miércoles, 22 de agosto de 2012

La Justicia condenó la fumigación ilegal


Por primera vez, se sancionó esa actividad cerca de áreas urbanas. Los acusados no irán a la cárcel, pero hubo penas condicionales.

por Francisco Guillermo Panero

Fumigar cerca de poblaciones es un delito que la Justicia castiga. Desde ayer, esta realidad es tangible e inaugura el camino para demostrar que lo que las incipientes normativas nacionales y provinciales prohíben, ya tiene su correlativa condena.

Tras nueve horas de deliberación, los jueces de la Cámara 1ª del Crimen declararon culpables a dos de los acusados por contaminación dolosa en barrio Ituzaingó Anexo en febrero de 2004 y febrero de 2008, y absolvieron al restante. El productor Francisco Rafael Parra recibió tres años de prisión condicional, lo mismo que el piloto aeroaplicador Edgardo Jorge Pancello. En cambio, al otro productor, Jorge Gabrielli, se le confirmó la absolución que habían solicitado los acusadores.

Pero, además, a Parra le aplicaron durante cuatro años una serie de condiciones a cumplir, entre las cuales se destaca la realización de 10 horas semanales de trabajos comunitarios no remunerados en establecimientos públicos de salud. Algo similar le sucederá a Pancello, que debe hacer lo mismo, pero durante tres años y ocho horas semanales. Aparte, a Parra lo inhabilitaron para realizar fumigaciones durante ocho años, mientras que al aviador Pancello se le impuso esa prohibición durante 10 años.

Por el lado de Gabrielli, de la lectura de la parte resolutiva de la sentencia no se deduce si fue absuelto por la duda o por falta de tipicidad en el delito.

La expectativa de prisiones efectivas quedó defraudada, especialmente para las Madres de Ituzaingó, denunciantes de esta causa desde comienzos de la década pasada. No obstante, quienes las acompañaron, organizaciones ambientalistas, sociales y políticas, celebraron el paso adelante que se logra en la Justicia con un fallo inédito en América latina.

De igual modo, el querellante Medardo Ávila Vázquez consideró que la sanción al delito que lleva implícita la fumigación es un hecho trascendente.

Largo proceso. El juicio comenzó a inicios de junio e insumió numerosas audiencias por las que desfilaron gran cantidad de testigos, entre vecinos, damnificados, médicos, peritos y otros profesionales relacionados con la actividad agrícola, agroquímica y aérea.

La controversia no dejó de rozar lo que indica la “causa madre”, que también llegará a juicio con los mismos acusados, aunque por los daños -enfermedades y muertes- que habrían provocado a la población. Para esto, también se sienta un precedente.

Estas actuaciones están a cargo del fiscal de Instrucción Carlos Matheu, quien acompañó en este juicio al fiscal de Cámara Marcelo Novillo Corvalán. También los acusadores se mostraron conformes con la sentencia, teniendo en cuenta que se configura un caso testigo.

El juicio concluyó ayer, luego de nueve horas de deliberación de los vocales Lorenzo Rodríguez (presidente), Mario Capdevila y Susana Cordi Moreno. Tras volver a la sala, el propio titular del tribunal reconoció que hubo una “ardua discusión y deliberación”.

En su tono amable hacia los presentes, como lo hizo durante todo el juicio, Rodríguez recordó que normalmente estos fallos dejan conforme a una mitad y a la otra no, pero pidió que para formular críticas, se aguarden los fundamentos que estarán disponibles el 4 de septiembre.

El propio presidente del jurado leyó el veredicto, en el que se reflejaron algunos tramos por unanimidad y otros por mayoría, lo que habla de los disensos que hubo entre los camaristas.

Al oír las condenas de prisión condicional, Sofía Gatica y otras madres de Ituzaingó se retiraron indignadas y en un mar de lágrimas. Al primer micrófono que le acercaron a una de ellas, respondió a los gritos: “Queremos que nos devuelvan a nuestros hijos”. Consolada por familiares y amigos, la mujer se quejó: “¡Maldita Justicia!”. Gatica aseguró que saldrán a la calle a buscar justicia propia, parando los mosquitos que fumiguen cerca del barrio.

Más allá del estado de ánimo de quienes iniciaron esta lucha y sufrieron la contaminación, quienes acompañaron este proceso expresaron anoche su satisfacción, en especial el querellante Ávila Vázquez.

Lo relevante es que la fumigación con agrotóxicos cerca de áreas urbanas es condenada por la Justicia argentina. Se sienta jurisprudencia y lo que antes era picardía de algunos productores, hoy tiene sanción penal.

Mientras, otras causas se elevan a juicio y la Corte Suprema de Buenos Aires ordenó parar una fumigación en Alberti. Lo que hace unos años comenzó a sembrarse en Ituzaingó, hoy ya está germinando.

