Gustavo Ferreiro
es un vecino del barrio Caleta Córdova. En diálogo con Télam,
contó el horror de ver cómo el agua arrasó por completo al
vecindario.
por Franco
Córdoba
"El agua
primero desbordó el pluvial, luego se llevó el paredón, después
el terreno y al final el departamento de mi hija; se salvaron las
rejas pero no alcanzamos a sacar nada más", contó a Télam
Gustavo Ferreiro, que vive en el barrio Caleta Córdova de Comodoro
Rivadavia, que fue arrasado por las lluvias torrenciales.
Ferreiro conversó
con Télam mientras trabajaba con sus vecinos del barrio Caleta
Córdova para apuntalar los terrenos y propiedades que aún no fueron
afectados por los deslizamientos de barro y agua pero que se
encuentran en riesgo inminente ante un nuevo alerta emitido por el
Servicio Meteorológico Nacional que estima que entre mañana y el
sábado lloverán cerca de 120 milímetros en esa zona.
El barrio Caleta
Córdova se anegó cuando la traza de cerca de 150 metros que unía
ese lugar con "Kilómetro 8" fue destrozada por un
deslizamiento de barro que provocó el desborde de un canal pluvial y
partió la vivienda de Ferreiro arrasando con un departamento y casi
30 metros cuadrados de patio.
El vecino contó
a Télam que "el agua se llevó todo y estoy con bronca porque
el mar nos quitó el césped, la ropa, nuestras cosas; no importa
tanto la plata, sino el trabajo que uno hace en el terreno. Cuesta
mucho hacer que el césped crezca en un suelo con barro".
"Esto era un
pozo, vivimos rellenándolo y de un momento a otro, se va",
remarcó este hombre padre de dos mujeres, quinta generación de
pobladores de 'Caleta', en un lugar de suelo con napas gredosas y sin
filtración de agua.
Una de las
pérdidas más importantes para este tatuador y albañil fue un
pequeño departamento que conformaba su terreno, donde vivían su
hija y yerno, junto a un paredón que ocupaba el perímetro de su
vivienda.
"La marea
con barro y agua empezó a subir, pero en un momento comenzó a bajar
barro y agua por el pluvial y comenzó lo peor", manifestó.
"Primero se
llevó el pluvial, luego el paredón, el terreno y después el
departamento; se salvaron las rejas pero no alcanzamos a sacar nada
más", agregó, mientras contenía las lágrimas.
Ferreiro indicó
que trabaja a contrarreloj al costado de su casa con "algunos
buenos vecinos" , palas, cucharas de albañil y baldes para
apuntalar lo que queda ante posibles nuevas tormentas.
"Estamos
metiendo autos, chatarra y escombros, todo lo que encontramos
tiramos", explicó mientras mira por la ventana como está la
marea, ya que perdió más de 30 metros cuadrados de fondo hasta
llegar al mar.
Ferreiro lamentó
que además de las pérdidas del terreno y del departamento donde
vivían su hija y yerno, haya sufrido también el robo de los
escombros del departamento, hierros estructurales, chapas y bloques
que estaban sobre la costa y que eran de un vecino lindante.
"Te da
bronca, porque mientras hay familias que están juntando sus cosas
hay otras que llegan, otros te levantan lo que es tuyo; cada cual
sabe cómo actúa, porque mientras yo perdía todo, estaba ayudando a
la gente, pero hay uno que ve todo", completó.
Al menos 1.600
evacuados y casi 6.000 autoevacuados por el temporal que azotó a la
ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia el miércoles pasado
atraviesan momentos de angustia y desazón profundizados por el
alerta meteorológico emitido por el Servicio Meteorológico Nacional
y estima que entre mañana y el sábado lloverán cerca de 120
milímetros en esa zona.
Se estima que
podría haber precipitaciones de entre 70 y 120 milímetros,
especialmente en el norte de Santa Cruz, donde el agua estará
acompañada por vientos fuertes del sector este.
Fuente:
Franco Córdoba, El hombre que vio cómo el temporal se llevaba la casa de su hija, 05/04/17, Télam.
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