas por Cristina y su banda. Hoy, sin embargo, vemos con
preocupación que el gobierno de Macri mantiene algunos rasgos
similares en materia de comunicación pública. Lo que en campaña
era el lápiz rojo de la anticorrupción, con promesas de “ir a
hueso”, se transformó en un dulce crayón de esos que usan los
niños para hacer sus garabatos, como sucedió con Vaca Muerta. Si de
metáforas hablamos, el Ministerio de Energía llama “Reducción
de costo y rediseño”,“adecuación en el volumen de obra y del
monto contractual” o “incertidumbres originadas en el proyecto
licitatorio” a la corrupción en las represas Cóndor Cliff-La
Barrancosa.
por Rubén Lasagno
El gobierno
nacional, como el gobierno anterior, está muy interesados en seguir
adelante con la construcción de las represas Cóndor Cliff-La
Barrancosa, por varias razones, pero especialmente para no enojar a
los chinos. En la primera reunión con el pool de empresas de ese
país y el presidente de China, Macri recibió el ultimátum: si da
marcha atrás con la construcción de las represas, se caen todos y
cada uno de los convenios , no habrá más caridad internacional y el
gigante asiático se retira del país.
A partir de allí,
la decisión de “Cambiemos” fue cambiar algo: dejar de agitar el
lápiz rojo que lo volvieron a guardar en el bolsillo, como en el
caso de Vaca Muerta y comenzaron a buscarle la vuelta para lavarle la
cara al proyecto, suavizaron “la auditoría”, le bajaron la
potencia, disminuyeron algunos costos exorbitantes que tenía el
mismo, producto de los sobreprecios, los negocios bilaterales, los
acuerdos, las coimas y los retornos a empresas, gobiernos y
funcionarios y de a poco, Macri vio que lo negro no era tan negro y
donde había oscuridad salió el sol. De ahí en más, la mentira
volvió al discurso político y sustituyó a la realidad y así
llegamos a hoy.
Está claro,
porque así se lo ratificaron a OPI las fuentes medioambientales que
mantienen interpuesto dos Amparos con fallo de la Corte Suprema de la
Nación, que no está en la decisión del gobierno nacional ni
provincial, la continuidad de los trabajos en las represas. Solo los
jueces podrán determinar si se han cumplido o no los requisitos, a
pesar de la andanada de partes auspiciosos que dispara Cambiemos en
dirección de la inminencia del inicio de los trabajos y la réplica
automática que hace Alicia Kirchner en la prensa paga (tanto por
nación como por provincia) en la ciudad de Río Gallegos.
Y así llegamos al 10 de julio, donde un informe distribuido por Telam y primorosamente
replicado por la “cadena del buen ánimo y la alegría” anuncia
que Nación hizo una “revisión de los aspectos técnicos,
ambientales, económicos, financieros y operativos de las dos
centrales hidroeléctricas que se construirán en la provincia de
Santa Cruz permitió reducir los costos en casi US$ 1.500 millones”.
“A fines de
2015 la estimación del costo total ascendía a US$ 6.000 millones,
aproximadamente”, muy por encima de los US$ 4.714 millones
establecidos en el contrato original, de octubre de 2013, debido a la
inclusión de ítems adicionales y a la redeterminación del costo
base, precisó el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro
Sruoga, en una nota elevada al ministro Juan José Aranguren. El
texto puntualiza que “luego de su rediseño, el costo total del
proyecto es de US$ 4.524 millones”, destacan hoy los medios de
Santa Cruz como oráculos inertes y libres de todo tipo de análisis
crítico, tal vez en torno a la concepción del “periodismo
objetivo” que tan bien les viene a quienes deben autoprotegerse a
la hora de opinar y comprometerse en hechos económicos de este
calibre.
En realidad, de
lo que se trata aquí es de ocultar una parte importante de la trama,
que el gobierno de Macri deja a un lado, como dejó a un lado en Vaca
Muerta o sin ir muy lejos acaba de dejar de lado en la relación con
Alicia Kirchner, a quien sin ninguna exigencia extra (tal como
Rogelio Firgerio se había pavoneado en la prensa durante el 2016) le
siguen abonando el desfinanciamiento y la voracidad financiera sin
fondo que tiene Santa Cruz, solo a los fines de que la gobernadora no
vuelque el carro y perjudique a la nación internacionalmente,
defolteando a Santa Cruz. Por un interés o por otro, pero todos como
autodefensa de su gestión, Mauricio Macri y su gobierno de CEOS,
hace del ocultamiento y la corrupción instalada en el proyecto de
las represas sobre el río Santa Cruz, una mancha más a sus promesas
incumplidas de campaña y viste y reviste de palabras extrañas,
indirectas, suspérfluas y falaces, lo que debiera decir con una sola
palabra: corrupción.
Una vez más
“Cambiemos” cambia figuritas con el kirchnerismo y vaya a saber a
cambio de qué, adopta un perfil parecido en materia discursiva. Hoy
lo vemos a Eduardo Costa haciendo campaña con las represas Cóndor
Cliff-La Barrancosa, como si fuera la flor innata de los proyectos
nacionales, olvidándose que hasta el 2015 criticó la obra como una
cueva de corrupción donde Electroingeniería personificaba lo peor
del kirchnerismo en la manera de hacer negocios sucios con el engaño
al pueblo de Santa Cruz y los millones y millones de pesos tragados
por la máquina de la corrupción político-empresaria de estos años
pasados organizada por CFK y conducida por Julio de Vido.
Pero
Electroingeniería sigue; tal vez desde finales del 2015 a hoy se
transformó en la mejor empresa, vaya a saber.
De la corrupción
en el proyecto energético de las represas “Cambiemos” ya no
habla más. De golpe todo fue luz y normalidad. Ahora nos explican
que “De los 5.300 gigavatios hora (Gwh) de generación anual
iniciales, se pasó a 5.170 Gwh y con ello se logró un ahorro muy
importante en volumen de excavación, de hormigón y de equipamiento
hidroelectromecánico. El ajuste del proyecto ejecutivo permitió
además “una definición mucho más precisa de las estructuras y
sus fundaciones”, a partir de un mayor conocimiento de la
geotecnia, y con ello “la eliminación de una gran cantidad de
incertidumbres originadas en el proyecto licitatorio y se logró así
una importante adecuación en el volumen de obra y, consecuentemente,
del monto contractual”…
Toda una metáfora
para no decir: corrupción, donde la hay y claro está, evitar
enumerarla y mucho menos, investigarla.
Mauricio Macri
quitó, sacó, desterró la palabra “corrupción” en el mega
proyecto energético de las represas. No explicó y mucho menos lo
hará ahora, qué encontraron allí donde habían metido la mano
Julio de Vido, Cristina, Alicia, Electroingeniería y sus socios
Chinos.
Macri miente para
encubrir y cree que todos somos estúpidos. Hoy, Cóndor Cliff-La
Barrancosa, son es nueva Yaciretá.
Podríamos
habernos salvado de una nueva megaobra de la corrupción, si este
gobierno hubiera actuado decente y transparentemente en este sentido.
No lo hizo, por el contrario, encubre, miente y le pone rebozador de
“buenos negocios” a lo que sabemos es una orgía de corrupción
más de la década perdida. Y esto recién empieza.
Fuente:
Rubén Lasagno, La metáfora delgobierno nacional para no hablar de la corrupción, 10/07/17, Agencia OPI Santa Cruz. Consultado 13/07/17.
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