miércoles, 10 de abril de 2013

Tucumán: desastre ambiental en el Río Marapa

Los peces muertos de Escaba despiertan serias sospechas. A la altura de El Diquecito, miles de peces muertos yacían en el agua.

El Gobierno sentenció rápidamente que los miles de animales muertos fueron ocasionados por falta de oxígeno y que no hay contaminación. Pero la experiencia de la Cuenca Salí Dulce genera dudas.

El paisaje en el Río Marapa era desolador. A la altura de El Diquecito, miles de peces muertos yacían en el agua, mientras otros se revolvían buscando algo de oxígeno. El miércoles de la semana pasada, todos estaban muertos.

Pejerreyes, mojarritas, bagres, tarariras y alevinos: kilos y kilos de animales quedaron flotando en la superficie. La gente del lugar vio morir, sin poder evitarlo, la fauna fluvial que da sustento a sus familias. Es que la mayoría de los pobladores de la zona del Dique Escaba vive de la pesca, no sólo para alimentar a sus hijos, sino para la comercialización.

“Con algunos otros pescadores intentamos dar una mano: los días de mucho calor nos metíamos en las lanchas para mover el agua y oxigenarla. Pero no pudimos evitar que murieran los animales”, explica Juan Carlos Goyo al programa Zona Zafari. Goyo es el encargado del Club de Pescadores, vive en el lugar y se dedica a la actividad desde niño.

El desastre ambiental conmovió hasta a la Delegada Comunal, Miriam Boydo, quien dijo a La Gaceta que "La mortandad se inició el miércoles de la semana pasada. Cuando me avisaron llegué a la represa y me di con algunas especies muertas y otras que parecían hervir en el agua. Al otro día no quedaba ninguno vivo. Lloré de angustia e impotencia".

Para entonces, la dantesca escena ya recorría las redes sociales a través de fotos y los tucumanos no podían menos que recordar imágenes idénticas que todavía tienen lugar en Santiago del Estero, a causa de la contaminación de los ingenios tucumanos que vuelcan vinaza a la cuenca del Salí Dulce. De hecho, la descomunal mortandad en Las Termas viene ocurriendo desde hace años y, pese a la judicialización del tema, hasta enero hubo ingenios que siguieron contaminando la cuenca.

La rapidez del Gobierno
En este caso la explicación oficial no se hizo esperar. La zona afectada fue visitada por el Secretario de Medio Ambiente de la Provincia, Alfredo Montalván; el Director de Recursos Hídricos, Desiderio Dode; y el Jefe del Distrito Alberdi de Irrigación, Marcelo Gallo. La primera medida fue enterrar los peces muertos en una fosa común, taparlos con cal y luego con tierra. Argumentaron que de esa manera se evitaría un desastre aún mayor, producto de la descomposición de los animales.

Acto seguido, explicaron que el fenómeno había ocurrido por escasez de agua, que los animales no podían captar el oxígeno necesario, que no era la primera vez que ocurría, que murieron por eso. Señalaron que la cota del dique se encuentra 10 metros por debajo de la normal, y por ello debieron cerrar el paso. Que en los últimos días estuvieron ingresando sólo 2.000 litros de agua diarios, aunque luego subió a 10.000, pero que igualmente se necesitarían 82 días seguidos de lluvia para alcanzar el nivel normal.

Las dudas
Sin embargo, la explicación no convenció a todos. La gestión Alperovich no se ha caracterizado por hacer cumplir las leyes de protección de Medio Ambiente, lo que ya costó varias denuncias judiciales.

Los Legisladores radicales Federico Romano Norri y Roberto Sánchez presentaron en la Legislatura proyectos para esclarecer lo sucedido y prevenir que se repita el desastre, creando una Policía Ambiental que controle y fiscalice que se cumplan las leyes contra la contaminación ambiental.

“Pretendemos conocer cuáles son las medidas adoptadas para prever que esta situación se repita en otros diques que dependen de la administración estatal. La mortandad de peces es un fenómeno ambiental crítico, que tiene impacto directo en la situación social y económica de los pobladores de la zona. Muchas familias sostienen su dieta alimentaria de los peces que consiguen en los ríos y diques de la provincia”, explicaron.

Para qué sirve el Dique Escaba
En la provincia de Tucumán hay tres embalses: El Cadillal, Escaba y La Angostura, pero sólo dos de ellos son utilizados actualmente, ya que el de La Angostura está fuera de uso.

Un embalse es una acumulación artificial de agua en un ambiente natural. Es producto de una acción humana ejecutada para acopiar agua para fines de su uso y/o consumo, según explica Franklin J. Adler, ingeniero civil especializado en Hidráulica, en su trabajo Los Embalses y los Recursos Hídricos Superficiales.

La provincia de Tucumán tiene un abundante recurso hídrico con 104 m3/s de caudal medio anual acumulado de sus ríos, equivalente a 3300 Hm3/año (1 Hm3 = 106 m3). Es cabecera de una cuenca muy importante de la Argentina (Río Salí-Dulce) que toma cinco provincias (Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y Córdoba). Por tanto no puede usar todo ese recurso y debe respetar los derechos de aguas de las provincias sucesivas.

Las características hidrológicas de Tucumán determinan una secuencia anual de caudales de los cursos de agua que presenta valores altos en los meses de Octubre a Abril (máximos de Enero a Marzo) y bajos de Mayo a Setiembre, explica Adler.

El Dique Escaba, en el Río Marapa, es utilizado para riego, provisión de industrias y generación de hidroelectricidad. Tiene un volumen de casi la mitad que el de El Cadillal, y diez veces menor que el de Río Hondo.

Si te interesó esta entrada tal vez te interese:
Fuente:
Tucumán: Desastre ambiental en el Río Marapa, 10/04/13, El Intransigente. Consultado 10/04/13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario