"Llama la atención porque el agua naturalmente escurre
hacia Berisso y Ensenada y allí no ha habido ninguna víctima afortunadamente,
mientras tuvimos este terrible número de fallecidos en La Plata ”, con estas palabras la Presidente Cristina
Fernández indicó que se hará una auditoria sobre la gran inundación ocurrida el
martes. ¿Se trata de un primer paso para reconocer la responsabilidad política
de una tragedia ambiental anunciada? Veamos dos puntos. Por un lado, vecinos de
Berisso, en los barrios Villa Elvira y Villa Progreso, aseguran que hubo
muertos no registrados oficialmente, a las orillas del arroyo Maldonado. Por
otro lado, los muertos en Ringuelet, Tolosa y La Loma se explicarían por la
acción conjunta del arroyo del Gato, ya mencionado, con el efecto tapón de la Autopista Buenos Aires- La Plata (ver el gráfico). Analizamos estos aspectos con palabras de profesionales
ambientales.
por Eduardo Soler
"Llama la atención porque el agua naturalmente escurre hacia Berisso y Ensenada y allí no ha habido ninguna víctima afortunadamente, mientras tuvimos este terrible número de fallecidos en La Plata”, con estas palabras la Presidente Cristina Fernández indicó que se hará una auditoria sobre la gran inundación ocurrida el martes. ¿Se trata de un primer paso para reconocer la responsabilidad política de una tragedia ambiental anunciada? Veamos dos puntos. Por un lado, vecinos de Berisso, en los barrios Villa Elvira y Villa Progreso, aseguran que hubo muertos no registrados oficialmente, a las orillas del arroyo Maldonado. Por otro lado, los muertos en Ringuelet, Tolosa y La Loma se explicarían por la acción conjunta del arroyo del Gato, ya mencionado, con el efecto tapón de la Autopista Buenos Aires- La Plata (ver el gráfico). Analizamos estos aspectos con palabras de profesionales ambientales.
El informe contará con la participación del hidrólogo Pablo
Romanazzi, quien ya adelantó en los medios que se trataba de una tragedia
previsible. En una entrevista a La Nación, expresó: "Cuando se superponen las manchas de
inundación a los planos topográficos, el agua va por donde siempre, que es el
cauce de los arroyos. Las calles y la urbanización no pueden borrar eso. Y
seguimos urbanizando sobre los cauces, es una locura". Ayer, otra nota deldiario sábana resaltó que hubo un informe del 2007 que había señalado este
punto: "En 2008 habíamos presentado propuestas. Si hubiéramos tenido el
canal de El Gato ensanchado, el agua se habría retirado más rápido". Sin
embargo, la solución no parece ser tan simple, y otro gran obstáculo parece
imposibilitar el escurrimiento del arroyo entubado.
La auto-pista. Según expresó Antonio Elio Brailovsky (autor
de Buenos Aires, ciudad inundable) a ComAmbiental: "La Plata creció hacia zonas de
menor aptitud urbana, cada vez más bajas, lo que significa áreas de riesgo, que
no fue reconocido en los Códigos de Planeamiento. A esto agregamos la vecindad
de un arroyo, El Gato, cuya zona de desborde tendría que haberse mantenido
libre y por el contrario se ocupó. Y agregamos la escasez de desagües de la Autopista Buenos
Aires-La Plata, que probablemente haya sido la que disparó la mayor cantidad de
muertes. Primero es inusual que en una inundación haya tantas muertes y segundo
que sean por ahogamiento, es decir que no tengan tiempo de huir. Probablemente
el obstáculo haya sido la
Autopista de la que ya se había denunciado que los desagües
eran inadecuados". Entonces, pista uno: El Gato no está libre. El escurrimiento
natural del agua hacia el Río de La
Plata estaría entonces "taponado" por el
"efecto dique" que hace la autopista.
Sin refererirse a este tema puntual, sino en términos
generales, la arquitecta Irene López Simón, especialista en cuencas hidrográficas,
expresó a ComAmbiental: "Las cuencas urbanas se modifican permanentemente.
Eso significa que con las construcciones, las calles, los trazados de
amanzanamiento y las infraestructuras de servicios cambian las divisorias de
aguas, ya sean naturales o no, y también se trasladan los lugares donde se
concentran los escurrimientos. En muchos casos los cursos o drenajes naturales
desaparecieron hace rato. Si bien las aguas tienden a retomar su dirección
original hacia las partes más bajas de las cuencas, también las modificaciones
topográficas alteran y re direccionan los famosos `arroyos naturales´ casi
irreversiblemente" (ver columna completa). Por lo tanto, la hipótesis
anterior se hace plausible.
