miércoles, 6 de noviembre de 2013

Informe: Agroecología o Agronegocios

Los estudios científicos, los testimonios de vecinxs y la realidad socio ambiental que se observa en campos y ciudades evidencian de manera creciente que el modo de producción agrícola que se viene imponiendo desde hace casi 20 años en Argentina y América Latina ya es obsoleto. La alternativa de la agroecología empieza a ser el inevitable camino a seguir.

por Asamblea por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos

La inviabilidad del modelo de los agronegocios se evidencia cada vez con mayor fuerza en la provincia de Córdoba, así como en otras regiones del país y del mundo. El presente informe elaborado por la Asamblea por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos recoge diversos testimonios brindados durante la primera audiencia pública que se celebró en el país sobre las implicancias del modelo de producción agraria vigente y pretende ser un aporte más para comprender la urgencia de avanzar en una transición hacia la agroecología, una agricultura sustentable centrada en la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.

Los graves impactos que los agronegocios están generando en la salud y el ambiente fueron enumerados por una gran cantidad de profesionales y vecinos que formaron parte de los casi 70 expositores de diferentes lugares de la provincia y el país que hicieron escuchar su opinión el pasado 10 de septiembre en el Concejo Deliberante de Río Cuarto.

Pero además, a lo largo de la larga e intensa jornada en la que se arrimaron a participar alrededor de 400 personas, las distintas exposiciones demostraron que la convivencia armónica entre campo y ciudad es posible. Con el relato de experiencias concretas basadas en un modelo agroecológico, el debate clarificó que los crecientes conflictos por fumigaciones en zonas pobladas pueden ser superados si se prioriza la producción de alimentos saludables.

Crisis ambiental
Los desmontes y la pérdida de biodiversidad impulsados por el avance del monocultivo con transgénicos han llevado a la provincia de Córdoba a una crisis ambiental sin precedentes, afectando el suelo, el aire, el agua, así como la flora y la fauna propias de la región.

De las 12 millones de hectáreas que había originalmente en la provincia hoy quedan menos del 5%, tal como exponía la ingeniera forestal Natalia de Luca. “El ambiente natural, original de la provincia eran los bosques nativos y hoy hemos perdido más de 11 millones y medio de hectáreas de bosque nativo y principalmente la causa es el avance de la frontera agropecuaria, en las dos últimas décadas”, dijo durante la audiencia pública la representante del Observatorio de Conflicto Socio Ambientales de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).

El biólogo Raúl Montenegro, presidente de Funam, comentó que el actual estado de crisis ambiental que se vive en la provincia se debe a que “es una de las provincias con peor gestión ambiental de Argentina y la primera con mayor superficie dedicada a soja transgénica, y que para el período 1998-2002 tuvo la tasa de desmonte más alta del país (-2,93%, una cifra que contrasta con la media mundial para un período comparable, -0,23%)”. “Las cuencas hídricas colapsan, pero las exportaciones de soja aumentan. Nuevamente las ciudades, alejadas de los lugares donde se fabrican las crisis, parecen no advertir lo que sucede”, expresó.

Otra de las consecuencias de esta pérdida de boque nativo es el declive de las poblaciones de seres vivos que habitan en el bosque: este modelo de producción genera una pérdida de biodiversidad debido a la fragmentación de los hábitats y el uso masivo de agrotóxicos, que rompen con el equilibrio y los ciclos naturales desarrollados durante miles de años.

En este sentido, para poder visualizar que somos también parte del ecosistema y que dependemos del mismo, la médica veterinaria y apicultora Paula Melegatti expuso: “La producción de miel ha disminuido drásticamente en muchas partes del mundo, pero además se han elevado los niveles de mortalidad de las colmena. (…) Estas pérdidas de polinizadores, especialmente hablando de la Apis Melífera que es la abeja doméstica que los apicultores utilizan, tienen su consecuencia a nivel de producción de alimentos porque el 35% de los alimentos que consumimos depende de la polinización. Es decir, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, algunos cereales y algunas oleaginosas dependen de la polinización entomófila que es la polinización hecha por los insectos, especialmente las abejas”. También agregó que “las vacas, pollos, cerdos requieren de forraje para poder alimentarse y ese forraje también necesita la polinización de estos insectos”.

El conflicto entre campo y ciudad
Una de los mayores conflictos que el actual modelo agrícola ha despertado a nivel social se relaciona con la incompatibilidad entre los territorios rurales y urbanos, la imposibilidad de que campo y ciudad convivan en un mismo espacio. Un conflicto que se escucha de manera creciente tanto en la ciudad de Río Cuarto como en todos los pueblos y ciudades argentinas ubicadas en las regiones donde el monocultivo de soja y maíz transgénico se ha expandido en las últimas décadas.

