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La Primera Argentina, el horno histórico. Este es un hito desde el que se puede comenzar a rastrear la historia escrita en obras por Bialet Massé (Bibiana Fulchieri). |
Así se trabaja para recuperar la historia y la obra de este
inmigrante catalán de múltiples habilidades y saberes.
por Bibiana Fulchieri
Hace años se decía que el mismísimo ingeniero Gustave Eiffel
expresó en 1889: “Mi torre y el dique San Roque son las obras más importantes
del mundo en este momento, pero mi torre no es productiva y el dique sí”.
La referencia (citada en Juan Bialet Massé, vida y obra, de
Norberto Huber, Alción Editora) alude al entonces embalse mayor y primer
monumento subacuático de Argentina; obsesión, ruina económica y gloria de Juan
Bialet Massé, inmigrante catalán arribado a la Argentina en 1873.
Bialet Massé había sido condecorado por la Cruz Roja por sus
valores humanos en virtud de su actuación como médico en el campo de batalla en
el norte de África. Ya en Argentina, se recibió de abogado en la Universidad Nacional
de Córdoba y fue designado doctor Honoris Causa en 1885. Fue presidente del
Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba y precursor del derecho laboral
argentino gracias a su monumental Informe sobre el estado de las clases obreras
argentinas.
Además, fue agrónomo y empresario, fundador en 1884 de “La Primera Argentina ”,
fábrica de cales hidráulicas con las que se construyó el antiguo dique San
Roque, los 260
kilómetros de canales, el dique derivador Mal Paso y
acueducto Saldán del Sistema de Riego de los Altos de la Ciudad de Córdoba, entre
otras emblemáticas obras, como el edificio del Banco de la Provincia de Córdoba y
el entonces Teatro Rivera Indarte.
“Esto es un diamante en bruto”, explica entusiasmado
Norberto Huber, director de Patrimonio Histórico e Identitario Local de la Municipalidad de
Bialet Massé, mientras nos internamos por el túnel centenario que comunicaba el
horno de cal de la ruta 38 con el galpón para su hidraulización; los primeros
sitios que darán inicio a una travesía singular por otra veintena que incluye
hornos, murallones, la bocatoma, acequias, acueductos, canales, molinos de
viento, diques y demás complementos que hacían virtuoso un sistema hidráulico
con fines industriales, agropecuarios y poblacionales.
“Sin el dique San Roque la Córdoba de la inmigración
no existiría -asegura Huber-, tampoco la Córdoba industrial. Y sin ellas habría estado muy
acotada, con nulo crecimiento”.
A partir del horno histórico se puede rastrear el
versatilidad de Bialet Massé, sus múltiples habilidades. “Mediante un recorrido
se brindará a los visitantes información sobre el complejo sistema integrado de
producción, pero sin dudas el rescate de estos sitios históricos beneficiará al
turismo educativo, ya que aportará conocimientos a áreas curriculares como
física, matemáticas, biología, química, sociales, historia”, indica el
funcionario y estudioso de la obra de Bialet Massé.
Hace falta un gran trabajo de puesta en valor y la
instalación de una sala de interpretación desde la que se puedan exponer
didácticamente los temas de nuestros bienes patrimoniales regionales. “Esto
incluye la biografía de Bialet Massé, el dique San Roque, las obras
hidroeléctricas, la cal, el movimiento obrero. Durante 2012 se iniciará la
instalación de una sala audiovisual, exponiendo más adecuadamente el abundante
material ya existente, que incluye filmes, videos y propuestas pedagógicas”,
indica Huber.
Travesía de calicanto. En 1995, el Gobierno provincial
subsidió la compra de la sede del Museo Municipal, antigua residencia de Juan
Bialet Laprida, comenzando un proceso de recuperación efectiva de su
patrimonio. Hacia 1997, luego de que el museo hubiera realizado varias acciones
de rescate histórico comunitario, se instalaron sus salas.
En 1999 se formaliza y expone públicamente el proyecto de
Circuito Peatonal Turístico-Histórico. Desde entonces, el museo comenzó un
proceso de recuperación patrimonial arqueológica permanente, aunque sin lograr
avanzar con la velocidad deseada, fundamentalmente por la escasez de recursos.
En el año 2008, el horno La Primera Argentina
fue declarado Monumento Histórico Nacional, y en 2011 se lo designa, junto con
15 de los 24 sitios históricos, como Lugar Histórico Provincial, “declarándose
al antiguo paredón del dique San Roque monumento histórico provincial”.
Actualmente, los sitios están convenientemente señalizados
en sus lugares más destacados con carteles descriptivos interconectados
gráficamente con todos los otros del circuito, cuya extensión es de entre dos y
seis kilómetros.
El comienzo de la travesía es el horno “La Primera Argentina ”,
a la vera izquierda de la ruta 38, cuya cámara de combustión está revestida en
esteatita para alcanzar grandes temperaturas. Allí, Bialet Massé fundía las
piedras que obtenía de sus propios terrenos aledaños denominados “Mogote
Blanco”.
La cal quemada en el horno era transportada por un túnel
debajo de la ruta para llegar a los galpones para hidraulización, donde se
depositaba en bateas. Allí, por vaporización de agua, se generaba un polvillo
que resultaba ser la base de la cal hidráulica adecuada para obras que
soportan humedad. En 1885 la fábrica entregó 263 toneladas de cal medianamente
hidráulica y 590 eminentemente hidráulica. El sistema se completaba con rampas
para cargado y otros hornos a cielo abierto.
A un kilómetro del lugar se suman otros subsistemas
hidráulicos, como el murallón con su boca toma sobre el río Cosquín, canales de
riego, acueducto sobre el arroyo Seco, dique sobre el arroyo Suncho Huayco,
alcantarillas, etc. En las inmediaciones esta la casa del hijo de Bialet Massé,
Juan Bialet Laprida, hoy sede del Museo, sitio de interpretación, preservación
de objetos únicos y documentos que testimonian vida, obra y época de un hombre
excepcional.
Fuente:
La Voz del Interior, 06/05/12, Tras las huellas de Bialet Massé, por Bibiana Fulchieri.
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