Más aún, el propio intendente de La Plata , Pablo Bruera, había
dicho a los medios en 2008, cuando recién había asumido, que la inundación de
ese año se agravó por efecto de la autopista, y cargó tintas contra la
concesionaria. En realidad, se hacía eco de las protestas de los vecinos
afectados. El diario Tiempo Argentino también ayer puntualizó "las promesas incumplidas" en estos últimos cuatro años. Tal vez podría
agregarse como antecedente la gestión anterior, quien gobernó la capital de la Provincia de Buenos
Aires por 16 años, desde 1991 hasta 2007. Tal vez no se lo menciona porque se
trata de Julio Alak, actual Ministro de Justicia de la Nación. Y por ello
también seguramente el opositor Clarín sí hace la cuenta larga y señala las
inundaciones en 2002, 2005, 2008 y 2010. Ya desde ese momento insistían con pacificar
al arroyo del Gato. Una acumulación de falta de políticas públicas.
El MalDomado. Tal vez sea obra del destino, pero el Gran La Plata también tiene su
arroyo Maldonado, como la
Capital Federal , que se resiste a desaparecer de la
geografía. Pero podría ser el origen de otro gato encerrado, al sur de La Plata. Es un tema
delicado. Aunque fue desmentido en forma rotunda por las autoridades
provinciales, distintos medios comunitarios difundieron la voz de vecinos que
expresan cómo en barrios de Berisso murieron personas no reconocidas,
incluyendo niños. Desde Radionauta, de la Red Nacional de
Medios Alternativos, sacaron al aire voces de vecinos que sostienen esta
realidad. Por ejemplo, Sonia de Villa El Progreso, quien denunció además que
hasta el viernes no recibieron ayuda (ayer sábado llegó la primera), sino balas
de goma por reclamar algo que no llegaba. Porque están invisibilizados.
Otra muy interesante crónica de la revista Anfibia,
publicación de la
Universidad Nacional San Martín, ya había puesto el tema en
el tapete. Con descripciones de lo sucedido en diversos barrios, los autores
comentan: "El gobernador Daniel Scioli, a través de sus funcionarios,
clausuró en 51 el número de víctimas fatales. Los cadáveres tenían entre 20 y
96 años. Ricardo Casal, el Secretario de Seguridad de la Provincia , dijo que
luego de haber registrado 5.949 casas no hallaron más muertos. Pero el
hermetismo que blindaba ayer la entrada de la morgue, el hecho de que hay
barrios enteros que no recibieron asistencia ni pudieron ser relevados y los
autos que no dejan de entrar y de salir, invitan a desconfiar". La
cuestión ya está en la
Justicia , por intervención del Juez Luis Federico Arias.
En Berisso, el propio intendente Enrique Slezack había reconocido el jueves: "Nos estamos preparando para una hipótesis mucho más
grave como es el desborde del Arroyo Maldonado". Este curso ya había sido motivo de disputa hace diez años con la intendencia de La Plata. Sobre lo
sucedido esta semana que pasó, la agencia Nova describió: "El curso de
agua avanzó con fuerza hacia su desembocadura, un bañado en el partido de
Berisso. Las zonas que atraviesa están densamente pobladas por asentamientos de
la localidad de Villa Elvira. Los márgenes están repletos de casas, de la misma
manera que el arroyo El Gato en el norte de la ciudad". Si la situación
fue similar a la del Gato, ¿podemos respirar aliviados de que no hubo víctimas fatales
en las margenes del Maldonado? Si es así, entonces se reforzaría la hipótesis
del "efecto dique" de la autopista, que no llega hasta el sur de La Plata.
Brailovsky: "El mejor subsidio es la prevención"
"Creo que necesitamos una auditoría sobre las obras de
infraestructura que puedan representar algún riesgo. No tenemos que esperar a
que mueran 50 personas para descubrir que una obra es peligrosa".
"El mejor subsidio es la obra de prevención: los
niveles de conocimiento a esta altura indican que la mayoría de los desastres
pueden prevenirse. Para eso, tiene que haber voluntad política y, como estamos
en una democracia, tiene que haber un reclamo ciudadano. En la medida en que
los que gobiernan son los que nosotros mismos elegimos, ellos harán lo que la
gente les reclame".
"Ninguna obra resuelve el problema que es infinito.
Debería complementarse con medidas pasivas como cambios en los criterios de
edificación y de urbanización, respetando la línea de la ribera según las
crecidas de los ríos en los últimos 100 años en lugar de 5 años como maneja el
mercado inmobiliario".
Eduardo Soler, Gato Encerrado, 07/04/13, ComAmbiental. Consultado 07/04/13.
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