por Marcela
Fernández
Hace unos días
me dí una vuelta por Las Jarillas. Lo que ví duele. Avances del
desmonte a ambos costados de un camino que ahora se ve ensanchado,
pero no porque alguna vez éste hubiera sido el proyecto, sino porque
el camino improvisado en medio de las sierras no pueden continuarlo
por inconvenientes con su construcción. Al parecer no hicieron un
estudio geológico y ahora hay situaciones que no pueden resolver.
Al mismo tiempo,
los vecinos de esa localidad padecen la carencia de agua, y esto no
es nuevo, hace varios años ya se planteó el tema hasta con un
amparo por mora en contra del Municipio de San Antonio, que aún así
nunca dio respuestas.
Ahora han
prometido nuevas obras, y alguien por allí dijo que los nuevos
emprendimientos van a necesitar el agua. Obvio, todo cierra, un
camino abandonado pero que partió literalmente las sierras en dos,
con una terrible herida tapada con cemento y negocios inmobiliarios a
ambos lados de la futura ruta que pujan ahora por el servicio.
Conclusión: no es por los vecinos de las Jarillas que hacen todas
esas obras, -ahí hay pocos votos-, los intereses son los de otros
sectores, los mismos que pretenden destruir el 3 % del bosque nativo
que nos queda en la Provincia.
También me
llegué hasta la Comuna de San Roque, donde muchos vecinos han tomado
la real dimensión del daño que implica una autovía de montaña
(que no está en los papeles pero sí en los discursos) y están en
estado de alerta. Allí, las empresas contratadas por el Gobierno
empezaron las obras a toda velocidad con una licencia ambiental
otorgada en violación a las leyes.
A la triste
imagen repetida de destrucción, se empezaron a sumar los desmontes a
cada lado de lo que sería la futura autovía, y hay inmobiliarias
que ya están vendiendo los “lotes”. ¿Alguien cree a esta
altura, que este “progreso” será para todos? al contrario, sin
estudios de escorrentías, y por las características de la obra
(CUATRO carriles en medio de las sierras) las aguas de las lluvias
van a repetir la tragedia de Sierras Chicas en los barrios de abajo.
Recordé los
discursos patéticos y mediocres de los intendentes que con
“obediencia debida” defendieron esta obra en la Audiencia Pública
celebrada el 28 de abril en Villa Carlos Paz, -donde hablaron del
proyecto a lo largo del corredor de Punilla y de la “conectividad”
pero ni una sola palabra del Estudio de Impacto Ambiental como debían
. Nuevamente me pregunto ¿Quedan dudas de a quién o quienes va a
beneficiar esa obra monstruosa, proyectada en “partes”, sin
estudios serios, en “Zona Roja” de la ley de bosques? ¿De quien
o quienes serán las propiedades cercanas a esa “futura autovía”
y que proyectos inmobiliarios tendrán en mente?
Espero que este 9
de julio cuando celebremos la “Independencia” le demos contenido
al “Viva la Patria“. Deseo que despertemos pronto como sociedad
y que cuando lo hagamos, aún estemos a tiempo.
Marcela Fernández es abogada
Fuente:
Marcela Fernández, El “progreso” de unos pocos, 08/07/17, Punilla al Sur. Consultado 10/07/17.
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