Vivienda ubicada en la calle Lavalle 255, barrio Santa Isabel, Embalse 26 de enero de 2015 |
El lunes 26 de enero de 2015 la localidad de Embalse se inundó nuevamente. Los barrios más afectados fueron Santa Isabel, Centro y Escuela. Más de treinta viviendas y comercios resultaron dañados. Sobre el agua flotaron las promesas sin cumplir de las autoridades locales.
por Cristian Basualdo
Elsa Acuña lloraba en la ventana de su vivienda de la calle Lavalle 255, en el barrio Santa Isabel; el agua de la inundación pintaba de un color obscuro el patio y el interior de su casa. No era la primera vez que encontraba a Elsa en esa situación, se inundó cinco veces desde 2009. Una historia que se repite en en las inmediaciones de la obra de captación del Canal Sur o Canal Santa Isabel.
Con algo de hipocrecía, los funcionarios locales se muestran preocupados por las calles convertidas en ríos. La receta es siempre la misma: la asistente social visita a los inundados con cara de circunstancias, los punteros políticos le dan comidas rápidas y le dicen que no escuchen las críticas porque provienen de la oposición, luego vendrán los funcionarios de mayor rango y prometerán obras que nunca se concretan.
El agua que bajó cual alud
Las autoridades locales culpan a la naturaleza y alejan a la sociedad de toda responsabilidad, situándola como víctima pasiva de un fenómeno natural. Sin embargo las causas de la problemática fueron estudiadas hace años por un técnico contratado por la Municipalidad de Embalse, y están ligadas a la acción humana: el cambio de uso del suelo en la cuenca alta (de bosque nativo a uso agropecuario), el aumento del área impermeabilizada dentro de la localidad y la falta de un sistema integral de regulación y conducción de los excesos hídricos de origen pluvial.
La deforestación con fines agropecuarios disminuyó la capacidad de los suelos de absorber el agua de lluvia, aumentando los caudales que ingresan al casco urbano. Una prueba de esto la encontramos en los daños sufridos por el refugio de animales San Roque Embalse, ubicado en la periferinde la localidad, al respecto Carla Vega explicó que el agua “bajó como nunca cual alud e inundó los caniles. Todos los pichis la pasaron muy mal, hay algunos con síntomas de electrocución, hay muchas vívoras”.
El bosque nativo es un recurso público, y al ser de todos termina siendo de nadie, algo que puede ser destruido por los amigos del poder local para sembrar soja y sacar ganancias. Es la acumulación por desposesión del territorio y bienes comunes, trasladando a la población desfavorecida el costo ambiental y sanitario del progreso económico de unos pocos.
"un desastre se refiere a algún resultado de acciones humanas; que no se trata de un acontecimiento físico sino de un proceso social, económico y político desencadenado por un fenómeno natural" dijo la socióloga Hilda María Herzer. La naturaleza de por sí no produce peligros, son las sociedades las que deciden si esos fenómenos van a ser peligrosos para ellas o no.
Si bien en Embalse hay consenso acerca de la definición de las inundaciones como problema, la falta de compromiso de la población deja la búsqueda de soluciones en manos de las autoridades. Ello se liga con cierto grado de tolerancia social tácita a la ocurrencia reiterada del fenómeno, afectando áreas más o menos determinadas.
Inundación en la calle Pistarini, al suroeste de la rotonda del Monolito, Embalse 26 de enero de 2015 |
Las inundaciones en Embalse son una problemática socialmente construida, y como tal, un proceso continuo. El aumento de las construcciones disminuye las superficies que infiltran el agua pluvial. El negocio inmobiliario impulsado desde la Municipalidad de Embalse encuentra en cada parcela una potencial fuente de recursos; de ahí que desaparezcan plazas y se ocupe la línea de ribera de los cursos de agua.
La quimera de la lagunas de retardo
La gestión de las inundaciones es concebida en términos de respuesta puntual a la emergencia por medio de la asistencia, acompañada de una lógica tecnocrática de las soluciones enfocada en las obras de ingeniería. En este marco se inscriben las tan publicitadas lagunas de retardo de Embalse, un proyecto que contemplaba 12 lagunas de retardo y la readecuación de los canales Norte y Sur. Sobre el asunto es importante dejar algo bien claro: solamente se comenzó la laguna de retardo nº 7 y quedó sin terminar.
A mediados de 2013, el intendente Federico Alesandri resaltó en declaraciones radiales el hecho de: "Haber podido avanzar en infraestructura para que Embalse no se inunde (...) hoy por lo menos el agua no entra en las viviendas". En el mismo sentido apuntaban las declaraciones del secretario de gobierno local, Adrián Cáceres, que en febrero de 2014 manifestó en la red social facebook tener: "Una enorme satisfacción de ver que el trabajo de lagunas de retardo en nuestro pueblo, funciona, mal que a muchos les pese, opinólogos y opositores políticos sin fundamentos".
El 2011 fue un año electoral durante el cual el Concejo Deliberante promulgó una Ordenanza creando una partida presupuestaria denominada lagunas de retardo, por un monto de 20 millones de pesos; y otra disponiendo la apertura de la licitación pública para la contratación de la obra. Los secretarios Cáceres y Torres abrieron los sobres en la escuela Belisario Roldán y anunciaron la empresa que había ganado tal licitación. Posteriormente el Ejecutivo local expresó que el gobierno Nacional no le había girado los fondos motivado por el enfrentamiento con el gobierno Provincial.
Daré tres razones que desmienten esta versión:
- La Municipalidad de Embalse no cumplió con el Convenio Único de Colaboración firmado con el Ministerio de Planificación Federal. En lo relacionado a la documentación de las tierras donde se planificaron las obras, ni con el Estudio de Impacto Ambiental (Cláusulas Primera y Octava).
- Cuando se firmó el citado Convenio, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación era el ingeniero Fabián López, actual ministro provincial de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, que pasó de funcionario nacional a provincial. Si el ingeniero López hubiera negado los fondos para los desagües de Embalse motivado por el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el delasotismo, nunca esta última fuerza política le hubiera confiado un ministerio tan importante.
- El Estado Nacional, a través de Nucleoeléctrica Argentina SA, le paga a la Municipalidad de Embalse una tasa anual para protección ambiental, que en 2014 implicó 7 millones de pesos. Con esos fondos se podría haber concretado el proyecto mediante una inversión gradual.
La memoria fragmentada de las inundaciones y las prácticas sociales vinculadas a ellas, dificultan su aceptación como hipótesis de riesgo permanente a partir de la cual desarrollar estrategias locales de gestión del riesgo. Las últimas inundaciones en Embalse ocurrieron el 16 de enero de 2008, el 24 de noviembre de 2009, el 24 de enero de 2011, el 24 de febrero de 2012, el 22 de febrero de 2014 y el 26 de enero de 2015. Mientras los embalseños continúen pensando que lluvias extraordinarias inundan la localidad, el problema será difícil de mitigar.
No es posible que los habitantes del pueblo se reúnan solidariamente y promuevan un juicio a todos los funcionarios del Municipio a través de abogados probos y aptos? Si nadie hace nada, nada cambiará...
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