Investigación especial para ECOS Córdoba, sobre el extraño
caso de aviones que modificarían el curso del agua atmosférico en el noroeste
de nuestra provincia y sus consecuencias.
por Julián Santi Vargas
Hace ya bastantes años que en el noroeste cordobés hay un
rumor que suena fuerte. Las sequías que se están viviendo no son naturales sino
artificiales, no han sido pocas las ocasiones en las que se ve formarse una
tormenta en el horizonte y un misterioso objeto volador, más precisamente una
avioneta que pareciera identificarse a la distancia, se acerca al corazón de
las tormentas y mas tarde se vea el cielo absolutamente despejado. Estos
relatos han sido señalados como “mitos de la gente de campo” por parte de las
autoridades. Sin embargo, es un hecho tan real como las vertientes que se han
secado y la desesperación de los paisanos que las ven asiduamente. Están
reclamando por esta situación porque están desesperados y ya no saben que
hacer, hicieron los reclamos correspondientes a través de Federación Agraria
(la que los nuclea desde siempre, y la única activa en la región) y han sido
tildados por la gobernación y otros organismos nacionales como el (INTA) de fabuleros y de locos, de estar
reproduciendo la imaginería popular.
Cuando se le preguntó por radio a Daniel Ahumada si tenían
conocimiento de los movimientos campesinos de base como el MOCASE o APENOC,
éste afirmó desconocer estas organizaciones, que él solo tenía 500 hectáreas de
piedra en los gigantes y que paga los mismos impuestos que un chacarero de la
pampa húmeda.
Un hecho tan peligroso como real es parte de la preocupación
de los productores del noroeste cordobés. Daniel Ahumada y Hugo Molina,
portavoces de este reclamo a nivel provincial dicen que ya están cansados
porque estos misteriosos sucesos ocurren hace años: “No sabemos por qué nos
hacen esto, algunos dicen que es para proteger la cosecha del olivo y el tomate
en Cruz del Eje, otros dicen que puede ser la provincia de San Luis que busca
perjudicar al turismo en las sierras de Córdoba, pero nosotros creemos que esta
gente sabe que nosotros tenemos minerales debajo de nuestro suelo y están
buscando nuestra bancarrota para quedarse con las tierras. A nosotros los
minerales nunca nos han importado, porque nos gusta la cría de ovejas, las
vacas, la vida tradicional del campo, que es en definitiva la que se va a
perder si esto sigue así”. (Daniel Ahumada” -Radio La Minga- Sábado 30 de
marzo de 2013).
“Nosotros opinamos que el producto “Yoduro de Plata” (gases
congelados) que largan los aviones en la lucha contra el granizo, provocan la
falta de lluvia y contaminan las fuentes de agua. En Europa el Yoduro de Plata
ya fue descartado, porque afecta el régimen natural de las lluvias. Hacemos un llamado
a nuestros dirigentes políticos para que se aboquen a lo denunciado e inicien
una investigación para asegurar el patrimonio de nuestra provincia, que es de
todos los cordobeses, tal como lo dice la constitución Provincial y Nacional”.
La lucha contra el granizo no podría tildarse de imaginaría
popular al menos en Mendoza, porque el
mismo gobierno de la provincia de Mendoza reveló a Cadena 3 poseer una flota de
aviones propio para proteger del granizo a las cosechas de uva y arándano.
Mientras tanto, los promotores del INTA en la región del norte cordobés han
dicho: “No tiene lógica este planteo, nosotros los entendemos en su
preocupación, pero esa tecnología es costosísima ¿quién podría financiar esto?.
Y si fuera posible, ¿por qué no usan esas avionetas para prevenir las tormentas
en las ciudades?”. Lo cierto es que mientras los organismos del Estado hacen
conjeturas al respecto, cual filósofo griego mira el cielo y se pregunta; el
Estado provincial y nacional no poseen ni fuerza área ni radares para realizar
los controles necesarios. De hecho nadie sabe qué es lo que ocurre en el cielo
y en general ni si quiera tienen conocimiento de los aeródromos en
funcionamiento, ni sobre la manera de controlarlos, el cielo parece ser tierra
de nadie.
