El Diputado
Hernández sostuvo que “Dioxitek sigue siendo una decisión ilegal
e irracional, sigue siendo una empresa manipula y produce material y
residuos radiactivos”.
El Diputado
nacional se refirió a Dioxitek y dijo que su posición no depende de
los cambios de gobiernos, solo de sus convicciones.
Ante el avance de
las obras que muestran continuidad sin cambios en relación a esta
decisión política, el diputado nacional de Cambiemos, Martín
Hernández sostuvo que “Dioxitek sigue siendo una decisión ilegal
e irracional, sigue siendo una empresa manipula y produce material y
residuos radiactivos; y sigue siendo también la misma empresa que la
echaron a patadas de Córdoba, y le cerraron las puertas en otras
localidades de esa provincia, como así también de Mendoza y de La
Rioja. Yo no quiero una industria radiactiva ni nuclear en mi
provincia, mas aún cuando tenemos un enorme potencial en energías
renovables.”
Y digo esto
porque, a diferencia de muchos, nuestras opiniones no dependen de ser
oficialistas u opositores, el compromiso para que esta planta de
dióxido de uranio no se instale en Formosa sigue firme, y no nos
quita el sueño estar en desacuerdo en este tema con nuestro
gobierno, que por el momento no ha decido todavía dejar atrás esta
aventura.
Asumimos el
compromiso político de que en la nueva argentina comenzaría un
camino de respeto a los formoseños, de vincular las decisiones
políticas a la legalidad, a la transparencia, a la participación
ciudadana, a la racionalidad, al respeto por la vida y el ambiente,
lejos de toda idea de atropello y a la falta de consulta en un marco
de negociados y procesos oscuros, y trabajamos para que el gobierno
nacional revierta esta decisión.
La continuidad
administrativa de una decisión política, no la excluye de
cuestionamientos, pues las decisiones pueden ser revertidas,
corregidas y reorientadas, como se ha hecho cambiando el rumbo en
muchas cuestiones, y como también debería hacerse con Dioxitek,
pues esta idea nace como fruto de la arbitrariedad, de manera
inconsulta, repentina, prácticamente oculta, violando la
Constitución y las leyes, con atropellos en los que se incluye la
derogación exprés de una Ley impeditiva de la instalación de
actividades radiactivas.
Seguir con la
idea de instalar Dioxitek en Formosa es un error grave, no solo por
las consideraciones vinculadas a la legalidad y a nuestros derechos
como formoseños, e incluso también a la de las provincias por donde
se transportará el material radiactivo, sino también por la
irracionalidad económica y logística que implica -como bien lo
explicó el Diputado Nacional y ex presidente de Greenpeace Juan
Carlos Villalonga- que “el uranio llegará vía importación a
algún puerto de la Provincia de Buenos Aires y deberá ser
trasladado a Formosa, para luego ser enviado desde Formosa nuevamente
a Ezeiza (Buenos Aires) donde se fabricará el combustible. Es decir,
Formosa es la peor opción en cuanto a la logística, incrementando
transportes, costos y riesgos”.
Cuando catalogué
esto como un negociado, en mi condición de legislador provincial fui
objeto de una cuestión de privilegio en la que se me amenazaba con
sancionarme y/o excluirme de la Cámara, pero nadie explicó porque
razón tuvieron que salir a derogar furtivamente, cual ladrones que
le quitan a pueblo sus defensas, la Ley 815.
No obstante
nuestras gestiones ante el gobierno nacional para que se entienda la
irracionalidad de continuar con esta decisión, también estamos
atentos a la Justicia, pues ante la violación de nuestra
constitución y también el Convenio 169 de la OIT, el senador Luis
Naidenoff, presentó un amparo ante la Justicia Federal para frenar
esta decisión, y vamos camino a la Corte Suprema de Justicia de la
Nación para obtener un fallo que haga respetar nuestros derechos y
el de todos los formoseños.
Fuente:
Martín Hernández: “Dioxitek no debe instalarse en Formosa”, 14/08/16, Diario El Comercial. Consultado 15/08/16.
No hay comentarios:
Publicar un comentario