La
conmoción y ansiedad provocadas por el accidente nuclear de Chernobyl en 1986
crearon una serie de mitos sobre la que fue la más grave falla nuclear de la
historia.
por Natasha
Matyukhina
En
Ucrania, donde está ubicada la central, se habló de cosas como el surgimiento
de un desierto nuclear habitado por aterradores animales mutantes o de cómo
algunos humanos pudieron sobrevivir a la radiación gracias al consumo de
alcohol.
También
se dijo que en realidad la zona de exclusión fue creada para levantar un centro
secreto de investigación de armas psicotrópicas.
Los
estudios científicos realizados en las últimas tres décadas en los alrededores
de la planta han ayudado tirar por tierra estas historias, pero aún hay mitos
que persisten entre los ucranianos.
Natasha
Matyukhina forma parte de BBC Monitoring, el departamento de la BBC que se
dedica a hacer un seguimiento de la información que se publica en todo el
mundo.
Matyukhina
recopiló algunos de esos mitos en torno al accidente de Chernobyl.
Aquí
te presentamos 5 de los más conocidos.
Mito 1: monstruos mutantes
Mito 1: monstruos mutantes
El
mito dice que la radiación en las zonas de exclusión causó mutaciones en los
animales, creando monstruos de una fuerza increíble, con extremidades de más o
bien sin ellas.
La
realidad: No hay evidencia científica de nada de esto.
Una
inmensa cantidad de pájaros y animales murieron a causa de la radiación poco
después de las explosiones de aquel 26 de abril, pero solo se han registrado
unos pocos efectos duraderos de la radiación, que han hecho que aparezcan
árboles atrofiados y animales con niveles altos de cesio-137.
Mito
2: la radiación no fue en absoluto peligrosa
Puesto
que la zona de exclusión alberga una floreciente población de animales como
lobos, venados, castores o jabalíes, algunos creen que la radiación causada por
el accidente no era perjudicial para la salud.
La
realidad: las investigaciones científicas muestra que -de hecho- la zona se ha
convertido en un refugio de vida silvestre.
Pero
la razón por la que los animales abundan allí es porque no hay humanos.
Los
efectos de la ocupación humana, como la caza, la agricultura y la recolección,
pueden a veces tener un peor impacto en la vida silvestre que la radiación.
Mito
3: alcohol contra la radiación
Se
ha llegado a decir que los efectos tóxicos de la radiación pueden neutralizarse
tomando vodka, vino o cantidades copiosas de cerveza.
La
realidad: no hay evidencia científica de que el alcohol tenga un efecto
protector contra la radiación.
No
obstante, investigadores han descubierto que el resveratrol, un antioxidante
natural presente en el vino rojo, podría proteger a las células de los daños
causados por la radiación.
Mito
4: la zona de exclusión de 30 km alrededor del reactor llegará pronto a su
final
Algunos
creen que la zona de exclusión será remplazada por una reserva natural apta
para el turismo ecológico.
La
realidad: el año pasado el gobierno de Ucrania consideró "recortar"
la zona de exclusión a 10 km y declarar el resto una reserva de la biósfera.
Pero
por varias razones no se llegó a concretar este proyecto.
Una
de ellas es que hay científicos que consideran que los sitios de depósito de
desechos radiactivo dentro de la zona de 30 km son todavía muy peligrosos, lo
que hace que el área sea insegura para que los humanos la habiten al menos
durante 20.000 años.
Mito
5: la zona de exclusión se creó para instalar un centro de armas psicotrópicas
Se
ha llegado a afirmar que el verdadero objetivo de la creación del área de
exclusión era instalar un centro de investigación de armas psicotrópicas de
alta seguridad.
La
realidad: cerca de la planta nuclear había otra instalación de alta seguridad
de componentes de sistema de alerta temprana de fabricación soviética.
Allí
había un radar capaz de detectar un misil balístico lanzado desde una distancia
de 2.500 kilómetros.
Tras
el desastre del 26 de abril, el gobierno soviético ordenó la demolición del
centro.
Fuente:
Natasha Matyukhina, 5 mitos alrededor de la catástrofe nuclear de Chernobyl que persisten en Ucrania, 26/04/16, BBC Mundo.
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