por Miguel Bonasso
Como
compadres de esquina que buscan disimular el efecto de la trompada recibida, el
gobernador de San Juan José Luis Gioja y sus patrones de la Barrick Gold ,
salieron a decir que el fallo de la justicia chilena ordenando la suspensión de
los trabajos en el complejo binacional Pacua-Lama, no afectaba la operación
megaminera en el lado argentino.
“En Lama se sigue trabajando normalmente”, dijo Gioja en
sintonía con la empresa canadiense. Omitió recordar lo que resulta inocultable: el 75 % del mineral
se encuentra en Chile. Argentina pone -en cambio- el 90 % del agua.
Pascua y Lama están indisolublemente unidos. A tal punto que hubo que hacerles
un exótico tratado binacional a medida, que firmaron los presidentes Carlos Menem
y Eduardo Frei en 1997, amén de numerosos convenios parciales, como el acuerdo
secreto que firmó el titular de Hacienda de la Argentina , Juan Carlos
Pezoa con su similar chileno, para admitir precisamente que la mayor carga
tributaria se aplicaría en Chile, porque este país aportaba tres cuartas partes
del material.
Después de haberse llenado la boca con “el primer
emprendimiento minero binacional de la Tierra ” ahora funcionarios y ejecutivos hablan de
Lama, la parte argentina del complejo en la que se asienta -entre otras cosas- el temible dique de colas donde yacerá de regalo el barro cianurado. De Lama
habla Gioja y de Lama habla el secretario de Minería de la Nación , el socio
minoritario de Barrick, Jorge Mayoral, que dijo muy suelto de cuerpo: “Nada de
lo que acontezca del otro lado va a afectar a Lama”.
Algo distinto piensan los que manejan el dinero, porque las
acciones de Barrick Gold en Wall Street se derrumbaron en más de un 8 % el jueves 11 de abril. Ese mismo día cayeron 8,62 % en el
mercado de Toronto, sede de la megaminera.
Algo sabe de esto otro socio minoritario de Barrick y
miembro de la Cámara
Minera de San Juan, el geólogo Ricardo Martínez. Que encendió
la alerta roja: “es imposible que Lama (ubicada en San Juan) se desarrolle sin
Pascua, porque a mediados de 2014 está previsto comenzar con la explotación
minera del lado chileno, la del lado argentino está recién para el 2015. Nunca
fue previsto un desarrollo individual del proyecto, sino conjunto; y esto va a
retrasar aún más la etapa de producción”. Luego, sorpresivamente cargó contra
un comprovinciano de su mismo bando, el Secretario de Minería Mayoral:
“lamentablemente nuestro Secretario de Minería vuelve a renegar de su profesión
(geólogo). Es imposible que ocurra lo que plantea Mayoral. Son menores las
reservas en Argentina que del lado chileno”.
La causa es, obviamente, el fallo ejemplar de la Corte de Apelaciones de
Copiapó, en el desértico norte chileno, que vino a darle la razón a los
regantes del Valle de Huasco. En este caso particular a miembros de la etnia
diaguita.
Ese fallo, que para Barrick y sus funcionarios a sueldo, es
provisorio, tiene implicaciones decisivas para Argentina, el único país de la
tierra que cuenta con una ley de protección a los glaciares y las áreas
periglaciales, porque se fundamenta -precisamente- en “la destrucción de
glaciares y la contaminación de recursos hídricos”.
La justicia chilena viene a confirmar lo que sostuve cuando
presenté y defendí la ley de glaciares en la Cámara de Diputados y luego en mi libro “El Mal.
El Modelo K y la Barrick
Gold , amos y servidores en el saqueo de la Argentina ”: que la
empresa había mentido en su estudio de impacto ambiental y estaba operando
sobre glaciares y áreas periglaciales. La Corte de Copiapó viene a demostrar que las
medidas cautelares solicitadas a la Corte Suprema de Argentina por la Barrick Gold eran una
confesión indirecta de que para llevar a cabo su emprendimiento necesitaban
destruir estas vitales fuentes de agua, que nacen en la Cordillera de los Andes
pero discurren por todo nuestro territorio.
Demuestra que el amparo interpuesto originalmente ante el
juez federal de San Juan, Miguel Gálvez, constituía una sucia treta para
secuestrar la ley de glaciares en el territorio de San Juan. Objetivo que
lograron durante meses, hasta que la Corte Suprema puso fin a esta cautelar que el
gobierno de Cristina Kirchner -tan enemigo en apariencia de las chicanas
judiciales- no consideró en modo alguno nociva. Porque ya se sabe: hay cautelares
buenas y cautelares malas.
Los jueces chilenos acogieron el recurso judicial presentado
por la comunidad diaguita a través de su abogado Lorenzo Soto, recordando la
serie de sanciones y apercibimientos que la autoridad administrativa le aplicó
a Minera Nevada SPA (el nombre legal de
Barrick en Chile), por graves irregularidades en el manejo del medio ambiente.
En octubre pasado el Servicio Nacional de Geología y Minería
(SERNAGEOMIN) dispuso el cierre temporal de las operaciones de perforación,
tronadura, remoción de tierras y vaciado en botadero de estériles de Pascua
Lama.
En noviembre de 2012, el SERNAGEOMIN obligó a la minera a
suspender tareas de excavación ante un
exceso de material fino en suspensión que representaba un riesgo para la salud de
los trabajadores.
En marzo de este año Barrick fue multada varias veces, hasta
sumar 258 mil dólares, por el Servicio de Evaluación Ambiental de la región
chilena de Atacama. Entre otras causas, por incumplimientos en su plan de monitoreo de glaciares.
En abril, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) de Chile
acusó a la empresa de no haber construido canales perimetrales que permitan el
manejo de ácidos de su depósito de estériles.
Lo que se llama un buen prontuario.
Es difícil trasladar la alegría al futuro y no pensar en
todas las trampas que llevará a cabo el mayor productor de oro del mundo. Al
cabo, aquel ambicioso proyecto binacional que empezó con una nada desdeñable
inversión de tres mil millones de dólares, se ha triplicado. ¿Podrá una corte
provincial de Chile frenar un gigante que ya se calcula en 9 mil millones de de
dólares?
Ojalá. Compartimos el júbilo y la cautela de las
organizaciones de regantes del Valle de Huasco ante la histórica medida
judicial, que demuestra lo obvio: “no se puede trabajar en un ecosistema
glaciar sin dañarlo”.
Sus advertencias respecto a posibles propósitos subalternos
del abogado de los diaguitas Lorenzo Soto: “si sus acciones pretenden conducir
hacia compensaciones económicas reiteramos que para nosotros el agua vale más
que el oro y que no estamos dispuestos a negociar la afectación de nuestras
reservas hídricas”.
Pero, sobre todo, hacemos nuestro el principal reclamo, que
vale para Pascua y para Lama, para Chile y Argentina: “exigimos la revocación
definitiva del permiso ambiental de Pascua Lama, debido a la enorme cantidad de
antecedentes nefastos que acumula este proyecto, que pone en cuestión la
sustentabilidad de nuestra cuenca y de la cuenca de San Juan por el lado argentino”.
Eso es. Una bella bandera para llevar a las calles
argentinas el próximo 18 de abril.
“BARRICK, GO HOME”.
Fuente:
Miguel Bonasso, No hay Lama sin Pascua, 11/04/13, El Mal. Consultado 12/04/12.
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