Es que las características contaminantes del modelo de los agronegocios con la aplicación de millones de litros de agrotóxicos – durante la última campaña sólo en la provincia de Córdoba se aplicaron más de 50 millones de litros de Glifosato- implican un riesgo para la salud humana que hasta los mismos productores y corporaciones del agro reconocen.

Durante la audiencia celebrada en Río Cuarto, el pediatra Medardo Ávila Vázquez, integrante de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, advirtió que año a año “se agravan los niveles de toxicidad que genera el sistema de agricultura”, dado que aumenta entre un 10% y un 15% la cantidad de agrotóxicos que se utilizan en los campos.  De esta manera, Argentina va a contracorriente de las tendencias impulsadas en varios países europeos, que en los últimos años están aplicando programas para reducir el uso de estos productos.

“Esto está produciendo que, en Córdoba por ejemplo, según datos del Instituto de Cáncer de la Provincia el 70% de los canceres diagnosticados en los últimos 5 años son del interior de la provincia. Y el 30% están en la ciudad de Córdoba, cuando la población es más o menos equivalente. O sea claramente la gente que vive en el interior, que está más expuesta a los agrotóxicos, está teniendo tasas de enfermedad y de cáncer muy altas”, explicó Ávila Vázquez.

Por su parte, las investigaciones de los biólogos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) Delia Aiassa y Fernando Mañas han demostrado que los agrotóxicos también están generando daños genéticos en las personas expuestas a las fumigaciones, especialmente en los niños dado su mayor grado de vulnerabilidad. “Quienes están en las cercanías de los campos que están siendo pulverizados son poblaciones en riesgo”, aseguró Aiassa, quien detectó que los daños genéticos alcanzaban incluso a poblaciones ubicadas a 1000 metros de los campos.

En el plano social de este conflicto campo – ciudad se destaca la lucha que durante diez años llevaron adelante las Madres de barrio Ituzaingó Anexo en la ciudad de Córdoba, que derivó en el primer juicio por fumigaciones de América Latina. Esta instancia judicial fue uno de los principales impulsos que llevó a considerar la urgencia de alejar las pulverizaciones de los ejidos urbanos. “La gente está tomando conciencia, se está reuniendo, está debatiendo, y están pidiendo en casi todas las localidades franjas de protección”, contó al respecto Sofía Gatica, Madre de Barrio Ituzaingó y premio Goldman.

La convivencia es posible
Esta situación sanitaria, económica y social vuelve evidente que el cultivo con agrotóxicos es cada vez más inviable en los ejidos urbanos y obliga a pensar nuevas alternativas de producción. En ese marco nació la Campaña e Iniciativa Popular por un Río Cuarto Agroecológico, una iniciativa presentada por la Asamblea por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos durante la audiencia pública que, más allá de su carácter local, pretende también sentar un precedente para otros pueblos de la región.

Las características de la agroecología y las experiencias enmarcadas en este modelo, que ya se vienen desarrollando a diferentes escalas en distintos lugares del país, revelan que es posible una sana y armónica convivencia entre campo y ciudad y que la incompatibilidad entre zonas urbanas y rurales es solo una particularidad del modelo productivo predominante.

La agroecología, al permitir producir sin el uso de agrotóxicos, es una posibilidad real y concreta de producción en cercanías de zonas pobladas sin ningún tipo de riesgo para la salud y el ambiente. Así lo indican los productores y profesionales que llevan años trabajando desde este modelo productivo, tanto en campos de más de mil hectáreas como en espacios verdes dentro de las ciudades.

En este sentido, el Programa de Agricultura Urbana llevado adelante por la Municipalidad de Rosario desde hace diez años es un claro ejemplo de los beneficios que representa la producción ecológica. Con huertas comunitarias en espacios públicos, ferias de alimentos orgánicos, capacitaciones en técnicas ecológicas y una red productiva de alrededor de 10 mil familias desocupadas, el proyecto demuestra que la agroecología no sólo es una alternativa frente a las consecuencias de los agrotóxicos en la salud sino también una estrategia de lucha contra la pobreza y una posibilidad de ofrecer alimentos sanos a la población.

