El
valor es anual y más bajo que el de la ciudad de Buenos Aires. La
mitad proviene del consumo energético de los edificios. Otro tercio
lo aporta el transporte y el resto es generado por los residuos y las
cloacas.
La
ciudad de Córdoba emite 5,1 millones de toneladas de dióxido de
carbono (CO2) al ambiente al año. Esa es nuestra contribución
negativa para motorizar el cambio climático. Representa el 1,4 por
ciento de las emisiones totales del país.
Los
datos fueron relevados por la Municipalidad y forman parte de
diferentes acciones a las que el Gobierno local se ha comprometido
luego de firma el Pacto de los Alcaldes contra el cambio climático.
El
inventario de gases de efecto invernadero (GEI) fue realizado con
datos de 2014. Según la estimación poblacional de ese año, la
emisión per capita de un cordobés fue de 3,6 toneladas anuales.
Como
referencia, un auto sedán compacto que realiza 20 mil kilómetros al
año emite 3,4 toneladas de CO2. La tasa cordobesa por habitante es
1,1 toneladas más baja que la informada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (4,7), la otra urbe argentina que presentó su
inventario en el marco de este pacto internacional.
“Es
una herramienta fundamental para saber dónde estamos parados para
luego plantearnos metas y acciones para reducir las emisiones”,
indicó Sebastián Roca, subsecretario de Ambiente de la
Municipalidad.
Y
explicó que se utilizó una metodología definida por el pacto y que
se aplica a nivel mundial. “Se trabajó desde las distintas áreas
municipales, como Ambiente, Tránsito y Residuos. Se formó un equipo
interdisciplinario, con apoyo desde Buenos Aires”, manifestó.
Otras
ciudades dentro del acuerdo presentaron cifras mucho más altas. Por
ejemplo, Washington, la capital de Estados Unidos, tiene una emisión
anual per capita de 12,5 toneladas. Para Johannesburgo (Sudáfrica) y
Auckland (Nueva Zelanda), las emisiones son de 6,2 toneladas anuales
por habitante. Por otro lado, Madrid tiene una tasa de emanaciones
más baja; 2,9. Con 1,6 toneladas anuales por habitante, es más baja
aún la tasa Bogotá.
El
informe presentado por la ciudad de Córdoba también detalla de qué
sectores provienen esas emisiones. Los edificios, tanto por lo que
consumen en electricidad como en climatización, son responsables del
52 por ciento de las emisiones.
El
transporte genera el 32 por ciento de los GEI, mientras que los
residuos, tanto sólidos como cloacales, producen el restante 17 por
ciento. “Estamos dentro de los valores que tiene otras ciudades en
cuanto a los porcentajes que emite cada sector”, indicó Roca.
Siguiente
paso
Córdoba
se sumó al Pacto de Alcaldes en 2014. Hay otras 79 ciudades
argentinas que firmaron el acuerdo, pero hasta ahora sólo Córdoba y
Buenos Aires realizaron su inventario de GEI.
La
capital del país también detalló un compromiso para reducir en un
30 por ciento sus emisiones para 2030, respecto de los valores que se
alcanzarían si no se tomara ninguna medida. Córdoba debería dar
ese paso este año, para cumplir con el pacto.
“La
meta de Buenos Aires es muy ambiciosa si se la compara con la
propuesta presentada por Argentina en el acuerdo de París que fue
del 18 por ciento”, aseguró Roca.
El
funcionario explicó que Córdoba es miembro fundadora de la Red
Argentina de Municipios contra el Cambio Climático (Ramcc), la cual
presentará una meta unificada de reducción de emisiones.
“El
objetivo es que sea consensuada y, seguramente, será más cercana a
la fijada por el Gobierno nacional”, detalló Roca.
El
funcionario mencionó las medidas que ya está realizando el
municipio con el objetivo reducir las emisiones de GEI. Por ejemplo,
el cambio del alumbrado público por luces led y la incorporación
del Solo Bus, el cual mejora la eficiencia en el consumo de
combustible en el transporte.
También
destacó el plan para seguir construyendo ciclovías y el proyecto de
la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los
Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolitana de Córdoba
(Cormecor) para el tratamiento de los residuos.
Roca
reconoció que, comparada con Buenos Aires, Córdoba está retrasada.
“Tenemos un retraso de acción en políticas de Estado, sobre todo
ambientales, que viene de gestiones anteriores”, señaló.
Prioridad
en la adaptación
Edgardo
Suárez, codirector del Instituto de Arquitectura Sustentable del
Colegio de Arquitectos de la Provincia, destacó: “Es inobjetable
la necesidad de ponernos al día en materia de medir y documentar los
procesos que están detrás de las emisiones de GEI”.