Los paisanos del norte cordobés ven diversas clases de
avionetas por el cielo de las sierras, algunas de ellas ni si quiera llevan su
patente escrita en el ala, el pasado domingo treinta y uno de marzo antes de la
gran tormenta del dos de abril en Buenos Aires se cree que sobre volaron al
Valle de Punilla más de diez avionetas. También se vieron aviones comerciales,
aviones a chorro posiblemente de origen militar, helicópteros, aviones
privados, avionetas para fumigación y avionetas hidrantes. Cada una iba por su lado
haciendo su trabajo, sin embargo también hay testimonios de haber visto como se
disparaba con morteros desde la tierra para diluir las tormentas. Algunas
versiones aseguran (lo cuál bien podría ser un mito) que fue el exceso de
manipulación climática de los días previos a la gran tormenta lo que afectó a
la provincia de Buenos Aires y ocasionó la mayor caída de agua de los últimos
cien años. Mas precisamente un sistema de alta presión proveniente de Cuyo que
generalmente para esta época debería ser un viento remolinado y seco, extrañamente esta vez los sorprendió como
nunca con mucha agua, realmente no fue una sudestada como se dijo en un primer
momento. En Estados Unidos, los campesinos llevan más de 30 años denunciando la
existencia de los aviones que cortan las lluvias, y todas sus sospechas tienen
un denominador común: Monsanto.
Esta compañía parece ser la primera proveedora del yoduro de
plata y otros metales gaseosos y en sales que se utilizan para estos fines. Los
científicos de Monsanto, que trabajan en el área de geo-ingeniería, han
revelado que es tan fácil manipular el clima que sus preguntas y sus
investigaciones están dirigidas hacia las infinitas consecuencias que esto
puede ocasionar y reconocen que, a ciencia cierta, en ninguno de los casos
saben exactamente el efecto que puede ocasionar liberar ciertos elementos al
ambiente. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos también tiene un
área de geo-ingeniería que con una flota
propia trabaja en forma conjunta con Monsanto en tareas de modificación del
clima.
Las chemtrail llevan años provocando daños a los productores
estadounidenses, y el grito fue puesto en el cielo y estalló el escándalo
cuando un legislador del partido laborista británico lo dijo a viva voz ante el
congreso y todo su país; y el presidente del parlamento lo interrumpió para
decirle que ya era suficiente, que no quería saber mas sobre estas
modificaciones del clima. Mientras tanto en el estado de Texas, se conocen
organizaciones de granjeros radicalizados, en algunos casos simpatizantes del
partido republicano, que poseen fusiles calibre 50 y se entrenan para
dispararle a las avionetas que pretenden destruirlos con la sequía, y afirman
que “el gobierno de Obama pretende desarmarlos para avanzar sobre sus tierras
con los bancos y el estado policial”, según informa www.infowars.com.
A pesar de las diversas versiones al respecto, estas
realidades son calificadas de teorías mitológicas, de elucubraciones extrañas,
y es bastante difícil identificar las fronteras de la verdad en una ciencia que
está en muy pocas manos y donde la única información disponible está en los
testimonios y los documentos. Hasta el momento no hay ninguna versión oficial
al respecto, y ni si quiera está claro a quién debe realizarse este reclamo.
A Daniel Ahumada y Hugo Molina sería muy difícil tildarlos
de fantasiosos, porque son productores muy coherentes en su planteo y con
argumentos de peso al respecto, son gauchos que están bien plantados en la
tierra, que se levantan a trabajar todos los días a las seis de la mañana y que
viajan en la camioneta al campo todas las semanas con lo necesario para
mantener con vida las poblaciones de ganado que tienen sueltas en la sierra,
que algún día serán su alimento o cuota de arrendamiento, unas cuarenta vacas y
cien ovejas, responsables de la subsistencia del personal de trabajo, los
puesteros que viven todo el año arriba en la sierra, estos campesinos en
peligro de extinción se encargan de habitar las desoladas quebradas de piedra
de las Altas Cumbres y la Pampa
de Achala. Hugo Molina arrienda su campo en la Pampa de Ocompe, ubicada en el km 25 del camino
que divide los departamentos Punilla y Minas, camino que une Cuchilla Nevada
con la Estancia
Jesuítica La
Candelaria , en el paraje denominado “La Escuelita ” se lo puede
encontrar. Sin embargo, los funcionarios serios y la comunidad científica de
las ciudades, insisten en que esto no puede ser real y que son solo
habladurías. Cualquier parecido con el Facundo es mera coincidencia.
Los productores del noroeste cordobés que sufren las sequías
que ya han perjudicado a más de 500.000 hectáreas ,
se preguntan si deben abandonar el campo o salir a defenderse; e invitan a los
investigadores periodistas y activistas que deseen profundizar sobre esta
problemática a comunicarse con ellos para organizar una visita al lugar donde
se los ha identificado, y así filmar, fotografiar y documentar la existencia de
estas avionetas rompe tormentas.
Para contactarse: sequiaartificial@gmail.com
Julián Santi Vargas es corresponsal de ECOS Córdoba en el Valle de Punilla
Fuente:
Julián Santi Vargas, Rompe-tormentas en los cielos cordobeses?, 15/04/13, ECOS Córdoba. Consultado 15/04/13.
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