El barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, evacúan a los isleños afectados por las explosiones nucleares en 1985 |
Los habitantes de las islas Marshall en en Pacífico, víctimas de la explosión de la bomba "Bravo" en 1954, siguen sufriendo sus consecuencias. Por eso iniciaron una petición a las naciones con armas nucleares a cumplir de manera urgente con su deber moral y obligación legal de iniciar las negociaciones para el desarme nuclear definitivo. Daniel Simons, Asesor Jurídico de campañas y acciones de Greenpeace Internacional y Jen Maman, Asesora de Paz de Greenpeace Internacional te explican todo:
“El día en que el sol salió dos veces”. Así es como se recuerda al 1 de marzo 1954 en la historia de Rongelap, un pequeño atolón que es parte de las Islas Marshall en el Océano Pacífico. Ese día muy temprano por la mañana, un segundo sol apareció en el oeste después de que saliera el sol en el este. La isla se vio envuelta en un resplandor extremadamente brillante.
Era nada menos que “Bravo”, una bomba de hidrógeno de 15 megatones que acababa de estallar por orden de los Estados Unidos a sólo 150 kilómetros de los isleños, en un lugar llamado Bikini Atoll. Su fuerza destructiva era mil veces mayor que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, Japón, en 1945.
Aún pasados varios años de la bomba, muchas de las mujeres que estuvieron expuestas a su radiación sufrieron problemas reproductivos. Muchos otros desarrollaron cáncer de tiroides y de otros tipos. En 1985, el barco de Greenpeace, Rainbow Warrior ayudó a reubicar a los isleños en otro hogar.
“La región ya sufre gravemente las consecuencias de la energía sucia del carbón, y de la contaminación del aire que está matando a miles de personas en Turquía”, dijo Bayram. “Tenemos que actuar para evitar que esto ocurra en otros lugares del país.”
Éste iba a ser la última misión del Rainbow Warrior. Luego de Rongelap, continuó viaje hacia Nueva Zelanda, donde fue bombardeado por los servicios secretos franceses en un intento de evitar que Greenpeace proteste en contra de un ensayo nuclear francés en Mururoa.
Aunque hoy ya no se realizan pruebas nucleares atmosféricas, varios gobiernos siguen manteniendo y modernizando grandes arsenales nucleares. Algunos países sufrieron accidentes nucleares y hubo casos en que se casi se pusieron en marcha armas nucleares basadas en información falsa o error de juicio.
Mientras existan armas nucleares, existe el riesgo de su uso accidental o deliberado. Hoy hay en el mundo más de 17 mil así que el riesgo es mucho más grande de lo que muchos imaginan.
“Nunca más”
Hace unas semanas la República de las Islas Marshall inició una fuerte acción legal contra los nueve estados que poseen armas nucleares ante la Corte Internacional de Justicia. Están apuntando a aquellos países que no eliminaron esta amenaza que es peligrosa para todos.
Entre 1946 y 1958 los Estados Unidos realizaron 67 pruebas de armas nucleares en las Islas Marshall, un lugar que es descrito como “el lugar más contaminado del mundo”. Después de haber visto a su tierra, su mar y a las personas envenenadas por la radiación, los isleños decidieron enfrentar a los nueve gigantes nucleares para decirles “Nunca más”.
Los habitantes de Marshall argumentan que estos países están obligados por derecho internacional a entrar en negociaciones serias para avanzar hacia el desarme nuclear total, pero, hasta la fecha, no pudieron hacerlo.
Cinco de esos estados (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) son parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). El Artículo VI de este tratado establece que las partes deben “celebrar negociaciones de buena fé... sobre un tratado de desarme general y completo bajo un control internacional estricto y eficaz”.
Es obvio que se trata de una promesa que no cumplieron. Más de 40 años después de que el TNP entrara en vigor las negociaciones sobre el desarme nuclear completo recién comienzan.
Los otros cuatro estados -India, Israel, Corea del Norte y Pakistán- se sabe que poseen armas nucleares, pero no ratificaron el TNP. La República de las Islas Marshall dice que esto no es excusa. Argumenta que el deber de negociar el desarme es parte del derecho internacional (no escrito) consuetudinario, que es tan vinculante como el tratado.
Un rápido vistazo a la página web de la Corte Internacional de Justicia muestra que muchos casos legales entre estados están relacionados con disputas sobre territorios o el respeto a la soberanía de cada uno. Lamentablemente, son pocos los que llevan un caso que tiene como objetivo el interés y bienestarde la humanidad.
Como varios comentaristas jurídicos señalaron, las Islas Marshall se enfrentan a una batalla cuesta arriba para que conseguir que su caso sea escuchado y muchos más ardua para lograr una victoria. Sin embargo sus argumentos son razonables e importantes.
La Corte Internacional de Justicia sólo puede decidir en aquellos casos donde el acusado haya acordado ser juzgado y son pocos los países que están dispuestos a afrontar las consecuencias judiciales. De los nueve estados con armas nucleares, sólo la India, Pakistán y el Reino Unido han aceptado previamente (con algunas reservas) la jurisdicción obligatoria de la Corte.
No obstante, la República de las Islas Marshall merece ser felicitada por tomar esta valiente posición.
Más de 40 años después de que se inscribieron en el TNP y se comprometieron a desarmarse, los estados con armas nucleares están todavía aferrados a sus armas y siguen burlándose de la promesa “un mundo sin armas nucleares”.
La demanda antinuclear destaca que, en interés de todas las naciones y todos sus ciudadanos, los Estados deben ser considerados responsables de sus promesas. Y nos recuerda que “cero” es el único número seguro de las armas nucleares en el planeta.
Greenpeace está con el pueblo de las Islas Marshall en su lucha para librar al mundo de las armas nucleares.
Por favor, apoyá a los isleños y firmá la petición #NuclearZero haciendo click aquí para pedirles a las naciones con armas nucleares que cumplan de manera urgente con su deber moral y obligación legal de iniciar las negociaciones para el desarme nuclear definitivo.
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La isla más contaminada del mundo dice BASTA y demanda a 9 países para que eliminen sus armas nucleares, 19/11/14, Greenpeace Blog.
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