El documentalista Danny Cooke realizó un impecable video que muestra la ciudad abandonada de Prípiat.
Una nueva ciudad se había levantado junto a la central nuclear de Chernóbil, Ucrania, para albergar a los trabajadores, Prípiat era llamada la ciudad del futuro, sin embargo la de 1986 iba a ser su última primavera. Eran tiempos de la guerra fría y se acercaban los festejos del primero de mayo. Las autoridades temían un posible ataque o atentado en sus centrales nucleares. De manera que ordenaron realizar pruebas de seguridad.
En Chernóbil, una secuencia de errores humanos y fallas tecnológicas desencadenaron la súbita elevación de la potencia del reactor 4, el sobrecalentamiento y la posterior explosión del hidrógeno acumulado en su interior. La nube con partículas radiactivas alcanzó miles de metros de altura y contaminó a Europa. El gobierno intentó ocultar el accidente, pero la magnitud del mismo lo hizo imposible.
Se evacuaron cientos de miles de personas y se dispusieron todos los recursos del Estado en un proceso de estabilización y confinamiento del reactor accidentado, además de la mitigación en las zonas circundantes. Donde se desempeñaron medio millón de personas, conocidos como "liquidadores". Los gastos generados por el accidente fueron claves en la caída de la Unión Soviética. Si bien el número de muertos y enfermos es objeto de controversias, el efecto deletéreo en la salud de miles de personas está fuera de discusión. Otra secuela del accidente son los sitios que permanecerán inhabitables durante cientos de años, tal es el caso de Prípiat que actualmente es un lugar abandonado. Para albergar sus habitantes, se fundó a unos 50 kilómetros la ciudad de Slavutych.
Danny Cooke dijo: "Chernóbil es uno de los lugares más interesantes y peligrosos de los que he estado. El desastre nuclear, que ocurrió en 1986 (el año después de mi nacimiento), tuvo efecto en tantas personas, incluyendo a mi familia cuando vivíamos en Italia. No me puedo imaginar lo terrible que hubiera sido para los cientos de miles de lugareños que evacuaron.
Durante mi estancia, conocí a mucha gente increíble, uno de los cuales era mi guía Yevgein, también conocido como "acosador". Pasamos la semana juntos explorando Chernóbil y la cercana ciudad abandonada de Prípiat. Había algo sereno, pero muy inquietante en este lugar. El tiempo se ha detenido y flotan a nuestro alrededor recuerdos de acontecimientos pasados.
Lo exploré armado con una cámara y un contador Geiger..."
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