El gobierno japonés interviene para contener el grave
atentado contra el plantea.
La central nuclear de Fukushima, epicentro de la crisis
atómica en Japón, vierte a diario cerca de 300 toneladas de agua radiactiva al
mar, un "problema urgente" que el Gobierno nipón se ha comprometido a
contener con medidas "rápidas y eficaces", entre las que destaca la
congelación del suelo.
"Estabilizar la central de Fukushima es nuestra
prioridad. En concreto, el agua contaminada representa un problema urgente que
genera mucha inquietud en la población", aseguró hoy el primer ministro,
Shinzo Abe, en declaraciones recogidas por la cadena nipona NHK.
Actualmente, la gran preocupación de los cerca de 3.500
empleados que trabajan a diario para poner fin a la crisis nuclear es la
ingente cantidad de agua contaminada que se acumula en los sótanos de los dañados
edificios que albergan los reactores atómicos, aislados por la radiactividad
tras el devastador tsunami de 2011.
El agua contaminada, que se acumula en cerca de 1.000
tanques dispuestos a lo largo de todo el complejo nuclear, y de la que una
parte se usa para enfriar los reactores, se incrementa a diario por las cerca
de 400 toneladas de agua subterránea que, proveniente de las montañas, se
cuelan en los sótanos y se mezclan con el líquido tóxico.
A pesar de que el pasado 23 de julio se descartó que se hubieran
producido filtraciones al mar, el operador de la central, Tokyo Electric Power
(TEPCO), admitió por primera vez haber detectado trazas de contaminación de ese
agua en el mar.
Las excusas. No obstante, un funcionario del Gobierno
advirtió ayer de que la mayor parte de ese agua contaminada vertida al mar se
limita a las zonas cercanas a la central, cuyo puerto se encuentra aislado del
Océano Pacífico por los rompeolas y diques que protegen la planta.
Ante la gravedad del problema, y con los tanques contenedores
al límite de su capacidad (unas 300.000 toneladas de agua), la eléctrica ha
apostado por construir unas barreras subterráneas a través de un proceso de
congelación del suelo y ha comenzado, a principios de esta semana, a bombear
agua del subsuelo.
"No existe un precedente en el mundo sobre construir a
gran escala un muro aislante al agua a través de congelar el suelo",
detalló hoy el ministro portavoz, Yoshihide Suga.
Para poder congelar el subsuelo, Tepco instalará tuberías
con refrigerante entre los edificios de los cuatro reactores afectados por el
tsunami, para crear una zona de contención de aproximadamente 1,4 kilómetros de
largo.
"Para realizarlo, creo que el Gobierno tiene que dar un
paso adelante", añadió Suga, en un proyecto con el que esperan reducir de
las 300 toneladas radiactivas vertidas a diario al mar, hasta cerca de 60.
En este sentido, Abe dio hoy la orden a su ministro de
Industria, Toshimitsu Motegi, de elaborar un plan para asistir a TEPCO en su
lucha para lidiar con las fugas de agua contaminada de la planta.
Cómo sigue. Bajo esta premisa, el Ejecutivo, que controla
ambas Cámaras, pedirá a la Dieta
(Parlamento) desviar una partida del presupuesto del próximo ejercicio fiscal
para financiar el complejo proyecto de congelación del suelo.
Mientras, el agua subterránea continúa incrementando sus
índices de radiación y las muestras recientes muestran lecturas hasta 47 veces
mayores que las extraídas hace apenas cinco días.
En concreto, el operador de Fukushima ha detectado muestras con
cerca de 56.000 becquereles por litro de sustancias radiactivas, entre ellas
estroncio, en el agua subterránea analizada.
Tras llevar los reactores a parada fría en diciembre de
2011, la prioridad de TEPCO en su hoja de ruta es la de controlar el agua radiactiva
acumulada bajo las unidades e iniciar, a finales de este año, la retirada del
combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, como paso
previo a la retirada de sus barras.
En su camino para desmantelar la central, un proceso que se
prolongará durante cerca de 40 años, a medio y largo plazo TEPCO deberá también
acometer la descontaminación de las poblaciones evacuadas por alta radiación y
elaborar un proceso para tratar los desechos radiactivos.
Fuente:
Fukushima lanza 300 toneladas de agua radiactiva al mar, 07/08/13, La Voz del Interior. Consultado 08/08/13.
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