miércoles, 30 de julio de 2014

Polémica por entrega de fondos del Plan del Fuego

Legisladores oficialistas ahora hacen actos para darles los cheques a los cuarteles de bomberos. Opositores cuestionan el uso partidario de esos recursos públicos.

por Fernando Colautti

Llevan el cheque y hacen un acto por su entrega en cada cuartel de bomberos, que luego difunden en los medios de cada zona.

Los legisladores provinciales oficialistas, de Unión por Córdoba, variaron el criterio con que se entregaban los aportes del Plan Provincial de Manejo del Fuego, recaudados con el impuesto que con la factura de energía aportan todos los cordobeses.

Hasta ahora, los pagos a bomberos se hacían mediante cheques que cada cuartel retiraba en Casa de Gobierno. Este año, los legisladores (sólo algunos oficialistas) los llevan en mano a cada localidad. Y esa práctica ya generó controversias por ese uso de fondos públicos.

El legislador opositor Santiago Clavijo (Frente Cívico) presentó esta semana en la Legislatura un pedido de informes por el que pretende que el Ejecutivo explique esta mecánica y, de paso, detalle cuánto ha recaudado y pagado este año la Provincia con los fondos del impuesto al fuego.

Clavijo planteó que distribuir recursos oficiales no es función de los legisladores y denunció una utilización partidaria de ese reparto. “Ni la Constitución provincial ni el reglamento interno de la Legislatura autoriza a los legisladores provinciales a repartir fondos públicos a municipios, comunas, cuarteles de bomberos o instituciones”, dijo.

Recurrió a una evidencia fácilmente comprobable: en medios regionales del interior aparecen en las últimas semanas informaciones de entregas de aportes a bomberos difundidas por legisladores oficialistas.

“La primera vez”
Dos presidentes de cuarteles de bomberos de diferentes zonas del interior confirmaron a este diario esa nueva metodología, aunque pidieron no ser citados. “Es la primera vez que se hace así; antes teníamos que ir a Córdoba a retirar los cheques. En alguna reunión, los cuarteles pedimos que se hiciera mediante depósitos bancarios. Esta nueva metodología nos evita viajar a Córdoba a retirar los pagos, pero nos complica porque se politiza, y los cuarteles siempre tratamos de escapar de eso”, señaló uno.

El presidente de otro destacamento aportó: “Nos complica porque los legisladores lo difunden, sale en los medios y queda como un acto político, cuando se trata de fondos que por ley nos deben a los bomberos”.

Ambos coincidieron en dos puntos: que los cuarteles de Córdoba están mejor que los de otras provincias por la existencia de este fondo, pero que debería rediscutirse la metodología de distribución.

Funcionarios del Plan Provincial de Manejo del Fuego dijeron a este diario que el modo en que se entregan los pagos no es una decisión tomada en ese ámbito.

El titular del bloque de Unión por Córdoba, Sergio Busso, a través de una vocera sugirió que se consulte a los legisladores citados en el planteo de Clavijo. Pero a pesar de varios intentos, no fue posible contactarlos ayer.

Dos vías
A los cuarteles llegan recursos del plan provincial por dos vías. Una es el reparto del 10 por ciento de lo que recauda el impuesto al fuego: la ley obliga a que la Provincia deposite ese monto cada mes a la Federación de Bomberos Voluntarios, la que lo distribuye mediante cheques a cada cuartel. Pero otros aportes, mucho más significativos, son entregados a modo de subsidios, según la modalidad y oportunidad que fija el Gobierno.

Quién ayuda para que los cordobeses lo sientan suyo

Son picardías con efecto “boomerang”: basta con preguntar en los cuarteles la impresión tras esos actos de entrega de cheques.

por Fernando Colautti

Córdoba necesita su Plan Provincial de Manejo del Fuego. Es imprescindible un programa con recursos específicos para que esta provincia no siga perdiendo bosques, comprometiendo recursos hídricos, quemando paisajes y dañando suelos, biodiversidad, aspiraciones turísticas, propiedades y proyectos de vida.

Pero es el Gobierno que lo creó y administra el primero que debería sumar acciones y conductas que ayuden a que la sociedad lo sienta suyo y lo justifique. Más cuando los fondos que maneja son aportados mediante un impuesto especial que pagan todos los cordobeses, desde hace 10 años, y encarece sus facturas de energía.

Acciones como el uso político o partidario de la distribución de esos fondos públicos no colaboran en ese sentido. Son picardías con efecto boomerang: basta con preguntar en los cuarteles la impresión tras esos actos de entrega.

Evitar esas situaciones sería necesario para que el Plan Provincial del Fuego sea percibido por los cordobeses como un programa “de todos”. En esa línea, ayudaría aún más una acción simple, pero nunca resuelta: transparentar, con acceso libre por Internet, lo que cada mes recauda el impuesto al fuego y el destino detallado de cada peso que se eroga.

A la vez, crece la impresión de que es hora, a una década de su puesta en marcha, de abrir un debate abierto y plural que revise lo que hay que consolidar y lo que debería corregirse de un plan para que, lejos de ser erradicado, resulte más eficiente, creíble y transparente. De algún modo, que cada cordobés lo haga más suyo.

