En los últimos
30 años, Embalse se limitó a ver cómo esa unidad estatal
desvanecía, mientras el sector turístico privado local nunca logró
despegar. La evolución contrasta con la de otras localidades de
Calamuchita que, desde el sector privado, generaron un boom de
inversiones en alojamiento que Embalse casi no vio. Embalse espera por sus hoteles estatales.
En la década de
1950, cuando las localidades del valle de Calamuchita recién
delineaban sus primeros loteos, Embalse parecía correr con ventaja
en el desarrollo turístico: tenía en su patio el dique que cambió
el paisaje de la zona y el enorme complejo hotelero estatal se
estrenaba y era noticia en el país.
En los últimos
30 años, Embalse se limitó a ver cómo esa unidad estatal
desvanecía, mientras el sector turístico privado local nunca logró
despegar. La evolución contrasta con la de otras localidades de
Calamuchita que, desde el sector privado, generaron un boom de
inversiones en alojamiento que Embalse casi no vio.
Las plazas de
alojamiento de Embalse en hoteles y cabañas suman hoy 1.400, sin
contar el complejo estatal. Villa General Belgrano ofrece casi seis
mil y Santa Rosa roza las nueve mil. También pueblos más pequeños
como Villa del Dique, Rumipal y Los Reartes superan la capacidad de
Embalse. Hasta comunas como Ciudad Parque cuentan hoy unas 1.600
camas para ofrecer, sin contar campings ni casas de alquiler.
Desde hace un
año, la obra de extensión de la vida útil de la Central Nuclear
generó un “veranito económico” en Embalse. Además de las
personas que consiguieron trabajo (de los cuatro mil ocupados unos
mil son embalseños), varios establecimientos hoteleros y de cabañas
fueron alquilados de forma permanente por esa actividad. Pero la obra
tiene fecha de caducidad: en un año ya no serán cuatro mil sino que
volverán a los 700 empleados fijos de la planta.
Fuente:
Baja inversión privada en el pueblo, 13/05/17, La Voz del Interior. Consultado 13/05/17.
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