Tras lluvias intensas en la región, la crecida derribó un puente y el conductor cayó con su auto al cauce. No pudo ser ubicado aún. Hubo evacuados.
por Claudio Minoldo
Jesús María. Los recientes incendios en la zona alta de la cuenca que alimenta al río Guanusacate, sumado a la intensidad de la lluvia que sumó 165 milímetros en 12 horas, resultaron un cóctel complicado para la ciudad de Jesús María. La crecida del río se llevó puesto un puente (el Centenario) que une la ciudad con el Museo Jesuítico. Su destrucción no fue el peor saldo: un remisero lo atravesó instantes después de su caída y su auto fue arrastrado dos kilómetros por la corriente. El conductor no fue hallado hasta anoche.
El episodio ocurrió cerca de las 5 de ayer cuando la furia de la creciente del río, que hasta un día antes era un cauce casi seco, arrancó más de la mitad del histórico puente. Antes de que Defensa Civil llegara a clausurarlo, Arturo Maturano (63) lo cruzó, entre la oscuridad y la lluvia, sin percatarse de que ingresaba a una peligrosa trampa. Un vecino fue testigo de cómo ese Chevrolet Corsa azul se desbarrancó y fue arrastrado por la corriente, hasta otro puente que une Sinsacate con Jesús María. El rescate del auto, horas después del hecho, no trajo alivio a la familia ya que el cuerpo del hombre no fue encontrado siguió sin aparecer, a pesar de los rastrillajes de policías y bomberos, que continuarán hoy, ya con menor caudal de agua en circulación.
Mientras, dos agentes de Policía estuvieron en serio riesgo cuando patrullaban el balneario La Toma y fueron “atropellados” por la corriente que los obligó a abandonar el vehículo, al que vieron que el agua llevaba como si fuera un barquito de papel. El agente Sergio Lucero salió primero pero el cabo Francisco Palomeque intentó maniobrar el auto, aunque debió escapar por la ventanilla cuando el agua ya llenaba la mitad del habitáculo. Según contó a este diario, se arrojó al agua y tuvo que dar algunas brazadas antes de pisar tierra firme donde su colega le tendió la mano.
El móvil policial apareció tres kilómetros más adelante.
Mientras, en la ciudad el aguacero trajo otras consecuencias. El intendente Gabriel Frizza coordinó las tareas de asistencia, dado que en numerosas viviendas había ingresado agua y el municipio debió montar un centro de atención para los más de 60 personas que se debieron evacuar.
Otros problemas
La caída del puente, una construcción de 1905 sobre la que pendían advertencias de fragilidad, obligó a las autoridades
a clausurar también el puente sobre la calle Colón durante la mañana, razón por la que los vecinos de varios barrios quedaron por horas incomunicados con el centro de la ciudad. Además, la mayoría de las escuelas decidió suspender las clases.
Sobre la zona sur de la ciudad, los vecinos de barrio Sierras y Parques lidiaban contra el desborde de un canal de riego que extrae agua del río Carnero, que generó con su crecida anegamientos a numerosas viviendas. La Cooperativa eléctrica decidió suspender el suministro de energía en ese sector hasta verificar que no había peligro.
El gobernador José Manuel de la Sota se hizo presente en la ciudad y, acompañado por algunos funcionarios, llevó ayuda para las familias afectadas y el compromiso de aportes para la reparación de los destrozos que el agua ocasionó y con la reconstrucción del puente.
El intendente Frizza indicó por Twitter que el jefe de Gabinete del Gobierno nacional, Juan Manuel Abal Medina, se comunicó para ponerse a disposición del municipio.
En 2010, otro puente
En enero de 2010 se cayó, por otra crecida, el puente que unía Jesús María con Sinsacate, sobre la muy transitada ruta nacional 9. Hubo que colocar un puente militar provisorio tipo Bailey hasta que Vialidad Nacional finalizó el nuevo.
Además, la Provincia construyó un segundo puente que une ambas localidades, a la altura de barrio Norte.
Incendios y caudal
De arriba. La zona de Jesús María llevaba casi 140 días sin lluvias, y el río que la atraviesa era apenas un hilo de agua. Ayer llovió 160 milímetros en pocas horas, pero la crecida del río obedeció a una precipitación aun mayor, que alcanzó los 190 milímetros, en la zona de La Granja-Ascochinga, donde se forma la cuenca hídrica de ese curso de agua.
Esa región, semanas atrás, tuvo extendidos incendios rurales. Y ese suelo sin suficiente vegetación que contuviera las lluvias derivó mayores caudales.
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Trastornos y evacuados en varias localidades
Entre jueves y viernes llovió, finalmente, en todo el mapa provincial, con registros que van de los 30 a los 190 milímetros.
Donde las precipitaciones fueron más intensas, generaron diversos trastornos.
