En el Gran
Córdoba, una decena de sitios acumulan toneladas de residuos que
pueden poner en riesgo la salud y el ambiente.
por Lucia
Guadagno
Lo que usamos y
desechamos no desaparece. Va a parar a lugares donde se acumulan
toneladas de residuos que pueden convertirse en amenazas para la
salud y el medio ambiente.
Una luz de alerta
se encendió la semana pasada, cuando Taym, una de las mayores
plantas de tratamiento de residuos peligrosos de Córdoba, se inundó
y el aluvión arrastró desechos hacia el canal Los Molinos-Córdoba,
que abastece de agua al 30 por ciento de la ciudad.
En el Gran
Córdoba hay al menos nueve plantas autorizadas a tratar residuos
tóxicos, según el Registro de Generadores y Operadores de Residuos
Peligrosos del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de
la Provincia.
Dos de ellas
concentran el mayor volumen: Taym, ubicada a 20 kilómetros al sur de
la Ciudad -ahora cerrada en forma preventiva- y Geocycle, en
Yocsina. Esta última procesó 90 mil toneladas de residuos el año
pasado, según informó la firma. En cuanto a Taym, ni la empresa ni
la Secretaría de Ambiente de la Provincia respondieron a las
consultas sobre el volumen tratado.
Los procesos que
aplican estas plantas son distintos. Taym realiza la disposición
final en celdas o fosas. En cambio, Geocyle -antes Ecoblend-
incorpora los residuos a la producción de cemento.
Geocycle
pertenece a la cementera Lafarge Holcim y aplica un método
denominado coprocesamiento. Somete los residuos a altas temperaturas
en hornos cementeros y los aprovecha incorporándolos a la materia
prima o utilizándolos como combustible, explicaron a Día a Día.
Ambas plantas
tratan basura generada no sólo en Córdoba, sino también en otras
provincias.
A menor escala,
también manejan estos residuos IBS y Quimiguay, sobre la ruta
nacional N° 19.
Por otro lado,
Reciclar Ingeniería Ambiental, en Villa Esquiú, recupera
hidrocarburos y solventes de la industria automotriz. Procesan 20 mil
litros por mes, informó la empresa. Y Forbat y Facsa, que también
figuran en el listado de la Provincia, se dedican al sector de
acumuladores, baterías y pilas.
Patógenos
Los desechos de
clínicas y hospitales se tratan en Lobo Ambiental y Repat, las dos
empresas autorizadas. Lobo se encuentra en Estación General Paz, 35
kilómetros al norte del centro de la Ciudad. Repat, en Toledo, 13
kilómetros al sur.
Nucleares
En Alta Córdoba
hay enterradas 57 mil toneladas de residuos nucleares. El “chichón”
de Dioxitek, la empresa estatal que produce dióxido de uranio, aún
no está resuelto. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)
y la Municipalidad quieren trasladar esos residuos a Los Gigantes,
pero la Provincia quiere tratarlos ahí mismo. Los Gigantes es una de
las reservas hídricas más importantes de Córdoba, en el valle de
Punilla, 45 kilómetros al oeste de Villa Carlos Paz. Allí hay una
mina de uranio que cerró en 1990 y que todavía no fue remediada por
la CNEA.
El defensor del
Pueblo de la Provincia, Mario Decara, expresó el miércoles pasado
su rechazo al traslado de los desechos. “Trasladar los residuos de
uranio de Alta Córdoba a Los Gigantes es inaceptable”, dijo. “Les
vamos a expresar a la CNEA, por las vías que corresponda, que de
ninguna manera queremos ni vamos a permitir que esos residuos puedan
ingresar al departamento Punilla por las consecuencias que podrían
surgir de ese traslado. Decidida y definitivamente todos los que
estamos acá involucrados en la temática nos oponemos a ese
traslado”.
Javier Britch,
secretario de Ambiente provincial, adelantó a este diario en febrero
que ni el área de Minería ni de Ambiente de la Provincia
autorizarán el traslado. “Esos residuos tienen que ser tratados in
situ, en Alta Córdoba, por más que sea más costoso”, dijo.
Al sur, los
domiciliarios
Al sur de la
Capital, aún no se terminó de remediar el predio Potrero de Estado,
en Bouwer, donde se enterraron residuos sólidos urbanos entre 1981 y
2010. Hay 10 millones de toneladas acumuladas allí.
A sólo 4,5 km,
el actual vertedero, Piedras Blancas, no da más. Recibe 720 mil
toneladas al año y ya agotó su capacidad. Por eso, la corporación
Cormecor (que integran la Capital, nueve municipios y el sindicato de
recolectores Surrbac) avanza en la instalación de un complejo
ambiental que incluye un enterramiento sanitario a pocos kilómetros
de allí. Vecinos agrupados en Santa María Sin Basura rechazan la
instalación de un nuevo basural en la zona, donde también está
instalada Taym.
Al oeste. Otro
foco es el basural de Carlos Paz, en Malagueño. Cada verano, se
incendia.
Aguas negras
Las aguas
servidas son otro capítulo sin resolución para muchos vecinos de la
ciudad.
El caso
paradigmático es el de Villa El Libertador, donde la altura de las
napas freáticas y los pozos negros al máximo de su capacidad
provocan hundimientos a diario. Se hacen huecos y rajaduras en las
viviendas, las aguas afloran y ponen en riesgo la salud de las
personas.
Fuente:
Desechos que nos acechan, 08/04/17, Día a Día.
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