La Provincia paga ahora ocho meses acumulados

La Provincia está pagando ahora los aportes a los cuarteles de bomberos de ocho meses acumulados.

La Provincia está pagando ahora los aportes a los cuarteles de bomberos de ocho meses acumulados 
(de enero a septiembre).

“De los 173 cuarteles, hemos abonado este mes lo comprometido del Plan del Fuego a 100, esta semana salen unos 20 más y otros tantos en 15 días. Quedarían afuera una veintena, que no están en condiciones por no presentar sus balances en regla”, señaló Federico Bengolea, subsecretario de Gestión de Riesgo de la Provincia, del que depende el Plan de Manejo del Fuego.

Los cuarteles reclamaban meses atrás por demoras en esos pagos. Bengolea indicó que se decidió pagar acumulado ahora dos cuatrimestres juntos y que en septiembre se abonará por adelantado el tercero, para completar el año.

Esos pagos representan la principal erogación del Plan del Fuego: se llevan más de 40 millones de los casi 60 que recauda por año el “impuesto al fuego”. Son 28.600 pesos por mes para los 66 destacamentos de la zona de riesgo (Sierras y Noroeste) y 13.600 pesos para los 107 cuarteles de la zona llano.

Con eso, en zona de riesgo, cada cuartel debe pagar 3.900 pesos por mes a cinco bomberos por tareas diarias de prevención, vigía y patrullaje, y le quedan 9.100 pesos para gastos operativos. En la zona llano, a cada destacamento le queda 5.800 pesos mensuales y el resto es para pagar 3.900 pesos a dos bomberos.

Aparte, cada cuartel recibe un fijo, sin importar su tamaño, de casi tres mil pesos por mes.

Bengolea dijo que “en días” se distribuirá equipamiento variado, ya comprado, por nueve millones de pesos.

Nuestros descuidos cuestan caro

El fin de semana pasado se registró el primer incendio de la temporada, por lo que se impone recordar el peligro que supone el fuego en las Sierras para el medio ambiente y las personas.

Pese a que todo Córdoba celebró las lluvias extraordinarias que tuvimos durante el verano -porque con la acumulación de humedad en los suelos la provincia iba a enfrentar mejor el clima seco del otoño y del invierno-, el fin de semana pasado tuvimos que lamentar el primer incendio forestal de la temporada.

En el viejo camino de las Altas Cumbres, a la altura del kilómetro 65, un descuido originó un fuego al costado de la ruta. El viento hizo el resto. Cinco dotaciones de bomberos y tres aviones hidrantes fueron necesarios para acabar con el fuego, que alcanzó a tener un frente de unos 400 metros e invadió una estancia, donde se propagó a cuenta de las pasturas.

El Gobierno provincial debió recordarle a la sociedad, por enésima vez, que “más del 90 por ciento de los incendios forestales se producen por fuegos negligentes o malintencionados”. Una colilla de cigarrillo que se lanza encendida por la ventanilla de un auto puede ser suficiente para causar un fuego de colosales proporciones.

O todo puede originarse en una chispa que se escapa de la fogata que alguien, dispuesto a pasar un “día de campo”, inicia para obtener las brasas que necesita para el asado. Una tercera posibilidad es la habitual quema de pastizales que suelen realizar los lugareños a esta altura del año, aprovechando las bajas temperaturas.

Claro que también colabora la inacción oficial, que debería aprovechar la primavera, el verano y el otoño para recoger u obligar a recoger árboles caídos y otros materiales de rápida combustión y así demarcar contrafuegos que eviten la propagación de incendios invernales.

En vez de revisar nuestras conductas, tendemos a creer que no pueden hacerle mal a nadie. Nos decimos, en consecuencia, que el cigarrillo se apaga solo, que tenemos mucha experiencia haciendo asados en cualquier lugar, que los pastos se queman todos los años y que nunca ha pasado nada grave.

Así nos va. El incendio del fin de semana afectó 12 hectáreas que resultaron completamente quemadas en un par de horas por un “descuido”. No hubo personas heridas. Tampoco se quemaron viviendas. Pero pudo haber ocurrido. Lo sabemos. Un pequeño ejercicio de memoria nos lo demuestra. El año pasado, en tan sólo una semana, numerosos focos de incendio arrasaron con unas 40 mil hectáreas, y las nubes de cenizas llegaron a afectar la visibilidad de la ciudad de Córdoba durante varios días, por lo que se decretó la emergencia ambiental. Hubo numerosos heridos y las pérdidas económicas fueron millonarias.

¿No podemos proponernos cambiar para que el registro de este año sea diferente? ¿No podemos, por decirlo así, tenernos miedo a nosotros mismos y desconfiar del modo como hacemos normalmente las cosas y reforzar nuestras propias medidas de seguridad para evitar, en este caso, daños ambientales de consideración?

Fuente:
Fernando Colautti, Polémica por entrega de fondos del Plan del Fuego, 30/07/14, La Voz del Interior.
Fernando Colautti, Quién ayuda para que los cordobeses lo sientan suyo, 30/07/14, La Voz del Interior.
La Provincia paga ahora ocho meses acumulados, 30/07/14, La Voz del Interior.
Nuestros descuidos cuestan caro, 30/07/14, La Voz del Interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario