Lo afirmó el climatólogo, meteorólogo y copremiado Nobel de la Paz 2007 Osvaldo Canziani.
Aseguró que, para revertir esta delicada situación, es fundamental modificar
los hábitos de la población mundial.
El cada vez más evidente cambio climático genera
preocupación, debido a que los eventos de la naturaleza, como tornados,
huracanes, inundaciones y sequías, se producen con mayor virulencia dejando de
ser excepcionales para convertirse prácticamente en cotidianos. Para muchos, lo
que sucede por estos días en el mundo es sorprendente, pero para el climatólogo
y meteorólogo Osvaldo Canziani se trata de fenómenos esperables de acuerdo al
comportamiento del hombre a lo largo de lo últimos años.
En diálogo con El Puntal de Río Cuarto, el también copremiado con el Nobel de
la Paz en 2007
junto a Al Gore, analizó el presente global y reclamó que cambien los hábitos
de la población.
“El hombre de hoy está destruyendo su hábitat y la Pachamama está enojada.
El cambio climático es real y hace años lo venimos observando y analizando; los
eventos naturales que hoy parecen extraordinarios tienen algunos antecedentes
que han marcado el inicio de una serie de avisos respecto a la necesidad de que
tomemos decisiones de acción concreta”, describió Canziani.
¿Cómo influye el calentamiento global?
- Bueno, lo que ha pasado con el huracán Sandy en
Norteamérica muestra que el calentamiento terrestre tiene un efecto físico tan
simple como éste: se calienta la tierra, pero también se calienta el mar, ya
que en este último caso los rayos penetran con mayor profundidad, entonces, el
calentamiento llega a niveles asombrosos. Todo esto justifica que haya más
vapor de agua en la atmósfera y, consecuentemente, más precipitaciones. Además,
la situación antes descripta también sirve para justificar la caída de granizo
tipo piedra, incluso en zonas tropicales, como Misiones, donde no es para nada
habitual.
¿Qué es lo que genera este calentamiento?
- Decimos que el cambio climático es real, y esto es así producto
de las acciones humanas, como la quema de combustibles, la emisión de gases y
el uso de la energía eléctrica. Pero también debemos analizar las
precipitaciones que se han dado en lo últimos días y que han causado fuertes
daños, como sucedió en Buenos Aires. El impacto de un evento climático extremo
como éste, depende del grado de vulnerabilidad de quien lo recibe. Por ejemplo,
si hay gente a la vera de un arroyo, ocupando tierras que son propias del
cauce, las lluvias intensas generan fuertes complicaciones y, generalmente,
afectan a los sectores más desprotegidos de la población. Ahora, es fundamental
que esa agua dulce pueda guardarse para épocas de escasez, pero en Argentina se
viene cometiendo una serie de errores que impiden esto.
Los límites del planeta
El climatólogo Osvaldo Canziani aseguró que el planeta
tierra tiene límites y que dichas fronteras responden directamente a la falta
de solidaridad brutal que existe en la sociedad. Sobre este aspecto, el
especialista señaló que la población mundial no puede seguir superándose.
“En climatología hablamos de huellas ecológicas al área de
la tierra, agua y aire que debería tener cada persona del planeta para su
supervivencia. En el mundo actual, con 7 mil millones de habitantes, la huella
ecológica de cualquier individuo equivale a dos canchas de fútbol (dos
hectáreas aproximadamente), pero sucede que, por el alto consumo y la necesidad
de desprenderse de los desechos, hay países (principalmente en los
desarrollados como Estados Unidos) donde cada individuo necesita tener doce
canchas de fútbol. Si estos ejemplos se expanden en cada región del planeta,
vamos a ver una profundización de fenómenos climáticos agresivos y severos. Por
eso es fundamental disminuir el consumo desmedido, porque la tierra nos quedará
chica. A esto se le suma un agravante: los recursos se están agotando, ya hay
problemas con el nitrógeno y se estima que también los habrá con el petróleo.
Según algunos cálculos, se estima que para 2050 la cantidad de petróleo será
apenas el 30 % del que existe por estos días”, explicó Canziani.
Y agregó: “El futuro del planeta depende de que se ajuste el
tamaño de la población, y eso se logra educando a la gente. Uno sabe que en
muchos países de Europa la población crece menos de lo que se necesitaría para
mantener el número de habitantes que existen actualmente, ésa es otra forma de
vida que debiéramos tener en cuenta para evitar que el sobreconsumo sea letal”.
El largo camino a las soluciones
“El panel de cambio climático ha elaborado cientos de
teorías que explican cómo se puede revertir el cambio climático; pero el
problema justamente es ése: todo queda en la teoría y prácticamente nada se
lleva a la práctica. Las grandes poblaciones generan toneladas de elementos
contaminantes y no existe el principio de solidaridad. El hombre hoy juega el
jueguito de la ruleta rusa, y lamentablemente todos sabemos que eso tiene un
fin”, indicó el climatólogo en relación al comportamiento de la sociedad.
¿Cómo se puede iniciar un cambio?
- Debemos bregar para que el desarrollo no sea meramente
monetario; desde los lugares de poder político, pero también económico, hay que
propiciar el crecimiento de soluciones inclusivas; no se debe pensar sólo en el
voto de la gente. Reitero, la ciencia tiene herramientas pero hay que
aplicarlas. Debe haber una ética que permita prever que lo que va a producir
daño no se ejecute más y a la hora de exigir, todos somos responsables.
Fuente:
“El hombre de hoy está destruyendo su hábitat y la Pachamama está enojada”, 02/11/12, El Puntal de Río Cuarto.
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