Otro testimonio destacable en este sentido fue el de Eduardo Cerdá, ingeniero agrónomo asesor de producciones agroecológicas extensivas en la provincia de Buenos Aires, quien comentaba: “La agroecología propone en especial volver a formarse en principios ecológicos que tienen que ver con la vida y eso es lo que nos posibilita producir bien, (…) entender que hay organismos que viven en e l suelo, que hay que protegerlos, hay una planta que se tiene que nutrir de ese suelo, esa planta va a servir para alimentar a un animal, ese animal también nos va a servir en el ciclado de los nutrientes. Entonces es todo un conjunto diverso, hasta los insectos cumplen su rol, que uno debe propiciar que estén presentes”.

Las palabras de Montenegro permiten tomar conciencia de todo lo que se encuentra en el suelo y que es exterminado por el modelo de los agronegocios: “Un bosque no tiene solamente árboles, hongos, reptiles, aves y mamíferos, sino un complejo entramado de seres vivos. En un metro cuadrado de suelo y hasta los 30 centímetros de profundidad pueden vivir unos 1.500 millones de protozoarios (microorganismos), 120 millones de nematodos (gusanos), 440.000 colémbolos (insectos), 400.000 ácaros, 2.900 ciempiés y milpiés, 500 hormigas, y muchas poblaciones de otros organismos”.

Así, la agroecología implica otra forma de ver y relacionarnos con la tierra. Se trata de una agricultura basada en la comprensión de los ecosistemas que reemplaza la destrucción de los seres vivos que prima actualmente por el aprovechamiento de los mismos, utilizando los ciclos de la naturaleza para lograr una producción sana y sustentable.

Alimentos ¿para qué mundo?
Según la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura,  la producción de alimentos es excedentaria desde 1985. Sin embargo, quienes tienen intereses particulares en el mercado de concentración de los agronegocios siguen engañando a la población con el miedo del hambre y justifican en él la contaminación y la destrucción generada por el actual modelo. Hay que alimentar al mundo dicen, ¿será El mundo según Monsanto al que se refieren, un mundo para hacer negocios?

En 1996, en el marco de la Cumbre Mundial por la Alimentación realizada en Roma por la FAO, se introduce el concepto de soberanía alimentaria. En aquella ocasión, las organizaciones campesinas contrapusieron al concepto de seguridad alimentaria el de soberanía alimentaria como una ruptura a la lógica de los mercados impuesta por la Organización Mundial del Comercio.

En el Libro Abierto a la Vía Campesina, celebrando 20 años de luchas y esperanzas, la organización propone criterios para la aplicabilidad de un modelo sustentable de producción agrícola campesina basado en la soberanía alimentaria. Priorizar la producción local para alimentar a la población; reponer la lucha por procesos de reforma agraria integral que garanticen la supervivencia de la comunidad, la sustentabilidad ecológica y el respeto por la autonomía local; el conocimiento y plena libertad para mejorar e intercambiar semillas; la lucha contra los organismos genéticamente modificados; el derecho de los pueblos a consumir de acuerdo a factores culturales, de calidad alimenticia, y que impliquen alimentos sanos y accesibles; y el fomento de prácticas de agricultura orgánica y agroecológica basada en el derecho a la recuperación de conocimientos ancestrales, son los principales criterios propositivos de la soberanía alimentaria expuestos por Vía Campesina.

Estos son los mismos criterios que propone la Campaña Río Cuarto Agroecológica y que pone a andar la Iniciativa Popular a través de un proyecto de ordenanza, con la misma lógica de ruptura del actual modelo extractivista. Y sobre esto tiene mucho que decir la Universidad Nacional de Río Cuarto, que ya el año pasado en la resolución 322 de su Consejo Superior se expresó a favor de orientar la agricultura en el sentido de la Soberanía Alimentaria y en contra de la radicación de empresas como Monsanto en nuestros territorios.

En ese marco, en la audiencia pública el rector de la UNRC Marcelo Ruiz, además de sostener y reafirmar los contenidos de aquella resolución, dijo: “Creo que no solo es posible un Río Cuarto que pueda ser pensando por fuera del extractivismo: es urgente, es necesario, y no solamente en Río Cuarto sino que hay que pensarlo como una necesaria alternativa para quienes habitamos las tierras del sur, es decir, de los países dependientes. La posibilidad de transitar caminos de liberación no es a través de las propuestas extractivistas, sino a través del fortalecimiento de los procesos populares, y las propuestas extractivistas son antipopulares”.

Más información:
Video de la audiencia pública en Río Cuarto: http://www.youtube.com/watch?v=WbkHHIqHcAo&feature=youtu.be

Fuente:
Informe: Agroecología o Agronegocios, 04/11/13, ECOS Córdoba.

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