Una investigación
de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, dirigida por Alejandro
Crojethovich, estudia los conflictos asociados a los arroyos que
cruzan Florencio Varela y Berazategui. “El objetivo es que los
vecinos pasen de la vulnerabilidad a la organización”, explica el
especialista.
por Ignacio
Jawtuschenko
Para quienes
transitan el conurbano en auto, los arroyos pueden parecer
invisibles. Sin embargo, lejos del asfalto, quienes viven en los
barrios más vulnerables, sienten a los arroyos como una presencia
inquietante. Alejandro Crojethovich, estudioso de la ecología urbana
de la región metropolitana, doctor en Ecología y Medio Ambiente por
la Universidad Complutense de Madrid, investigador de la Licenciatura
en Gestión Ambiental del Instituto de Ciencias Sociales y
Administración de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ)
investigó, junto a un equipo, diversos aspectos de la vida al borde
de arroyos que surcan los partidos de Florencio Varela y Berazategui,
en el sur del Gran Buenos Aires: los usos que les dan los vecinos, la
problemática de las industrias y el rol de la provincia y
municipios. “El objetivo del proyecto es mejorar el vínculo con el
agua y generar una utilización sustentable de este recurso vital.
Para eso es clave mejorar la organización de los vecinos”, explicó
en diálogo con Página/12.
- ¿Qué es lo
que estudiaron?
- Hemos
estudiado de modo integral la gestión del recurso hídrico en la
región del conurbano sur de Buenos Aires, considerando al ambiente
como un sistema complejo formado por la interacción entre el medio
biofísico, la organización social, la economía, la producción, la
tecnología y la gestión institucional. Analizamos la vulnerabilidad
social hídrica y la organización que puede emerger de los
comportamientos entre la comunidad, el sector productivo y la
administración local. A partir del marco teórico de la ecología
urbana, la sustentabilidad en la ciudad es una propiedad emergente de
las interrelaciones entre tres subsistemas: el social, el económico
y el ecológico.
- Difícil
dimensionar la complejidad de semejante objeto de estudio…
- El desarrollo
urbano se ha convertido en unos de los grandes desafíos de la
humanidad. Una de cada diez personas vive en urbes. En el área de
estudio que abarca Florencio Varela y Berazategui viven 750 mil
personas. Trabajamos tres años, nos centramos en el arroyo San Juan,
que abarca los barrios de Villa Vatteone y Villa San Luis, de
Florencio Varela, y está al noroeste de un curso de agua más grande
que es el arroyo Las Conchitas. Nace en la zona rural de Varela y
desemboca en el Río de la Plata. Si bien no es un arroyo muy
extenso, el estudio sirve de ejemplo de una realidad mucho más
amplia.
- Días atrás
la ONU dio a conocer un preocupante informe sobre los males
vinculados al agua contaminada a nivel global, dijeron que hoy muere
más gente como consecuencia del agua que por efecto de toda formas
de violencia.
- Sí, la
importancia de un problema la determina la cantidad de gente
afectada, puede decirse que en nuestro país los problemas
ambientales urbanos son los que a más gente afectan directamente. Es
un tema de justicia social, ya que al hablar de un ambiente saludable
nos referimos a las condiciones de vida, al estado de la vivienda, la
ubicación de zonas residenciales con respecto a las industriales,
disponibilidad de espacios verdes y recreativos. Esas cosas marcan
las diferencias entre las zonas ricas y las pobres en nuestras
ciudades.
- ¿Estudiaron
si estaba contaminado el arroyo?
- Sí, se
hicieron muestreos de agua, relevamos las condiciones de
infraestructura, encuestamos a los vecinos para conocer las
percepciones e imaginarios sociales, su uso doméstico, la relación
del recurso hídrico con actividades agropecuarias, todo con el
objetivo de proponer desde la universidad estrategias y acciones de
manejo y gestión del territorio.
- ¿Con qué
procedimiento midieron la calidad del agua?
