La entrada de uno de los canales de agua descubiertos en Palenque. Foto: INAH/ AFP |
Los arqueólogos mexicanos hallan un sistema de canales bajo la tumba de uno de los gobernantes más notables de la ciudad maya.
por Elena Reina
Cuando en 1952 se
descubrió la tumba de uno de los gobernantes mayas más notables de
Palenque (Chiapas), ya se conocía la importancia del agua para esta
civilización mesoamericana. Pero entre la frondosidad de la selva de
aquella época solo se advertían enormes templos de lo que llegó a
ser una de las capitales prehispánicas más poderosas. Más de 60
años después, los arqueólogos mexicanos han realizado un hallazgo
que cambia para siempre su historia: un sistema de canales fluviales
escondidos durante casi 1.500 años bajo tierra.
El descubrimiento
de los acueductos de Palenque, una de las zonas arqueológicas más
turísticas de México, desmiente las hipótesis anteriores sobre el
origen de su templo mayor. Hasta ahora se creía que el edificio de
más de 20 metros de altura se había construido en ese punto para
glorificar la tumba de uno de sus mandatarios más importantes:
K'nich Janaab' Pakal, que gobernó desde el 615 hasta el 683 d. C. No
obstante, los arqueólogos concluyen ahora que el templo se construyó
exactamente en ese sitio, no para señalar los restos del mandatario,
sino porque había un manantial de agua.
La cámara
funeraria de Pakal la edificó el propio gobernante sobre el sistema
hidráulico previo para identificarse con esta deidad. "Esas
aguas representan el camino del difunto gobernante hacia el
inframundo", explican los investigadores. "La cosmogonía
maya siempre asoció el agua con el origen y el fin de la vida, en
este caso se está reforzando la importancia de esa tradición",
cuenta Pedro Francisco Sánchez, coordinador del Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH).
Los arqueólogos
notaron que había unas anomalías en el suelo durante sus
exploraciones ordinarias con georradar en 2015. Al excavar alrededor
de dos metros bajo la cámara funeraria encontraron un sistema de
canales de aproximadamente 17 metros de longitud. Todavía no los han
recorrido en su totalidad, el objetivo es diseñar un robot capaz de
hacerlo sin alterar el suelo ni la arquitectura del edificio.
El director del
Proyecto Arqueológico Palenque, Arnoldo González, detalló que el
acueducto fue construido con hileras de grandes piedras talladas y
unidas unas a otras con rajuela (piedra delgada) y arcilla. De corte
cuadrado, tiene en el fondo un piso de piedra caliza que permite que
el agua fluya de manera constante. "Quizá lo más interesante
es que al momento de su descubrimiento aún circulaba agua",
indicó González.
El sistema
hidráulico muestra las capacidades arquitectónicas y de ingeniería
que poseían los mayas. "Su construcción y diseño responde a
la necesidad de drenar el agua de lluvia, proveniente de las terrazas
del templo 24, ubicado al sur, o como una manera de controlar un
arroyo subterráneo sobre el que fue edificada la tumba", cuenta
el arqueólogo.
Palenque estaba
abandonada cuando comenzó la conquista de México, pero siempre
despertó el interés de los primeros visitantes: misioneros y
exploradores. Su ubicación en mitad de la selva chiapaneca la
convierte en un paraje único que cada año atrae miles de turistas
de todo el mundo.
"Podemos
decir que tan solo se ha explorado un 2 % de la gran ciudad",
reconoce Sánchez. Las condiciones climáticas y geográficas de la
zona no permiten garantizar la conservación adecuada de los nuevos
hallazgos, según aseguran desde el organismo. El investigador
apunta: "La selva esconde muchísimos secretos. Todavía nos
esperan muchas sorpresas".
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