Se trata del “sulfuro de sodio que es uno de los tantos productos químicos que se utiliza en las curtiembres y es fundamental en el proceso de destrucción del pelo de los cueros”, reveló el investigador. “A este gas están expuestos los habitantes de Nonogasta, mientras algún funcionario justifica esto diciendo que olores hay en todos lados o que no hay contaminación, la gente respira esto desde hace 30 años”, sentenció.
por Fernando Berdugo
“Otro asesino silencioso está en el aire y convive con la gente en Nonogasta; el sulfuro de sodio, que es un producto químico que se utiliza en las curtiembres y es fundamental en el proceso de destrucción del pelo de los cueros”, mencionó el investigador Fernanbdo Berdugo.
Y agregó: “Es un elemento altamente tóxico en medio acuoso, principalmente porque debido a su carácter reductor, provoca una drástica disminución del oxígeno disuelto en el agua y además cuando las soluciones acuosas que lo contienen bajan su pH del valor 10, se desprende ácido sulfhídrico gaseoso”.
“La presencia del sulfuro en el proceso de pelambre explica que este proceso por si solo sea responsable del 76 por ciento de la toxicidad total del efluente”.
“Quien ha pasado alguna vez por Nonogasta ha sentido sin dudas ese olor penetrante insoportable que impregna el aire… eso es ni más ni menos que ácido sulfhídrico gaseoso que genera la curtiembre CBR. En ocasiones ese mismo olor se siente en Chilecito (distante a 15 Km.)”, aseguró.
Y cuestionó: “Seguramente también se han preguntado como hace la gente que vive en Nonogasta para soportar eso todos los días. Bueno, el ácido sulfhídrico es un compuesto volátil, es decir, se encuentra en el aire y su efecto tóxico inhibe la función del nervio olfatorio. Las personas prácticamente quedan incapacitadas de oler el hedor característico de este compuesto químico, por lo tanto su detección anticipada por esta vía se hace casi imposible. Eso es básicamente lo que ocurre allí. De tanto estar expuesta a ese olor la gente ha perdido esta capacidad gracias a respirarlo por casi 30 años”.
“En Nonogasta la gente está “acostumbrada” al olor de la curtiembre. Lo toman como “algo natural” y no es así. Cualquier experto en toxicología puede dar fe que permanecer en un lugar respirando elevadas concentraciones de ácido sulfhídrico no es bueno y mucho menos saludable. Miren como será que a esta sustancia los toxicólogos la llaman ‘el gas del knockout’; justamente porque una de las manifestaciones que es muy característica de la intoxicación con ácido sulfhídrico es la sensación de desmayo y/o el colapso de la persona”.
En tanto que indicó Berdugo: “Las consecuencias asociadas de aquéllos que estuvieron expuestos al gas, dependerán de cuánto tiempo estuvieron en el lugar y los niveles de concentración que había en la zona… entre otras variables, pero en general las secuelas están relacionadas con efectos neurotóxicos, como pérdida de memoria, algún tipo de dificultad para la movilidad y dolor de cabeza. En el peor de los casos, si una persona se expone a altas concentraciones, durante largo tiempo, el organismo en general no cuenta con la fuerza necesaria para poder funcionar ya que el mecanismo de acción de este gas deja a las células sin energía. La forma más frecuente de morir de las personas que han sido intoxicadas con el gas es un paro cardiorespiratorio”.
“A este gas están expuestos los habitantes de Nonogasta y a solucionar esto apunta la planta de tratamiento de la que tanto se habla, mucho se promete pero nunca se concreta. Mientras algún funcionario de la Curtiembre justifica esto diciendo que “olores hay en todos lados” y los funcionarios provinciales se rasgan las vestiduras diciendo que “no hay contaminación”, la gente respira esto desde hace 30 años”, culminó.
Fuente:
Fernando Berdugo, “Otro asesino silencioso está en el aire y convive con la gente en Nonogasta”, 06/08/14, Inforiojapolítica. Consultado 06/08/14.
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