Viven un
calvario de ruidos y contaminación. Es una familia de
Bengolea y otra de Ucacha, que son representadas por el abogado
riocuartense José Barizoni. Sufren patologías como asma, estrés e
incluso tres personas mayores sufrieron ACV.
Son casos
típicos, sobre todo en los pueblos: el avance de la urbanización,
por un lado, y el crecimiento de la producción agrícola suelen
enfrentar a los vecinos con la industria.
Dos familias, una
de Bengolea y otra de Ucacha, denuncian que padecen, a raíz de esa
situación, un calvario de ruidos molestos y de contaminación, y
aseguran que por esto han contraído un sinnúmero de enfermedades:
desde asma bronquial hasta accidentes cerebrovasculares. El abogado
riocuartense José Barizoni, que los representa, inició en 2015 dos
acciones preventivas ante la Justicia para frenar los daños a la
salud de ambas familias. Esperan que salga un fallo en el corto
plazo.
Barizoni realizó
dos demandas casi idénticas por el caso de José Arnoldo Bussi
contra la cooperativa Cotagro, en Bengolea; y en el de Adela Iglesias
contra la firma Planta Segura, de la familia Elorza, en Ucacha.
El abogado señala
que sus defendidos han tenido -y tienen todavía- numerosos problemas
de salud, generados por los ruidos molestos que emiten las máquinas
utilizadas en la planta, la emisión de material particulado, el
tránsito constante de camiones y la presencia de roedores en el
lugar.
En el caso Bussi,
la mujer del demandante “sufre tal grado de estrés por los ruidos
de la secadora de granos a cualquier hora del día y de la noche, que
tiene problemas para dormir, asma bronquial, conjuntivitis y colon
irritable”, según enumeró el abogado.
En la otra causa,
contra la firma Planta Segura de Ucacha, la demandante vive junto a
dos adultos mayores, “y los tres han sufrido ACV, lo cual es un
dato muy llamativo”, acotó Barizoni.
Se tramitan desde
2015
Las dos causas se
tramitan en el Juzgado de La Carlota y según indicó el abogado,
están a punto de resolverse.
“La primera que
iniciamos es la de José Arnoldo Bussi contra Cotagro, de Bengolea,
que ingresó el 19 de febrero de 2015. La segunda es la de Adela
Iglesias contra la firma Planta Segura, de la familia Elorza, de
Ucacha, generada el 9 de noviembre del mismo año”, puntualizó el
abogado que patrocina a los damnificados por la contaminación.
El letrado indicó
que lo novedoso de estas dos demandas es que se valieron de una
figura introducida por el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación, la de acción preventiva.
“Con el viejo
Código Civil, por lo general se accionaba por daños y perjuicios
una vez consumados y, luego de haberlos cuantificado, por lo general
se reclamaba una indemnización. A lo sumo, se podía solicitar un
amparo para hacer cesar parte de los problemas”, recordó el
profesional.
En agosto de 2015
entró en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial, que “incluye
una herramienta novedosa como la acción preventiva, que entiende que
la responsabilidad civil no sólo consiste en reparar el daño, sino
también evitarlo”, señaló Barizoni.
“No es
necesario que exista una acción dolosa o culposa”, agregó el
letrado.
Por el contrario,
según explicó, el objeto de esta acción es “hacer cesar los
daños actuales y prevenir los que puedan seguir ocurriendo en el
futuro”.
Falta de
celeridad
Más allá de
esto, el abogado se quejó de la falta de celeridad de la Justicia,
que atribuyó a la escasa experiencia que existe en el manejo del
nuevo código.
“Este tipo de
expedientes deberían ser mucho más expeditivos. El problema es que
los jueces no estaban preparados para este tipo de presentaciones, y
a un recurso que debe tener un tratamiento expeditivo le dieron
tratamiento ordinario”, señaló.
En el mismo
sentido, resaltó que “demoraron más de lo que deberían haber
tardado”.
Casos típicos
¿Son conflictos
que se dan por el crecimiento de los pueblos?
Son dos casos muy
similares, porque Bengolea y Ucacha están divididas en dos áreas:
una de uso residencial y la otra, industrial. En ambos casos, el
problema es que nuestros clientes viven en el límite de las dos
zonas, y sus casas está pegada a las plantas cerealeras. Cerealeras
que empezaron con un silo, hoy son grandes plantas, con un movimiento
infernal de granos y de camiones. Tanto en el caso de Bengolea como
en Ucacha, las viviendas de estos vecinos han quedado al lado y
realmente viven un calvario.
En otro orden de
cosas, Barizoni recordó que, poco tiempo atrás, iniciaron acción
preventiva contra la Provincia y la Comuna de Pincen, en
representación de la firma Iribarne e Iribarne, para evitar que se
reactive uno de los canales aliviadores que ya había inundado uno de
lo campos de su propiedad.
Fuente:
Denuncian que se enfermaron por ser vecinos de plantas cerealeras, 04/07/17, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 06/07/17.
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