jueves, 14 de agosto de 2014

El juicio por las explosiones, en marcha

En el primer día de audiencias, el tribunal rechazó un pedido de los abogados de los imputados para anular el proceso. De los cuatro militares acusados, uno declaró ayer y los otros se abstuvieron, por ahora. La causa sigue con los testimonios de peritos y testigos.

por Fernando Colautti

En el primer día del juicio oral por las explosiones de 1995 en la Fábrica Militar Río Tercero, sólo uno de los cuatro militares imputados aceptó declarar. Fue Edberto González de la Vega, quien durante tres horas respondió preguntas. Jorge Cornejo Torino y Marcelo Gatto se abstuvieron con la misma fórmula: “No entiendo de qué se me acusa”, dijeron. Carlos Franke avisó que se abstenía “por consejo” de su abogado, pero adelantó que hablaría “en próximas audiencias”.

De la Vega y Franke eran directivos de Fabricaciones Militares. Cornejo Torino y Gatto, en la planta de Río Tercero.

Fue sólo la primera de una larga serie de jornadas que demandará entre dos y cuatro meses hasta que se dicte sentencia por los hechos ocurridos hace ya 19 años.

El Tribunal Oral Federal 2, integrado por Carlos Lascano, José Pérez Villalobo y Mario Garzón debió resolver, en un inicio, un planteo de nulidad formulado por los abogados de los imputados, argumentando que la acusación “no describe los hechos imputados”. El fiscal y la querella se opusieron y el Tribunal resolvió no hacerle lugar. Una decisión contraria habría finiquitado el juicio, a minutos de haberse iniciado.

Las audiencias se desarrollan en una reducida sala sin público ni prensa, que pueden seguir el desarrollo televisado, en otras dependencias.

El que habló
González de la Vega era director de Coordinación de Fabricaciones Militares. Un día después de las segundas explosiones, del 24 de noviembre de 1995, fue designado director interino de la planta de Río Tercero en reemplazo de Cornejo Torino. “No tengo absolutamente nada que ver”, enfatizó sobre el hecho. Dijo que su gestión duró sólo cinco días y que fue designado para “limpiar el predio de explosivos, para que no ocurriera un tercer episodio” de explosiones.

Luego, debió sortear varios interrogantes sobre su relación con las ventas ilegales de armas, causa en la que fue uno de los 18 condenados. Aunque argumentó que no participaba de las decisiones sobre esas operaciones, reconoció que había material del Ejército que se desviaba a fábricas militares para ser embarcados luego al exterior, admitió que “en Fabricaciones Militares se sabía que ese material iba a Croacia” y apuntó que estuvo en varias reuniones en las que el traficante de armas Diego Palleros negoció ventas para la empresa estatal. Ante varias preguntas dijo no recordar detalles.

Hoy, el 19 y el 20 están previstos los testimonios de los peritos oficiales y de partes que participaron de la investigación.

Por Ana Gritti
Las dos hijas de Ana Gritti y Hoder Dalmasso estuvieron ayer en la sala. Son las únicas querellantes penales. Su padre fue uno de los siete muertos. Su madre, fallecida en 2011, tuvo un rol central en el proceso.

El eje en el vínculo con la venta ilegal de armas

“No me caben dudas de que las explosiones fueron intencionales”, marcó el fiscal Alberto Lozada.

Antes de ingresar a la primera audiencia, quien en el juicio sostiene la acusación contra los imputados ratificó que tratará de demostrar el vínculo con las maniobras por ventas ilegales de armamento. “A mi criterio, las pruebas que hay son suficientes”, acotó.

Los abogados querellantes Aukha Barbero y Horacio Viqueira dijeron esperar que los jueces “valoren la prueba existente” sobre ese vínculo. Y recordaron que tres de los cuatro imputados han sido condenados ya por la causa de esas exportaciones clandestinas entre 1991 y 1995.

Un criterio bien opuesto anticipó el abogado Ernesto Gavier, defensor de los imputados Jorge Cornejo Torino y Marcelo Gatto. “No se sostiene esta acusación. Es absurdo que mis defendidos pudieran hacer explotar la fábrica si con sus familias vivían ahí”, indicó. Luego opinó que “son 
sólo chivos expiatorios” y tildó al proceso que termina en juicio de “todo político”. En esa línea, 
dijo que si la acusación sostiene el vínculo con las ventas ilegales de 
armas “los que deberían estar acá sentados son (Carlos) Menem y 
(Martin) Balza. Hasta sentenció: “A Menem lo salva su relación con el Gobierno nacional”.

Fernando Colautti, El juicio por las explosiones, en marcha, 14/08/14, La Voz del Interior. Consultado 14/08/14.
El eje en el vínculo con la venta ilegal de armas, 14/08/14, La Voz del Interior. Consultado 14/08/14.

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