por Zhai Yun Tan
Washington. Un senador y un destacado centro de investigación de Estados Unidos quieren que Washington aumente la ayuda a Vietnam para limpiar el herbicida tóxico Agente Naranja, que este país roció sobre el territorio vietnamita durante la guerra entre ambos.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos arrojaron 72 millones de litros de Agente Naranja y demás herbicidas y defoliantes sobre 1,8 millones de hectáreas de territorio vietnamita entre 1961 y 1970, lo que destruyó millones de hectáreas de selva con el fin de eliminar las fuentes de cobertura y de alimentos de la guerrilla del Frente Nacional de Liberación de Vietnam.
Se calcula que unos 4,5 millones de vietnamitas estuvieron expuestos al Agente Naranja. La Cruz Roja de Vietnam estima que el tóxico afectó a tres millones de personas, incluidos 150.000 niños y niñas que nacieron con defectos congénitos.
Dos terceras partes del herbicida contienen dioxina. Según el estatal Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos, la dioxina es un compuesto que causa cáncer y diabetes, entre otras enfermedades.
Un informe científico en 1969 también concluyó que el herbicida puede causar defectos congénitos en animales de laboratorio, lo cual hizo que Estados Unidos cesara el uso del Agente Naranja en 1970.
Un informe científico en 1969 también concluyó que el herbicida puede causar defectos congénitos en animales de laboratorio, lo cual hizo que Estados Unidos cesara el uso del Agente Naranja en 1970.
El senador Patrick Leahy, del Partido Demócrata, lidera las gestiones en el Congreso legislativo estadounidense para compensar a las víctimas vietnamitas de la guerra que terminó en 1975.
Leahy pidió que Washington haga más en ese sentido, con el argumento de que la medida fortalecerá los lazos entre los antiguos enemigos, en declaraciones realizadas el día 23 en el independiente Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés), con sede en Washington.
Las declaraciones de Leahy fueron repetidas por Charles Bailey, exdirector del programa Agente Naranja en Vietnam del Instituto Aspen, una iniciativa para remediar las consecuencias sanitarias y ambientales del herbicida que arrojó Estados Unidos en Vietnam.
El embajador vietnamita ante Estados Unidos, Pham Quang Vinh, expresó sentimientos similares en el CSIS.
El gobierno de Vietnam gasta 45 millones de dólares por año para paliar los numerosos problemas provocados por el Agente Naranja y otros herbicidas que emplearon las fuerzas militares estadounidenses durante la guerra, informó el embajador.
“Podemos cumplir la meta de limpiar la dioxina y el Agente Naranja de aquí al año 2020, pero… es muy difícil lograrlo. Necesitamos más ayuda”, aseguró.
Los damnificados por la atomización química sufrieron cáncer, daños hepáticos, enfermedades cardíacas y graves trastornos dermatológicos y neurológicos. Los hijos y hasta los nietos de las personas expuestas al Agente Naranja nacieron con deformidades, discapacidades y enfermedades.
Grandes extensiones de bosques y selva, incluido el hábitat natural de varias especies, fueron devastados por los defoliantes. Muchas de esas especies todavía corren peligro de extinción.
En algunas áreas se envenenaron los ríos y se contaminaron las fuentes de agua subterránea. La erosión y la desertificación provocadas por los herbicidas transformaron los campos de cultivo en zonas estériles.
En la actualidad, Washington financia sus operaciones de ayuda en Vietnam a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Según Bailey, hasta la fecha se destinaron 136 millones de dólares con ese fin. Sin embargo, algunos analistas consideran que el gobierno estadounidense tiene que hacer más.
Merle Ratner, de la Campaña de Socorro y Responsabilidad por el Agente Naranja en Vietnam, con sede en Nueva York, sostiene que solo una fracción de esa ayuda le llega a la gente común. La mayor parte se destina a las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales que son contratadas para hacer el trabajo, indicó.
“Sugerimos que la ayuda vaya directamente a las ONG de Vietnam porque, ¿quién conoce más a la gente que sus propias organizaciones?”, cuestionó Ratner, en diálogo con IPS.
“La gente debe participar en sus propias soluciones a la situación”, opinó.
El acercamiento de Estados Unidos y Vietnam se estrechó en los últimos tiempos, sobre todo por la inquietud que ambos países comparten ante la exhibición de poder de China en el mar de China Meridional, partes del cual es reclamado por Vietnam, y también por Filipinas, Malasia y Taiwán.
“Quiero que el Agente Naranja se transforme de ser un símbolo de antagonismo a un área donde los gobiernos de Estados Unidos y Vietnam podemos trabajar juntos”, dijo Leahy.
“En un momento en que China está buscando ampliar activamente su esfera de influencia y Estados Unidos comenzó su propia reequilibrio hacia Asia, estos programas de la herencia de Vietnam adquirieron mayor importancia”, añadió el senador.
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Trong Phy, tiene prevista una visita a Estados Unidos este año, la primera en la historia del jefe del partido gobernante vietnamita.
La mejora en las relaciones ayudó a la causa de Leahy. El senador encontró mucha resistencia a principios de la década de 2000 cuando Washington se mostraba reacio a asumir la responsabilidad de la destrucción causada por sus fuerzas armadas durante la guerra en la que murieron dos millones de vietnamitas y unos 55.000 soldados estadounidenses.
Vietnam, por su parte, puso el tema en un segundo plano y se concentró en conseguir el estatus comercial preferencial para sus exportaciones al enorme mercado estadounidense.
Washington y Hanói restablecieron las relaciones diplomáticas plenas en 1995, pero recién en 2002 los dos gobiernos celebraron una conferencia conjunta sobre el impacto que tuvo el Agente Naranja y otros herbicidas en Vietnam y su población.
En diciembre de 2014, el presidente Barack Obama promulgó la ley de Asignaciones correspondiente al ejercicio fiscal 2015, que destinó fondos a la rehabilitación de las áreas contaminadas por dioxinas en Vietnam.
Gran parte de esos fondos se destinaron a la limpieza de la antigua y enorme base militar estadounidense en Da Nang, a 824 kilómetros de la capital, Hanói. Se prevé que el proyecto concluirá en 2016.
Un estudio realizado en 1994 por el independiente Instituto de Medicina de Estados Unidos señala que un número considerable de veteranos de Vietnam engendraron hijos con discapacidad.
Sin embargo, muchos aún discuten la relación entre el Agente Naranja y los defectos congénitos. Es por eso que los combatientes en la guerra de Vietnam no pueden reclamar beneficios por esta causa en Estados Unidos.
Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Álvaro Queiruga
Fuente:
Zhai Yun Tan, Piden más ayuda de EEUU para limpiar Agente Naranja en Vietnam, 30/06/15, Inter Press Service
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