por Emilio
Godoy
México. Pese a ser una de las víctimas del calentamiento global, el
agua no ocupará un lugar relevante en las negociaciones de la 20 Conferencia de
las Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, que se desarrollará en Lima entre el 1 y el 12 de diciembre.
Las
alteraciones climáticas ya amenazan la provisión de líquido para la agricultura
por la disminución en la disponibilidad de agua dulce, que se prevé que se
agudice en las próximas décadas. Además, ocasiona sequías, lluvias
torrenciales, inundaciones y aumento del nivel del mar, lo que en conjunto
afectan la situación global del recurso.
“En la
adaptación es una prioridad. En América Latina el tema es gravísimo. Pero no se
le quiere vincular con las negociaciones internacionales de cambio climático,
porque el tema tiene su espacio en otras instancias”, señaló a Tierramérica la
activista Lina Dabbagh, de la internacional Red de Acción Climática.
Dabbagh,
quien asistirá a la COP 20, se refiere a la inclusión del agua en el debate de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que constituirán la agenda post-2015, y
el mecanismo interagencias de las Naciones Unidas para todos los asuntosrelacionados con el agua dulce y el saneamiento, también conocido como ONU Agua.
La agenda oficial de la conferencia solo incluye cuatro mesas de debate con referencia al
recurso hídrico.
Son ellas:
“El agua contiene la clave para la mitigación, la adaptación y la construcción
de resiliencia: hacia un acuerdo climático”, “Intercambio de conocimiento
Sur-Sur entre África y el Caribe sobre seguridad hídrica y desarrollo de
resiliencia climática”, “Una nueva agenda de seguridad: garantizando agua,
alimentos, energía y seguridad sanitaria en un clima cambiante” y “Montañas y
agua: del conocimiento a la acción”.
También
mencionan el recurso hídrico de forma marginal los documentos preparatorios de
la sociedad civil, cuyo foro paralelo a la COP 20, la Cumbre de los Pueblos, se
desarrollará entre los días 8 y 11 de diciembre en la capital peruana.
El informe
síntesis del Grupo Perú COP 20, un colectivo variopinto de organizaciones
sociales, no alude al recurso, aunque el colectivo de organizaciones sí lo
menciona en su posicionamiento sobre la adaptación al cambio climático, que
junto con la mitigación y pérdidas y daños constituyen los tres pilares de los
debates de Lima.
Las
organizaciones demandan garantizar el acceso al agua y la seguridad alimentaria
en el contexto del cambio climático mediante acciones concretas basadas en
financiamiento, construcción de capacidades, transferencia de tecnología,
eficiencia energética y manejo del conocimiento.
Por su
parte, la agenda de la Cumbre de los Pueblos se articula en ocho ejes que
incluyen asuntos como calentamiento global y cambio climático, energía y
desarrollo bajo en carbono y gestión sostenible del territorio y de sus
recursos.
En este
último eje se centran las discusiones sobre la preservación de los ecosistemas,
el manejo sostenible de la naturaleza y su convivencia armónica con el ser
humano, así como la defensa y gestión del agua y las cuencas.
“La
inseguridad hídrica es una amenaza”, planteó Alberto Palombo, secretario del
comité ejecutivo de la Red Interamericana de Recursos Hídricos (RIRH).
“Por eso,
tenemos que hablar de la gestión integral inteligente del agua. Los problemas
que existen no son de escasez física, sino de gestión adecuada. La
disponibilidad está afectada por el cambio climático”, dijo a Tierramérica el
representante de esta agrupación de redes que involucra a gobiernos,
organizaciones sociales, empresas y academias.
América
Latina
América
Latina posee 30 por ciento de los recursos hídricos mundiales, pero eso no la
salva de tener problemas con el recurso, como su desigual distribución.
Según la
RIRH, tres de sus cuencas importantes poseen menos de 10 por ciento del agua
disponible, debido a su sobreexplotación: la del Valle de México, donde se
yergue su capital, la del Pacífico Sur, que abarca Perú, Ecuador, Chile y
Argentina, y la del río de la Plata, que incluye a Argentina y Uruguay.
ONU Agua
refiere que México posee una disponibilidad de 3.822 metros cúbicos por
habitante al año, mientras que ha consumido 17 por ciento de su reserva de agua
dulce, lo que le coloca como uno de los casos latinoamericanos más críticos.
El resto
ofrece una perspectiva sana, asegura. Las cifras para Guatemala, por ejemplo,
son de 8.480 y 2,6 por ciento, respectivamente. Brasil ostenta 43.528 metros
cúbicos por habitante al año y una tasa de agua fresca consumida de 0,86 por
ciento. Argentina tiene provisiones por 21.325 metros cúbicos y una tasa de
agotamiento de 4,3 por ciento.
Chile y
Perú gozan de una gran disponibilidad con 52.854 y 63.159 metros cúbicos,
respectivamente. También cuentan con porcentajes relativamente bajos de
agotamiento de agua fresca, de casi cuatro por ciento Chile y menos de uno por
ciento Perú.
La
Organización Mundial de la Salud estima que una persona necesita al menos 20
litros diarios para satisfacer sus necesidades básicas.
Pero zonas
de México, Cuba, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil
padecen de uso insostenible del recurso, por lo que están expuestas a estrés
hídrico.
El reporte
“Agua y adaptación al cambio climático en las Américas”, elaborado por el
Diálogo Regional de Política de Agua y Adaptación al Cambio Climático en las
Américas, indica que aumentan las personas de la región que viven en medio de
un alto grado de presión sobre los recursos hídricos.
Se trata de
personas que cuentan con menos de 1.000 metros cúbicos por habitante por año y
que oscilarían entre 34 millones y 93 millones para 2020 y entre 101 millones y
200 millones en 2050.
“Por el
cambio climático, el agua sufre de los impactos principales. Por eso, queremos
vincular la agenda climática con la de derechos humanos”, porque son
transversales, planteó Dabbagh.
La
activista denunció que “la gente tiene poca información, nadie les dice lo que
está pasando, falta trabajo local y plantear soluciones locales”.
En marzo
próximo, los Estados parte deben presentar a la Convención Marco sus planes
nacionales de mitigación, en los cuales se debe considerar el tratamiento del
agua.
“Garantizar
recursos para prevención y adaptación, aplicar mecanismos financieros
innovadores, mejorar los mecanismos de gestión, construir infraestructura
verde, restaurar y preservar cuencas”, sugirió Palombo.
De no
revertir las tendencias de recuperación y consumo, Ciudad de México no podrá
garantizar el abastecimiento de agua en 2031, Bogotá sufrirá la misma coyuntura
en 2033, Santiago llegará a ese extremo en 2043 y Río de Janeiro, en 2050,
según estimaciones de la RIRH.
Para los
activistas habrá que esperar a otro gran encuentro para que el recurso hídrico
adquiera la importancia que tiene en el cambio climático y en el desarrollo
sostenible.
Se trata
del VII Foro Mundial del Agua, que bajo el lema “Agua para nuestro futuro”
congregará a gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y academias
en las ciudades surcoreanas de Daegu y Gyeongbuk del 12 al 17 de abril próximo.
Este
artículo fue publicado originalmente por la red latinoamericana de diarios de
Tierramérica.
Editado por
Estrella Gutiérrez
Fuente:
Emilio Godoy, Solo gotas de agua en la cumbre climática de Lima, 29/11/14, Inter Press Service. Consultado 01/12/14.
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