Especialistas en agro, forestación y clima coincidieron en que es por la explotación agrícola sin cuidado por las consecuencias ambientales. La ruta 36 estuvo cortada en dos tramos por falta de visibilidad.
El monocultivo de soja no deja de mostrar sus aristas negativas. Recientemente, una tormenta de tierra obligó a cortar la ruta 36 en dos tramos, y los especialistas coinciden en que es una consecuencia de la explotación descontrolada del suelo. En el afán de ahorrar dinero, muchos productores no reparan en los daños al ambiente.
Especialistas en agro, forestación y meteorología coinciden en que la explotación desmedida asociada a la sojización degrada fuertemente la calidad del suelo. Para ellos, esto quedó en evidencia con los vientos del miércoles, que desataron un vendaval de tierra. Por eso, se tuvo que cortar la ruta 36 cerca de Coronel Baigorria y en Alcira Gigena.
Para la ingeniera forestal Natalia De Luca, el mecanismo es claro; lo resume de la siguiente manera: “Si el suelo está desprotegido, si no hay vegetación, se vuela”.
De Luca explicó que la resistencia del suelo a la erosión es mayor si está cubierto de vegetación, si contiene arcilla o materia orgánica, y si tiene un buen nivel de humedad.
En este sentido, puntualizó que Córdoba se caracteriza por tener suelos limosos, arenosos, y señaló que eso es un problema. “Nuestro suelo tiene muy poca cantidad de materia orgánica y de arcilla, poca humedad y poca cohesión”, indicó.
Efecto de la deforestación
En contraste, la ingeniera forestal apuntó que este problema no se ve -o casi no tiene impacto- en otras provincias. “En Buenos Aires, por ejemplo, existen suelos más arcillosos y mejores perfiles de humedad, y por eso no se producen voladuras”.
Pero, más allá de esto, De Luca sostuvo que el nudo del problema es la deforestación. En este sentido -dijo- la vegetación jugaba un papel clave contra la erosión. “Hay que remitirse a nuestro paisaje original, que era de monte hasta principios del siglo pasado. Al desaparecer la vegetación, el suelo queda desprotegido y suceden estas cosas”, explicó.
En ese diagnóstico coincidió el titular del Inta, José Marcelino, para quien la voladura de suelos se produjo porque en los campos “prácticamente no hay cobertura de verdeo, de trigo ni hay nada sembrado”.
Además, señaló: “El monocultivo de soja es cada vez mayor, y eso deja el suelo descubierto”. En este sentido, precisó que el maní y la soja favorecen la erosión.
Dentro de este contexto, Marcelino sostuvo que mucho tienen que ver las variables económicas y climáticas que afectaron a los productores. “El que alquila no quiere gastar ni un peso más de lo necesario, no le importa el medio ambiente, sólo le importa ganar”, señaló.
Por otra parte, explicó que, como el invierno fue muy seco y se prevé que seguirá, “el productor no quiere gastar en trigo para después sembrar soja”.
Una práctica que se recomienda es sembrar trigo o gramíneas, durante el invierno.
“Los productores chicos perdieron y por eso no quieren gastar un peso. Ni siquiera se hicieron los barbechos para que los yuyos no consuman el agua. Esto pone en riesgo la próxima cosecha”, apuntó Marcelino.
“No fue un fenómeno extraño”
Por su parte, el agrometeorólogo Roberto Seiler explicó que el viento del miércoles no es ningún fenómeno extraño. Sin embargo, dijo que el problema radica en el suelo.
“No fue ningún fenómeno fuera de lo común. Lo que pasa es que el suelo de los campos está descubierto y muy expuesto al viento”, indicó el especialista. En este sentido, recordó que ya el año pasado hubo cortes en las rutas 158 y 11 por la voladura de suelo.
Por otra parte, explicó: “En esta zona tenemos una capa superficial muy seca, no como en otros lugares. Aquí no llovió casi nada durante el invierno”.
En rigor, Seiler sostuvo que la tormenta de tierra del miércoles se debió a una combinación de factores. Entre ellos, mencionó que la mayoría de los campos no tienen vegetación -sólo rastrojos-, el piso está seco, y los suelos de esta zona se caracterizan por ser volátiles.
Alternativas
En otro orden de cosas, Seiler sostuvo que la situación no sería la misma si no hubiera tanto cultivo de soja y se hubiera privilegiado el maíz o el trigo. “Si hubiera más rastrojos de maíz se frenaría más este proceso, porque retiene más el suelo. La soja deja el suelo sin rastrojos, más plano y más favorable a la voladura”, explicó.
“Podría haber pasturas invernales o trigo, pero las perspectivas para este último no eran alenadoras”, indicó.
Fuente:
Advierten que la tormenta de tierra se produjo por efecto de la sojización, 10/08/12, El Puntal de Río Cuarto.
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