“Pero
sin dudas, darles sentido real a estos datos empieza a ser una cuenta
pendiente que debe ser abordada valientemente y a pesar de su
complejidad y de los costos políticos asociados”, aseguró el
directivo.
Faltan
políticas de Estado en la materia. El experto Edgardo Suárez
advierte de que faltan políticas de Estado y de acción concreta en
la lucha contra el cambio climático. “Las prioridades más
urgentes están en el área de la adaptación inmediata frente a los
impactos climáticos extremos, primero, y de prevención, a mediano
plazo, de los efectos severos y permanentes de ellos”, detalló
Suárez.
Los
números del retraso
La
mejor forma de reducir emisiones en este sector es promoviendo un
transporte público eficiente que seduzca a los vecinos, para que así
dejen de usar sus vehículos particulares. También promoviendo el
uso de bicicletas. Para ello, los cordobeses demandan vías
selectivas como bicisendas y ciclovías.
por
Lucas Viano
El
inventario de gases de efecto invernadero que realizó Córdoba
también sirve como radiografía de las carencias urbanas que tiene
nuestra ciudad.
El
primer dato es el alto porcentaje de emisiones que provienen del
sector de residuos y cloacas: 17 por ciento, contra el 13 de la
ciudad de Buenos Aires y valores de otras ciudades del mundo por
debajo del 10 por ciento. En Washington, este sector emite sólo el
dos por ciento de los GEI.
Este
número frío demuestra el deficiente sistema de recolección y
tratamiento de residuos sólidos urbanos y las notorias fallas que
tiene la planta de tratamiento de líquidos cloacales de nuestra
ciudad.
Por
otro lado, casi un tercio de las emisiones cordobesas proviene del
transporte, otro rubro que debería avergonzarnos.
La
mejor forma de reducir emisiones en este sector es promoviendo un
transporte público eficiente que seduzca a los vecinos, para que así
dejen de usar sus vehículos particulares. También promoviendo el
uso de bicicletas. Para ello, los cordobeses demandan vías
selectivas como bicisendas y ciclovías.
Otra
medida que ha resultado efectiva para reducir los GEI es tener una
política activa y sustentable en el uso del suelo. Los expertos
hablan de redensificar, es decir, evitar que la ciudad se disperse y
restaurar las zonas degradadas.
Pero
el uso de suelo en la ciudad de Córdoba es dirigido en gran medida
por el sector inmobiliario, que casi nunca tiene en cuenta estos
criterios.
No
todo es negativo. Algunas de estas acciones se están asomando en la
política urbana cordobesa. Quizá se comenzó tarde y se marcha a
media máquina.
Esperemos
llegar a tiempo, antes de que el cambio climático se vuelva una
fuerza natural imparable y tome el control definitivo de la ciudad.
El
campo, protagonista de las emisiones nacionales
El
sector edilicio (residencial, público y comercial) aporta el 19,3
por ciento por sus consumos en electricidad, combustibles y por la
generación de residuos sólidos y cloacales.
A
nivel nacional, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
marcan el perfil agropecuario del país. El 42,6 por ciento de los
GEI vienen del campo, ya sea en la producción de ganado, en la
agricultura y por la deforestación derivada de estas prácticas.
Las
vacas generan emisiones de metano en el proceso de fermentación que
ocurre en su estómago. Este proceso es el responsable del 14,6 por
ciento de las emisiones. La deforestación (cambio de uso de tierra),
que generalmente se realiza para ganar suelos agrícolas o ganaderos,
representa el 13,1 por ciento de las emisiones.
En
tanto, el 23,1 por ciento de las emisiones está asociada a la
industria, ya sea por la electricidad y gas que consume o por las
emanaciones que se producen durante procesos industriales,
especialmente mineros, petroleros y químicos.
El
transporte genera el 14,7 por ciento de las emisiones. Aquí se
incluye no sólo el uso que se les da a los vehículos en las
ciudades, sino también el transporte de cargas terrestre, marino y
aéreo que ocurre dentro del territorio nacional.
El
sector edilicio (residencial, público y comercial) aporta el 19,3
por ciento por sus consumos en electricidad, combustibles y por la
generación de residuos sólidos y cloacales.
Fuentes:
Cada cordobés emite 3,6 toneladas de gases de efecto invernadero, 12/06/17, La Voz del Interior.
Lucas Viano, Los números del retraso, 12/06/17, La Voz del Interior.
El campo, protagonista de las emisiones nacionales, 12/06/17, La Voz del Interior.
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