¿Debate nacional?

Pedido. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, participó como público en la sala de audiencias en Tribunales II de la ciudad de Córdoba. Allí señaló que son necesarios la “discusión y el debate social” de estos temas, más allá de las sanciones que se puedan aplicar a quienes afecten la salud pública. También consideró que “siempre hay que mejorar las condiciones normativas para regular la actividad”.

Distinción. En abril de 2012, Sofía Gatica, una de las madres de Ituzaingó, obtuvo el Premio Ambiental Goldman por su lucha en el barrio. Se trata del galardón más importante para líderes ambientales del mundo. Se entrega uno por continente.

Una larga espera que terminó en dolor y bronca

por Patricia Cravero

Organizaciones y manifestantes esperaron afuera de Tribunales II desde temprano. Las Madres de Ituzaingó repudiaron la decisión de la Justicia.

Hubo olla popular, un avioncito fumigador de cartón, un altar improvisado para la Pachamama, algunas máscaras antigas y dibujos en el asfalto. Algunos manifestaron estuvieron ahí desde la noche anterior, otros llegaron con el sol de la siesta. Cuando el cuarto intermedio del tribunal ya llevaba cuatro horas, cerca de 200 personas esperaban en Artigas y Fructuoso Rivera, sabiendo que era mejor armarse de paciencia. La sentencia podía llegar tarde.

Quien no podía ocultar sus nervios era Marta Ades, una de las madres de Ituzaingó. “Hay miedo. Estas son cosas que duelen. Hace 15 años que dejé mi casa en el barrio”, decía con los ojos llenos de lágrimas.

Frente al vallado de Tribunales, los jóvenes fueron mayoría. Algunos intentaron amenizar la espera con música y baile. También hubo lugar para el teatro. Algunas personas vestidas de fumigadores aparecieron para “castigar” los campos con agroquímicos, mientras un hombre disfrazado de soldado sostenía un cartel con la frase “En pie de guerra por la vida”.

Antes de conocerse la sentencia, Marcos Tomasoni, del Colectivo Paren de Fumigar, intentó resaltar la importancia de haber llegado a la instancia de juicio, más allá de la decisión de los jueces. “Hemos dado un paso importante en demostrar la penalidad de la contaminación en base a agroquímicos. Esto quedará como antecedente”, dijo.

Pasadas las 15, la presencia policial se acentúo, y entonces se hizo más notorio el temor de las organizaciones a una sentencia adversa a sus expectativas.

Cautela y dolor. Cuando comenzó a sentirse la cercanía de la resolución, los manifestantes hicieron una ronda y cantaron el Himno. Luego, el silencio fue total. Tras escucharse las condenas de dos de los acusados, estallaron los aplausos. Algunos, sin embargo, eligieron la cautela y recibieron el veredicto con más dudas que certezas. "Era lo mínimo que podía suceder", sostuvo Graciela Albarenque, directora de Teatro.

La salida de las madres de Ituzaingó de la sala de audiencias acalló todos los cánticos. “Tenía confianza de que iba a salir algo positivo pero no. ¿Cómo le explico a mi hija? Es ella la que sufrió”, decía Norma Herrera, sin poder contener el llanto.

Sofía Gatica, referente de la lucha en Ituzaingó, también expresó su dolor y la bronca:  “Queríamos que vayan presos, no que queden libres. No van a reparar el daño que han hecho. A ninguno de nuestros vecinos le van a devolver la salud”.

La noche siguió con los manifestantes afuera de Tribunales acompañando el dolor de las madres. Lo hicieron entonando cánticos contra Monsanto,levantando distintas banderas a favor del ambiente y tratando de rescatar lo positivo que dejó el juicio. "Esto es sólo la punta del iceberg", sostuvo Adriana del Pino, de Córdoba Ciudad Despierta.

Nada será lo mismo

por Edgardo Litvinoff

Puede que las Madres de Ituzaingó, ahogadas en el dolor de haber padecido años de enfermedades o muertes cercanas, no puedan dimensionar el logro alcanzado ayer con las condenas por contaminación a un productor agropecuario y a un aeroaplicador.

Pero una vez que decante la emoción por el largo proceso que soportaron, entenderán la magnitud de lo ocurrido: nada fue lo mismo desde que ellas denunciaron los problemas del barrio, hace 10 años, y nada será lo mismo tras el precedente sentado ayer en los tribunales de Córdoba.

Antes del fallo, los logros ya habían sido importantes. A partir de las denuncias, hubo que llevar agua potable al barrio, alejar los sembradíos de la zona urbana, retirar el PCB de los transformadores de energía y atender a los enfermos. Se atrajo la atención de las autoridades municipales, provinciales y hasta de la Presidenta, que lo convirtió en un caso emblema en el cenit de su pelea con el campo.

