Un estudio epidemiológico señala que es más grave la exposición cotidiana que los picos de polución.
por Gabriela Cañas
48.000 personas
cada año (8.000 más que en estudios precedentes) mueren
prematuramente en Francia a causa de la contaminación atmosférica.
Es la tercera causa después del tabaco y el alcohol. Este es el
resultado de la investigación realizada por la agencia Salud Pública
Francia y publicada este martes. El dato llega en un momento
particularmente sensible para Francia, un país empeñado en
transformar su modelo energético con drásticas medidas tendentes a
acabar con los más nocivos contaminantes del aire como el diésel.
Como parece
lógico, los efectos más perjudiciales para la salud se registran en
las grandes ciudades, donde la esperanza de vida se puede reducir
hasta en quince meses. Pero tampoco las áreas rurales quedan libres
de la amenaza. En Francia, la esperanza de vida se recorta hasta en
nueve meses en las áreas menos urbanizadas. Esto se debe a la
contaminación que generan las ciudades e industrias próximas, pero
también a los métodos agrícolas utilizados. "Es uno de los
aspectos más novedosos de este estudio", explica Sylvia Medina,
coordinadora del proyecto de vigilancia de aire y salud de la agencia
francesa.
La alcaldesa de
París, Anne Hidalgo, que lidera una batalla sin cuartel contra la
contaminación atmosférica, ya ha reaccionado esta mañana señalando
que es urgente tomar medidas. En la capital, ya no pueden circular
los vehículos pesados de más de catorce años. Desde el 1 de julio
próximo tampoco podrán entrar en la ciudad (en horarios laborales)
los coches diésel de más de veinte años. El último proyecto de la
capital pasa por reducir el tráfico en la avenida de los Campos
Elíseos dotándola, entre otras cosas, de un carril bici.
El estudio
publicado, titulado Impactos sanitarios de la contaminación del aireen Francia: nuevos datos y perspectivas, arroja un resultado más
preocupante que el último conocido y hecho público en 2005 con
datos del año 2000 por parte de la Comisión Europea. En él se
hablaba de hasta 40.000 muertes prematuras en Francia por la
contaminación. El nuevo análisis ha contado con datos de 2008 y
señala como principal causante del perjuicio para la salud a las
partículas finas PM2,5 (las menores de 2,5 micrómetros de
diámetro), justamente las que convierten al diésel en un
combustible especialmente dañino.
“La cuestión
es ahora saber si nosotros tenemos que seguir invirtiendo dinero en
el desarrollo del diésel”, ha dicho desde Fráncfort el consejero
delegado de Volkswagen Matthias Müller, informa France Presse. La
marca alemana es la que ha originado el escándalo en torno al
trucaje de las mediciones de contaminación de los vehículos.
Francia es uno de los países donde más se utiliza el diésel. Los
dos grandes constructores galos, Renault y PSA (Peugeot-Citroen),
urgidos por los responsables políticos y las nuevas demandas del
mercado, están realizando importantes inversiones en el desarrollo
de vehículos más limpios.
Los resultados de
este estudio son extrapolables a otros países y ciudades. El
análisis europeo realizado en 2011 por el programa Aphekom señala
que hay varias ciudades españolas con más micropartículas en el
ambiente que París, como es el caso de Barcelona, Valencia, Sevilla
y Granada.
“Los resultados
demuestran que los escenarios más ambiciosos de reducción de la
contaminación logran importantes beneficios para la salud”, dice
el estudio de esta agencia inscrita en el Ministerio de Sanidad que
está disponible en su web. “Si el conjunto de los ayuntamientos
lograra reducir las partículas finas al mismo nivel que las
poblaciones menos contaminadas, se podrían evitar 34.000 muertes
cada año, con una ganancia de esperanza de vida de nueve meses”.
"Ese es el mensaje más positivo de nuestro estudio", añade
Medina. "Se pueden tomar medidas para reducir muertes prematuras
y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de la gente".
Esta agencia ha
analizado, además, la calidad del aire en 17 ciudades francesas
entre 2007 y 2010 para conocer el impacto de los picos de
contaminación en la población. El resultado es que tales picos
tienen un efecto marginal. Lo más perjudicial es la exposición
crónica a una alta contaminación. Esto invalida, de alguna, manera
las medidas de emergencia tomadas en ocasiones por las grandes
capitales como Madrid o París prohibiendo el tránsito rodado por un
día o imponiendo la circulación alterna en función de las
matrículas.
Una mejor calidad
del aire mejora la calidad de vida, indica también el estudio, que
propone como soluciones las ya conocidas y puestas en marcha con
mayor o menor intensidad: modificar la composición de los
carburantes, imponer peajes urbanos, fomentar el uso de la bicicleta
y reducir las emisiones industriales. Las micropartículas penetran
en el aparato respiratorio y de ahí van a la corriente sanguínea.
Producen problemas respiratorios, pero también favorecen
enfermedades cardiovasculares y el desarrollo de cáncer, sobre todo
de pulmón.
Fuentes:
Gabriela Cañas, La contaminación mata prematuramente en Francia a 48.000 personas cada año, 21/06/16, El País. Consultado 21/06/16.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "París" del pintor impresionista francés Claude Monet.
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