Los contratos
definitivos se tienen que firmar en diciembre, pero en el gobierno
afirman que es probable que se cierren en marzo, cuando Macri viaje a
Beijing. La construcción de la quinta central se postergaría como
mínimo hasta 2019.
por Fernando
Krakowiak
La construcción
de la central nuclear Atucha III recién comenzaría en el segundo
semestre del año próximo y el proyecto de la quinta planta quedaría
en suspenso como mínimo hasta 2019. “El MOU (Memorando de
Entendimiento) dice que los contratos se tienen que firmar en
diciembre, pero como el presidente Macri viaja a Beijing en marzo es
probable que se firmen en ese momento. Por lo tanto, Atucha III
empezaría a construirse en la segunda mitad del año que viene”,
señaló a Página/12 una fuente oficial. El acuerdo con China es
para la puesta en marcha de dos centrales, pero Argentina quiere
demorar lo más posible el inicio de la quinta. “Nucleoeléctrica
no está en condiciones de construir dos centrales al mismo tiempo.
Por eso pedimos que haya una demora entre el inicio de la
construcción de Atucha III y de la quinta central. China le comunicó
a Macri en la última cumbre del G20 que aceptan 18 meses de demora,
pero nosotros queremos que sean 24 meses”, agregó la misma fuente.
El acuerdo con
China lo cerró el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El 18
de julio de 2014, el entonces ministro de Planificación, Julio de
Vido, dio el puntapié inicial al firmar con el director de la
Administración Nacional de Energía de China, Xu Xinxiong, un
convenio de cooperación para la construcción de una cuarta y una
quinta central, que se sumarán a Embalse, Atucha I y Atucha II. A
partir de entonces, se comenzaron a negociar los detalles y el 15 de
noviembre del año pasado ambos países le pusieron la firma a los
convenios técnicos y comerciales de Atucha III en la ciudad turca de
Antalya. Además, en aquel encuentro se acordó la versión final del
contrato marco entre Nucleoeléctrica y China Nacional Nuclear
Corporation por la quinta central nuclear, que establecía los
lineamientos generales sobre los que se deberían desarrollar a
futuro los contratos comerciales y financieros para su construcción.
Atucha III será
un reactor de uranio natural y agua pesada para aprovechar la
experiencia y los recursos que el país tiene en esa área luego de
haber concluido Atucha II. Sin embargo, el interés principal de los
chinos era venderle al país su reactor PWR de uranio enriquecido y
agua liviana, tecnología hacia la cual Argentina tiene decidido
migrar pero de modo gradual. Para conformar a ambas partes, el
acuerdo contempló financiamiento chino para la construcción de una
cuarta central de uranio natural y agua pesada de 760 MW y una quinta
de uranio enriquecido y agua liviana de 1000 MW.
Inicialmente
estaba previsto que las obras comenzaran este año, pero luego del
cambio de gobierno el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y
el subsecretario del área, Julián Gadano, confirmaron que durante
2016 no habría novedades porque se estaban revisando los contratos.
Como parte de esa revisión, propusieron avanzar primero con la
central que menos interés les genera a los chinos y postergar dos
años la que más los seduce. No parece una oferta muy tentadora,
pero aseguran que del otro lado se mostraron abiertos al diálogo y
finalmente llegarán a un acuerdo.
Dentro del
gobierno remarcan que la postergación de la quinta, no sólo obedece
a las limitaciones de Nucleoeléctrica para avanzar con ambas
centrales al mismo tiempo. También quieren ganar tiempo para
buscarle una nueva ubicación a esa quinta central ya que el objetivo
es no instalar otro reactor en Zarate. Por ese motivo, se creó un
comité técnico liderado por la Comisión Nacional de Energía
Atómica que deberá recomendar un abanico de sitios alternativos.
El gobierno
también tomó la decisión de reactivar la planta industrial de agua
pesada ubicada en las afueras de la ciudad de Neuquén. Hoy se dará
inicio al proceso de puesta en marcha y el plan es que este mes ya se
obtenga la primera gota de agua pesada. La planta produce unas 56
toneladas por año con una línea de producción. A ese ritmo es
imposible que se lleguen a producir las 500 toneladas de agua pesada
que demandará Atucha III. Por lo tanto, se está evaluando sumar una
segunda línea de producción.
Fuente:
Fernando Krakowiak, Atucha III todavía sigue en suspenso, 03/10/16, Página/12. Consultado 04/10/16.
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