A partir de este caso, se hicieron ordenanzas que favorecieron a todos los barrios y hasta una ley provincial de agroquímicos para restringir fumigaciones cerca de áreas urbanas. Otras ciudades del país imitaron las restricciones. Afloró el debate por los probables efectos de las fumigaciones en la salud.

Después del fallo de ayer, nadie más podrá fumigar con displicencia sin saber que puede cometer un delito penal tipificado.

Resta saber qué lectura harán las autoridades nacionales sobre los abusos en el modelo sojero que financia las arcas de su política.


Puntos de vista tras el juicio por las fumigaciones en Ituzaingó Anexo

Marcos Tomasoni, Paren de Fumigar: “El juicio generó mucha adhesión y participación. Dimos un paso más en demostrar la penalidad de la contaminación en base a agroquímicos. Esto fue una bisagra”.

Juan D’Addario, estudiante de Agronomía: “Esto sienta precedente. Pone en cuestión el modelo productivo, porque no es sólo una mala aplicación de agroquímicos. Hay otra forma de producir más sustentable”.

Graciela Albarenque, directora de Teatro: “Era lo mínimo que podía suceder. Esto es importante porque sienta precedente. La contaminación nos está matando a todos. Vamos a seguir luchando y no vamos a bajar los brazos”.

Jorge Terrone, psicólogo: “Haber llegado al juicio es sumamente positivo más allá de la condena. Hoy no se definió el partido. La gente se está dando cuenta de que somos víctimas de un genocidio silencioso”.

Carolina Cabrera, madre de Ituzaingó: “Esperábamos una condena efectiva. Es una burla que les hayan dado tareas comunitarias. Seguimos luchando por nuestros hijos enfermos y por los que no están”.

Sofía Gatica, madre de Ituzaingó: “Queríamos que vayan presos; no van a reparar el daño que han hecho. Hemos tenido que luchar 12 años. Vamos a seguir peleando en la calle”.

Carlos Hairabedian, abogado de Gabrielli: “Hay que esperar los fundamentos para saber si nuestro defendido fue absuelto por la duda o por falta de tipicidad, como solicitamos”.

Medardo Ávila VÁzquez, querellante: “Ahora, la gente no va a hacer una denuncia en la Municipalidad, la hará en una fiscalía. Sienta jurisprudencia y dice que este delito tiene sanciones”.

Juan Manuel Aráoz, abogado de Parra: “No estoy satisfecho. Tuvieron que concluir que había tipicidad. La confusión parte de que el plaguicida es residuo peligroso. Eso se dirimirá en el TSJ”.

Un juicio que captó la atención internacional

El proceso fue seguido en el país y el mundo por ser pionero en acusar de contaminación a productores.

La cadena de noticias árabe Al Jazeera envió a su corresponsal de Argentina a realizar un informe al barrio. “Los activistas argentinos están a la espera de un fallo importante en el uso de agroquímicos en la soja”, dice la presentación de video en su sitio web. Destaca que “el país es el tercer exportador de soja y su economía es altamente dependiente de ella”.

La cadena inglesa BBC también siguió bastante de cerca el juicio. En una de sus últimas notas refleja la historia de una vecina, Susana Márquez, quien sufrió 17 abortos. La mujer asocia estos casos a las fumigaciones, dice la BBC.

La agencia española de noticias EFE publicó una nota con la sentencia, que fue recogido por varios medios de habla hispana.

La Cámara Primera del Crimen de la central ciudad de Córdoba sentenció a tres años de prisión de ejecución condicional al productor rural Francisco Rafael Parra, a quien condenó además a hacer trabajos comunitarios durante cuatro años y le prohibió utilizar durante ocho años productos agroquímicos”, comienza el cable.

La versión en español de la agencia italiana Ansa también informó sobre el fin del juicio.

“Un productor rural de la provincia de Córdoba y un piloto aeroaplicador fueron condenados hoy a tres años de prisión condicional por contaminar a una población con sus fumigaciones ilegales de agroquímicos, en el primer juicio por este tipo de delito ambiental que se realiza en el país”, decía ayer el cable.

Por su parte, los sitios web de los diarios argentinos también informaron sobre la previa y el posterior resultado del juicio.


Fuentes:
La Justicia condenó la fumigación ilegal, 22/08/12, La Voz del Interior.
Una larga espera que terminó en dolor y bronca, 22/08/12, La Voz del Interior.
Nada será lo mismo, 22/08/12, La Voz del Interior.
Puntos de vista tras el juicio por las fumigaciones enItuzaingó Anexo, 22/08/12, La Voz del Interior.
Un juicio que captó la atención internacional, 22/08/12, La Voz del Interior.

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