Un grupo de
ambientalistas de San Juan viajó a Mendoza para pedir una reunión
con las autoridades a cago del inventario de glaciares y presentaron
una nota.
por Juan Parrilla
Un grupo de
integrantes de la Asamblea Jáchal No Se Toca, que resiste a la
megaminería en San Juan, denunció que el organismo encargado de
confeccionar el inventario de glaciares modificó la definición
legal de "glaciar", lo que benefició a la empresa Barrick
Gold.
La Ley 26.639,
que prohíbe expresamente la actividad minera en ambientes glaciares
y periglaciales, fue aprobada hace casi 6 años, pero todavía no se
aplica, porque no está confeccionado el inventario de glaciares,
encargado al Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y
Ciencias Ambientales (Ianigla).
Según esa ley,
un glaciar es "toda masa de hielo perenne estable o que fluye
lentamente (…), cualquiera sea su forma, dimensión y estado de
conservación". Sin embargo, en un documento elaborado en 2010,
el Ianigla redefinió a los glaciares y, entre otras diferencias,
estableció que deben ser mayores de una hectárea.
Algo similar
ocurrió con los ambientes periglaciales, en los que también está
prohibida la actividad minera. En este caso, el Ianigla decidió
relevar solamente los "cuerpos periglaciales" y no toda la
zona.
Ambas decisiones
del Ianigla traen consecuencias concretas. "Con estas
definiciones dejan afuera, por ejemplo, al glaciar Toro 1, donde se
haría el rajo del proyecto Pascua Lama. También todo el ambiente
periglacial sobre el que está ubicado el valle de lixiviación de
Veladero, sobre el río Potrerillos, donde se produjo el último
derrame de cianuro y que ya está dañado. Y hasta excluyen el
grosero daño al glaciar Almirante Brown, también conocido como
Conconta, producido por el camino minero que va a Pascua Lama y a
Veladero, que en su parte oriental fue sencillamente seccionada por
el camino minero, pero que los especialistas de Ianigla consideran un
simple 'manchón de nieve'", explicó a Infobae el abogado
sanjuanino Diego Seguí, que asesora a los ambientalistas.
Al ser consultado
al respecto, el coordinador del inventario, Gustavo Costa, explicó a
este medio: "Metodológicamente, en todo el mundo se toman los
glaciares de más de una hectárea, porque además tiene que ver con
una cuestión tecnológica por la definición de las imágenes
satelitales. Es un estándar internacional. Igualmente, una vez que
se termine el trabajo, se va a ir viendo cómo se mejora".
En la Asamblea
Jáchal No Se TocaDenuncian una trampa para manipular el inventario de glaciares y beneficiar a Barrick Gold creen que un estándar internacional no puede
modificar una ley argentina. "La Constitución establece un
sistema republicano en el que las leyes las hace el Congreso y se
prohíbe la delegación legislativa. Nosotros no discutimos la
cuestión técnica, sino que decimos que ellos no tienen potestad
para modificar la ley. Es algo que no merece ningún análisis
jurídico: no pueden dejar de hacer lo que la ley les dice que hagan,
que es medir todos los glaciares, sin distinción de tamaño",
rebatió Seguí.
Con respecto al
ambiente periglacial, la cuestión es más compleja. Según el propio
estudio de impacto ambiental de Barrick Gold, buena parte de la mina
Veladero está en una zona prohibida, incluido -como explicó
Seguí- el valle de lixiviación, donde se usa agua con cianuro y
otros elementos tóxicos para separar la roca del mineral con valor
comercial. Lo mismo ocurre con el proyecto binacional Pascua Lama,
frenado por la Justicia chilena por contaminar los glaciares
Esperanza y Toro 1, que paradójicamente quedarán afuera del mapeo.
Hay un dato más
a destacar: en 2005, el Ianigla presentó un informe en el que
estableció que la región Lama-Veladero es un ambiente glaciar y
periglacial, y que en la zona de los proyectos están los glaciares
Los Amarillos, Guanaco, Canito, Gla C34, Potrerillos y Gla P08.
Sin embargo, los
ambientes periglaciales de Veladero y Pascua Lama no figurarán en el
inventario, porque el Ianigla hizo un interpretación aislada de un
solo artículo de la ley e incluirá, solamente, los cuerpos
periglaciales, y no todo el ambiente propiamente dicho.
Según explica el
propio instituto entre las "preguntas frecuentes" incluidas
en su página web, el artículo 3 de la ley de glaciares, que es la
que detalla el contenido del inventario, llama a individualizar
"todos los glaciares y geoformas periglaciales". Es decir,
no habla de "ambiente periglacial". Sin embargo, una
interpretación extensiva a todo el resto de la ley habría podido
determinar que el espíritu del inventario es determinar las zonas
protegidas por ley, que incluyen, justamente, a todo el ambiente
periglacial. Además, en materia ambiental, las normas siempre deben
interpretarse a favor del cuidado del medio ambiente.
Entre los
asambleístas creen que la autoridad de aplicación de la ley, la
Secretaria de Ambiente -hoy, "ascendida" a ministerio-
pudo haber dado su aval a esta maniobra. Y que incluso podría haber
conflictos de interés, ya que -alegan-, la geóloga Lydia
Espizua, que es parte del Ianigla, trabajó para Knight Piésold, la
consultora que realizó los estudios de impacto ambiental de Veladero
y Pascua Lama para Barrick Gold.
Frente a este
panorama, en el escrito que los ambientalistas presentaron hoy y al
que Infobae tuvo acceso, reclamaron "la pronta y 'legal'
realización del Inventario de Glaciares y Ambiente Periglacial en la
cuenca del Río Jáchal, sin excluir glaciares por su superficie ni
al ambiente periglacial".
Aquí hay que
hacer un paréntesis. La ley puso un plazo de 180 días para hacer un
inventario de las áreas prioritarias, que son aquellas que ya están
siendo explotadas. Pero como ninguna provincia informó cuáles eran
esas zonas, el Ianigla dio por muerta esa disposición y no la
cumplió, pese a que la normativa no le exigía hacer consultas.
Aun así, el
propio Ianigla decidió en 2013 -cuatro años después- que todo
San Juan era una zona prioritaria, por lo que comenzó a elaborar el
mapeo de glaciares en la provincia. Según el instituto, la mayoría
del inventario está terminado y a disposición del Ministerio de
Ambiente, pero aún no se divulgó, debido al engorroso protocolo de
publicación.
Por otra parte,
la ley también fijó un plazo de 180 días para hacer una auditoría
ambiental para evaluar los impactos ya ocasionados en los glaciares.
En el escrito los ambientalistas también pidieron que les permitan
acceder a los informes de Veladero y Pascua Lama, que ni siquiera se
sabe si se empezaron a hacer.
Si el tema se
llega a judicializar y se comprueba que los responsables del Ianigla
y del inventario se apartaron de la ley, el abogado Diego Seguí cree
que no sólo podrían perder sus empleos, sino que podrían ser
perseguidos penalmente. Es más: en la Asamblea Jáchal No Se Toca
están pensando en hacer una denuncia contra el ministro de Ambiente,
Sergio Bergman, si llega a publicar un inventario que no cumpla con
los requisitos legales.
Fuente:
Juan Parrilla, Denuncian una trampa para manipular el inventario de glaciares y beneficiar a Barrick Gold, 11/06/16, Infobae.
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