En Sierras Chicas, con registros de entre 110 y 190 milímetros, hubo inconvenientes en Río Ceballos, Unquillo y La Granja, donde se debieron evacuar algunas familias por el ingreso de agua a sus hogares.
En la ruta que une el dique San Roque con La Calera, un desmoronamiento provocó que una piedra cayera de una ladera e impactara contra una camioneta, con una persona que sufrió heridas leves.
En Punilla, hubo casas anegadas en Villa Giardino. En esa región llovió entre 90 y 130 milímetros.
Otra región con intensas precipitaciones fue el este cordobés. En la ciudad de San Francisco el centro y varios barrios quedaron anegados, hubo cortes de energía y varios colegios sin clases, tras los 130 milímetros caídos. En Arroyito, con similar registro, se debieron evacuar por varias horas unas 20 personas. En esa región, también hubo dificultades y algunas familias evacuadas en Las Varillas, Porteña y otras localidades.
En el sudeste, Corral de Bustos tuvo problemas tras llover 205 milímetros en dos días. En esa zona, hubo acumulados de entre 100 y 200 milímetros en dos jornadas. Por caso, Marcos Juárez midió 170. El jueves, en Inriville, murió una joven de 14 años al derribar el viento una pared.
Tormenta: tras los daños del agua, la ciudad busca reponerse
Aún hay casas sin luz y varias se electrificaron. Hasta anoche, quedaban tres familias evacuadas. Por 72 horas rige la emergencia que declaró Mestre.
La tormenta que afectó a la ciudad de Córdoba ayer y el jueves dejó sus coletazos en diversos sectores. Pese a los cortes de luz, caída de postes y árboles, cables cortados, calles anegadas, desagües tapados y evacuados, la Capital intenta reponerse. Todo dependerá de que no se produzcan nuevos temporales.
El intendente Ramón Mestre declaró la emergencia ambiental por 72 horas y constituyó un comité de emergencia para atender la situación. La Costanera fue cortada en forma preventiva. A las 19 de ayer quedaban tres familias evacuadas en Polideportivo Corral de Palos.
El subsecretario de Desarrollo Social municipal, Pablo Minelli, indicó que crecieron los pedidos de ayuda con colchones, chapas y nailon, sobre todo desde asentamientos precarios anegados. “Hubo viviendas con rotura de techos, hundimiento de pozos negros y paredes vencidas”, precisó. Las solicitudes de asistencia llegaron de Cooperativa Los Paraísos, Rosedal, Panamericano, Villa Boedo, San Jorge, Costa Canal, Los Granados, El Quebracho y otros barrios.
Epec informó que varias subestaciones y cámaras se llenaron de agua, lo cual provocó la salida de servicio de diversos distribuidores. Se rompieron 38 postes.
Anoche, la vocera de Epec, Mariana González, dijo que no quedaban barrios completos sin luz, aunque sí reclamos individuales desde Nueva Córdoba, Alberdi, San Vicente, Alto Alberdi, Las Palmas, Yapeyú, Yofre y otros barrios.
“Muchas líneas resultaron dañadas por la piedra y hubo un número superior al promedio de casas electrificadas por las condiciones de humedad imperantes, lo cual dificulta el avance de los trabajos”, explicó.
En zonas rurales y semirrurales persistían los inconvenientes por falta de electricidad, sobre todo cerca de las rutas 19 y 9 norte y sur. Epec pidió “paciencia” a los damnificados.
En Ciudad Universitaria, se quemó un distribuidor en inmediaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y se quedaron sin energía otras dependencias. Cuadrillas de Epec se ocuparon del problema y siguen hoy.
A la tarde se logró reparar una línea de media tensión averiada que va desde el Parque de las Naciones hasta Escobar, Bajo Palermo y barrios próximos. “Pueden quedar casos particulares por resolver”, aclaró González.
En Libertad al 2300 (Alto General Paz) varios vecinos siguen sin luz desde el jueves a la noche. “Epec prometió que vendría pero aún no arregló el problema”, criticó Mariela Tanus.
En tanto, Rubén Edelstein comentó que en un edificio de Obispo Salguero 236 no hay agua desde el jueves, no funciona el ascensor y varios departamentos no tienen luz. “Es un problema de una fase hecha con un sistema antiguo; ya falló en enero de 2011 y le hicieron un arreglo precario, por lo cual fallará siempre”, cuestionó.
Epec recordó que los reclamos por cortes de energía deben formularse al 0800-777-0000.
Fuentes:
Claudio Minoldo, No aparece el remisero al que se llevó el río, 02/11/13, La Voz del Interior. Consultado 02/11/13.
Trastornos y evacuados en varias localidades, 02/11/13, La Voz del Interior. Consultado 02/11/13.
Tormenta: tras los daños del agua, la ciudad busca reponerse, 02/11/13, La Voz del Interior. Consultado 02/11/13.
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