Una casa que se hunde como en arenas movedizas. Foto: gentieza gobierno de San Luis |
Un nuevo río, aluviones y napas que se transforman en arenas movedizas afectan a las inmediaciones de la localidad puntana; el gobierno apunta a los productores agropecuarios y lanzó un plan de forestación mientras los expertos hablan de multicausalidad.
por Laura Rocha
Cambio del suelo,
nuevo régimen de lluvias, infraestructura inadecuada y saturación
de las napas dejaron a la Cuenca del Morro, en San Luis ante un
desequilibrio hídrico que puso en emergencia a la región. Si bien
el nuevo escenario comenzó en 1985 cuando el Río Nuevo se abrió
paso entre las serranías, este año se precipitaron las medidas
oficiales antes el avance del fenómeno.
Así, de un día
para otro, los pobladores ven que aparecen cursos de agua entre la
tierra o que la napa sube y desestabiliza todo aquello que esté
construido en el suelo. Hoy hay afectadas unas 370.000 hectáreas y
el gobierno de San Luis apunta directamente a los productores
agropecuarios a quienes acusa de "sojizar" las laderas del
morro y a quienes obligó a presentar un plan de recambio en el uso
del suelo al tiempo que lanzó un plan de forestación de la zona.
"Lo más
importante es el cambio en los usos del suelo a través de prácticas
sustentables; la forestación sola no alcanza. Tenemos que pintar de
verde el morro, hoy los campos están pelados. La soja ese terreno
queda sin cobertura vegetal", indicó Cristian Moleker, ministro
de Producción y Ambiente de San Luis.
El funcionario
reconoce que la problemática tiene más de 30 años, sin embargo
asegura: "Fue ampliándose la frontera agropecuaria y
paralelamente se fue manifestando de manera mucho más drástica la
subida de la napa freática A final de los 80 hubo alguna
manifestación física pero nada que hiciera pensar que se iba a
agravar".
La explicación
oficial sostiene que el suelo no puede absorber la cantidad de agua
que generan las precipitaciones y los acuíferos, entonces cede. Pero
la problemática ya había sido advertida hace 30 años. En julio de
1985 el ingeniero Luis Echavarría presentó un amplio informe ante
el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá sobre los desastres que
provocaba el afloramiento de aguas en campos de la zona sur este del
El Morro.
En esa ocasión,
Echevarría, por entonces funcionario del área de Agricultura de la
Provincia, pidió al gobierno que hiciera un estudio profundo de la
situación y comenzara realizar las obras tendientes a frenar los
daños del fenómeno. Pero los estudios no se hicieron y,
consecuentemente, las obras nunca se realizaron. La situación se
volvió a repetir en el año 2000 con las intensas lluvias y explotó
el verano de 2008 con el anegamiento de las rutas nacionales Nº 7 y
Nº 8.
Fuente:
Laura Rocha, Un desequilibrio hídrico pone en emergencia a Villa Mercedes, en San Luis, 27/09/16, La Nación. Consultado 29/09/16.
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