- Fuimos a los
arroyos, recogimos el agua y en el día se realizaron análisis
químicos para medir el DQO, demanda química de oxígeno, que da una
idea de la cantidad de oxígeno en el agua, conductividad para
conocer la presencia de sales, y si en la zona hay descargas de
productos químicos y PH.
- ¿Qué
problemas encontraron en relación al uso de los arroyos?
- Básicamente
encontramos que el arroyo no brinda ningún beneficio de importancia
para el vecino, que lo ve más bien como un problema, como agua que
está ahí, contaminada. Planteamos que debería haber algún tipo de
saneamiento para utilizar la ribera de los arroyos como lugar de
esparcimiento, hoy está asociado a problemas como inundaciones,
acumulación de basura y contaminación.
- ¿Cuál es la
causa de esa contaminación?
- El arroyo está
contaminado en muchos lados por falta de cloacas. La causa está en
los problemas de infraestructura. También encontramos que no hay una
buena relación entre el tejido empresarial local y los vecinos. Una
situación que podría ser beneficiosa, está olvidada. Nosotros como
universidad podemos ser un puente de contacto para empezar a mejorar
la situación.
- ¿Las empresas
cercanas lo contaminan?
- La relación
va desde el no uso, hasta un tipo de uso contaminante; pero esta es
una situación que se puede revertir. Hay ejemplos en muchas partes
que indican que podría haber un uso beneficioso para las empresas.
Mejorar la situación del agua puede significar mejorar la
productividad y competitividad de las empresas que utilizan el agua y
tener una imagen mejor frente a la sociedad local.
- ¿Cuáles con
los próximos pasos?
- El diagnóstico
de las otras cuencas de Varela y Berazategui, y a la vez avanzar con
talleres, reuniendo a vecinos, a industrias y al municipio para ver,
con los resultados que tenemos, qué podemos empezar a mejorar. El
uso del agua es como un disparador de una serie de cuestiones que
tienen que ver con enfermedades hídricas y falta de infraestructura.
Ya sabemos los problemas que hay, ahora avanzamos hacia una gestión
sustentable.
- ¿Cómo fueron
recibidos ustedes cuando llegaron a hacer sus estudios?
- El tejido
social ha reaccionado muy positivamente, los vecinos se han mostrado
muy atentos. Con los municipios tenemos buena relación, desde el
área ambiental de nuestra carrera con las áreas de ambiente
municipales. Esto tiene que ver con una serie de preocupaciones y
acciones de la gestión municipal vinculadas con el cambio climático.
Con respecto a las empresas hemos encontrado pocas empresas en la
cuenca del San Juan como para empezar a establecer una relación.
Ahora vamos a empezar a relacionarnos de manera más firme.
- En líneas
generales, ¿cuáles considera los principales temas ambientales
pendientes?
- Hay muchos,
algunos tienen más prensa que otros. Nuestro país, que a pesar de
su tamaño, más del 90 por ciento de la población vive en ciudades,
diría que los temas ambientales urbanos deberían ser prioritarios,
como disponibilidad de agua de calidad y sistemas cloacales, gestión
de los residuos, contaminación urbana, y falta de espacios verdes.
- Mencionó al
cambio climático, ¿cómo afectan las lluvias a la dinámica del
agua en estos barrios?
- Hay un aumento
de lluvias de mayor intensidad. Los arroyos están en zonas de baja
pendiente y escurren lentamente el agua. Las viviendas está muy
próximas a los arroyos, esto aumenta la exposición a las crecidas.
Además, como al arroyo va a parar basura, esa agua que ingresa a las
casas causa enfermedades. Las personas deben estar más informadas de
cómo actuar frente a esos fenómenos climáticos y saber organizarse
de modo sustentable.
- ¿A qué se
refiere con saber organizarse?
- Mejorar la
organización de los vecinos para que con las empresas locales y el
municipio hagan frente a los problemas, con más comunicación entre
ellos, más formación. Nuestra universidad está trabajando para
ofrecer soluciones. Por eso estamos preparando un congreso para fin
de año sobre agua y territorio, y hemos lanzamos hace unos días un
nuevo programa de estudios.
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