por Milagros
Salazar
TARAPOTO, Perú,
2 may 2017 (IPS) - La corrupción entró en la Amazonia como una
enfermedad que lo contagia todo, reflexionó Ruben Siqueira,
coordinador de la brasileña Comisión Pastoral de la Tierra (CPT),
durante el VIII Foro Social Panamazónico (Fospa), que congregó en
la selva peruana a representantes de la sociedad civil de ocho
países.
Con la
participación de más de 1.600 asistentes que llegaron hasta
Tarapoto, capital del amazónico y norteño departamento de San
Martín, la tarde del 1 de mayo concluyó el Foro con 24 propuestas
para proteger los bosques, el agua, la tierra y los derechos de las
poblaciones indígenas en la región.
En la Carta de Tarapoto, los representantes de los movimientos sociales, líderes
indígenas y de la academia acordaron luego de cuatro días de
trabajo, entre otros puntos, “denunciar y luchar contra la
corrupción relacionada al modelo extractivista y los megaproyectos
de explotación de la Amazonia y el Ande”.
El acuerdo se
aprobó como resultado del debate sostenido desde el 28 de abril en
nueve mesas de trabajo, en el que sobresalió la denuncia de los
hechos de corrupción y el impacto social, ambiental y económico de
las obras ejecutadas por las empresas brasileñas investigadas en el
megacaso de “Lava Jato (autolavado de vehículos)”.
“Las propuestas
y conclusiones del Fospa serán entregadas a las autoridades de las
diversas instituciones del Estado de cada país que toman decisiones
sobre estos temas”, explicó a IPS uno de los organizadores del
encuentro, Ismael Vega, director ejecutivo del peruano Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica.
Aunque la
investigación Lava Jato comenzó en Brasil hace tres años, el caso
tiene sus conexiones en una docena de países de América Latina y
África donde el conglomerado Odebrecht y otras compañías brasileñas pagaron sobornos multimillonarios a altos funcionarios
públicos para obtener las licitaciones de las obras, varias de ellas
ejecutadas en el territorio amazónico.
Los directivos de
Odebrecht confesaron que pagaron sobornos de cerca de 800 millones de
dólares por las obras que ejecutaron en estos países entre 2001 y
2016, lo que le facilitó ganancias por más de 3.000 millones de
dólares, de acuerdo al documento difundido por el Departamento de
Justicia de los Estados Unidos en diciembre de 2016.
Los pagos se
hicieron para obras en Brasil, Argentina, Angola, Panamá, República
Dominicana, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala, Venezuela y
Mozambique.
En la lista están
cinco de los ocho países amazónicos, de donde provinieron los
representantes de los movimientos sociales, las organizaciones
indígenas e investigadores que acordaron denunciar y enfrentar
conjuntamente estos hechos ilícitos en el encuentro de Tarapoto.
Ellos son Brasil,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, que conforman la cuenca
amazónica junto con Bolivia, Guyana, Suriname, además del
territorio de la Guayana Francesa, que también integra el Fospa y
cuyos representantes estuvieron presentes en Tarapoto.
En Perú, donde
las investigaciones de la Fiscalía local presentan los mayores
avances después de Brasil, la construcción de la carretera
Interoceánica Sur, que conecta este país con Brasil desde el océano
Pacífico hasta el océano Atlántico, atravesando regiones de la
Amazonía y los Andes.
Para ganar la
licitación de esa obra, Odebrecht confesó haber pagado al menos 20
millones de dólares en sobornos durante el gobierno del expresidente
Alejandro Toledo (2001-2006) y la Fiscalía peruana continúa
investigando los pagos ilegales de otra compañía brasileña,
Camargo Correa, por la misma construcción.
“La corrupción
es sistémica: está presente en la construcción de megaproyectos,
en la extracción de maderas con identificación y certificados
falsos, en los proyectos de las industrias extractivas y en leyes que
favorecen a estas inversiones”, apuntó Siqueira, el coordinador
de la brasileña y católica CPT a IPS.
Siqueira y otros
representantes latinoamericanos destacaron las cifras alarmantes de
asesinatos a líderes ambientales. La CPT reportó que en 2016 se
asesinaron a 61 líderes en Brasil, de los cuales 47 pertenecían a
la Amazonia.
Olga Suárez, de
la asociación colombiana Minga, también denunció el asesinato de
líderes ambientales en su país y que las investigaciones sobre
estos casos en la Fiscalía de Colombia pueden tomar hasta 25 años.
“Hay mucha demora e impunidad”, aseguró a IPS.
Como parte de los
24 acuerdos del VIII Fospa se señaló la necesidad de poner fin a
“todo tipo de violencia contra las mujeres tanto de las comunidades
como fuera de ellas, en especial de las mujeres defensoras de
derechos”.
También se
exigió que los Estados “se aparten de los preceptos religiosos a
la hora de aprobar leyes y decidir las políticas públicas que
afectan” los derechos, cuerpos y territorios de las mujeres.
El reconocimiento
de los derechos colectivos, de los territorios de los diferentes
pueblos originarios, así como de sus saberes ancestrales, fue otro
eje central de las propuestas.
En esa línea, se
dmandó a los Estados revindicar los conocimientos de los ancianos de
las comunidades y también respetar y reconocer las propuestas de los
niños y jóvenes en el cuidado de los bienes de la naturaleza.
En forma
simultánea a las mesas de trabajo del Foro, cerca de 200 jóvenes se
reunieron en el municipio de Lamas, a media hora por carretera de
Tarapoto, para recorrer diversas zonas afectadas por la contaminación
y conocer las experiencias de las comunidades en el cuidado de los
bosques y las fuentes de agua.
Entre los
adolescentes que llegaron de diversas regiones de Perú, estaba el
quechua Jhanmarco Flores Humaní, de 13 años y originario del andino
y sureño departamento de Ayacucho, una de las zonas más golpeadas
en los años de la violencia armada que vivió Perú (1980-2000).
Jhanmarco es un
criador de lagunas, mediante el represamiento del agua de la lluvia,
como una respuesta vital en tiempos de sequía. Él es el presidente
de la red de jóvenes del centro poblado ayacuchano de Quispillacta.
“El Apu
(espíritu de las montañas, en quechua) me habla, me dice en mis
sueños cómo cuidar los ojos de agua, cómo criar las lagunas”,
narró Jhanmarco a IPS, en su primer recorrido por la Amazonia, a la
que anhela poder volver.
Editado por
Estrella Gutiérrez
Fuente:
Milagros Salazar, Expulsar la corrupción para defender la Amazonia, pide foro social, 02/05/17, Inter Press Service. Consultado 06/05/17.
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