miércoles, 14 de agosto de 2013

Preocupa la contaminación en la Antártida

por Laura Rocha

En Chile hay preocupación por el futuro de la Antártida y la modificación de su ambiente. Los científicos del país trasandino sostienen que el continente blanco modera el clima del planeta. “Los huracanes en el Golfo de México o la existencia del desierto más seco del mundo en el norte de Chile tienen que ver con lo que sucede en este rincón del planeta cuya extensión (14 millones de kilómetros cuadrados) es equivalente a la de Sudamérica”, aseguran.

El impacto ambiental y de la actividad humana que está experimentando el continente antártico preocupa a los investigadores del Instituto Antártico Chileno (Inach). Entre las amenazas mencionan a la supervivencia de especies, incluyendo el krill y el bacalao de profundidad; calentamiento climático, acidificación del océano, riesgo de contaminación por parte de embarcaciones y perturbaciones de la fauna marina, por el creciente aumento de visitantes.

Estudios previos revelan que la población de pingüinos Adelaida ha caído en 80 % desde 1975; la misma reducción ha experimentado el krill desde 1981. “La península antártica es uno de los tres puntos del planeta en que más se ha incrementado la temperatura media del aire”, agrega Ricardo Jaña, glaciólogo del Instituto Antártico Chileno (Inach). Desde 1947 ésta ha subido cerca de 3,5 °C; es decir, cinco veces más que el alza promedio global de 0,74 °C registrada entre 1905 y 2005.

“A la Antártida también le llega la contaminación del resto del mundo”, advierte José Retamales el responsable del Inach, para quien la principal amenaza que se cierne sobre el “continente helado” es el vertiginoso crecimiento de la población mundial, que se ha triplicado en los últimos 60 años.

“Las temperaturas pueden aumentar y las sequías también. No quiero ser alarmista, pero esto es algo que puede pasar”, advierte. Ingeniero civil de profesión, José Retamales se doctoró en ingeniería química en Inglaterra y fue rector de la Universidad de Magallanes (sur de Chile), además de formar parte del directorio de empresas petroleras y de energía nuclear.

La Antártida también es política. Por eso, China o Rusia están diseminando bases por todo el continente, pero nosotros no podemos hacer eso”, explica Retamales, quien cree que falta una mayor cooperación entre los 28 países que actualmente desarrollan investigaciones científicas en esta parte del planeta.

El director del Inach está convencido de que la Antártida puede ayudar a remediar la escasez energética en el futuro, pero de la misma manera que los microorganismos antárticos encierran la solución a muchos problemas actuales, el modelo de desarrollo representa una grave amenaza.

Fuente:
Laura Rocha, Preocupa la contaminación en la Antártida, 13/08/13, Ecológico lanación.com Blogs. 

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