domingo, 6 de mayo de 2012

Tras las huellas de Bialet Massé

La Primera Argentina, el horno histórico. Este es un hito desde el que se puede comenzar a rastrear la historia escrita en obras por Bialet Massé (Bibiana Fulchieri).

Así se trabaja para recuperar la historia y la obra de este inmigrante catalán de múltiples habilidades y saberes.

por Bibiana Fulchieri

Hace años se decía que el mismísimo ingeniero Gustave Eiffel expresó en 1889: “Mi torre y el dique San Roque son las obras más importantes del mundo en este momento, pero mi torre no es productiva y el dique sí”.

La referencia (citada en Juan Bialet Massé, vida y obra, de Norberto Huber, Alción Editora) alude al entonces embalse mayor y primer monumento subacuático de Argentina; obsesión, ruina económica y gloria de Juan Bialet Massé, inmigrante catalán arribado a la Argentina en 1873.

Bialet Massé había sido condeco­rado por la Cruz Roja por sus valores humanos en virtud de su actuación como médico en el campo de batalla en el norte de África. Ya en Argentina, se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba y fue designado doctor Honoris Causa en 1885. Fue presidente del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba y precursor del derecho laboral argentino gracias a su monumental Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas.

Además, fue agrónomo y empresario, fundador en 1884 de “La Primera Argentina”, fábrica de cales hidráu­licas con las que se construyó el antiguo dique San Roque, los 260 kilómetros de canales, el dique derivador Mal Paso y acueducto Saldán del Sistema de Riego de los Altos de la Ciudad de Córdoba, entre otras emblemáticas obras, como el edificio del Banco de la Provincia de Córdoba y el entonces Teatro Rivera Indarte.

“Esto es un diamante en bruto”, explica entusiasmado Norberto Huber, director de Patrimonio Histórico e Identitario Local de la Municipalidad de Bialet Massé, mientras nos internamos por el túnel centenario que comunicaba el horno de cal de la ruta 38 con el galpón para su hidraulización; los primeros sitios que darán inicio a una travesía singular por otra veintena que incluye hornos, murallones, la bocatoma, acequias, acueductos, canales, molinos de viento, diques y demás complementos que hacían virtuoso un sistema hidráulico con fines industriales, agropecuarios y poblacionales.

“Sin el dique San Roque la Córdoba de la inmigración no existiría -asegura Huber-, tampoco la Córdoba industrial. Y sin ellas habría estado muy acotada, con nulo crecimiento”.

A partir del horno histórico se puede rastrear el versatilidad de Bialet Massé, sus múltiples habilidades. “Mediante un recorrido se brindará a los visitantes información sobre el complejo sistema integrado de producción, pero sin dudas el rescate de estos sitios históricos beneficiará al turismo educativo, ya que aportará conocimientos a áreas curriculares como física, matemáticas, biología, química, sociales, historia”, indica el funcionario y estudioso de la obra de Bialet Massé.

Hace falta un gran trabajo de puesta en valor y la instalación de una sala de interpretación desde la que se puedan exponer didácticamente los temas de nuestros bienes patrimoniales regionales. “Esto incluye la biografía de Bialet Massé, el dique San Roque, las obras hidroeléctricas, la cal, el movimiento obrero. Durante 2012 se iniciará la instalación de una sala audiovisual, exponiendo más adecuadamente el abundante material ya existente, que incluye filmes, videos y propuestas pedagógicas”, indica Huber.

Travesía de calicanto. En 1995, el Gobierno provincial subsidió la compra de la sede del Museo Municipal, antigua residencia de Juan Bialet Laprida, comenzando un proceso de recuperación efectiva de su patrimonio. Hacia 1997, luego de que el museo hubiera realizado varias acciones de rescate histórico comunitario, se instalaron sus salas.

En 1999 se formaliza y expone públicamente el proyecto de Circuito Peatonal Turístico-Histórico. Desde entonces, el museo comenzó un proceso de recuperación patrimonial arqueológica permanente, aunque sin lograr avanzar con la velocidad deseada, fundamentalmente por la escasez de recursos.

En el año 2008, el horno La Primera Argentina fue declarado Monumento Histórico Nacional, y en 2011 se lo designa, junto con 15 de los 24 sitios históricos, como Lugar Histórico Provincial, “declarándose al antiguo paredón del dique San Roque monumento histórico provincial”.

Actualmente, los sitios están con­venientemente señalizados en sus lugares más destacados con carteles descriptivos interconectados gráficamente con todos los otros del circuito, cuya extensión es de entre dos y seis kilómetros.

El comienzo de la travesía es el horno “La Primera Argentina”, a la ve­ra izquierda de la ruta 38, cuya cámara de combustión está revestida en es­teatita para alcanzar grandes tem­peraturas. Allí, Bialet Massé fundía las piedras que obtenía de sus propios terrenos aledaños denominados “Mogote Blanco”.

La cal quemada en el horno era transportada por un túnel debajo de la ruta para llegar a los galpones para hidraulización, donde se depositaba en bateas. Allí, por vaporización de agua, se generaba un polvillo que resultaba ser la base de la cal hidráulica ade­cuada para obras que soportan humedad. En 1885 la fábrica entregó 263 toneladas de cal medianamente hi­dráulica y 590 eminentemente hidráulica. El sistema se completaba con rampas para cargado y otros hornos a cielo abierto.

A un kilómetro del lugar se suman otros subsistemas hidráulicos, como el murallón con su boca toma sobre el río Cosquín, canales de riego, acue­ducto sobre el arroyo Seco, dique sobre el arroyo Suncho Huayco, alcantarillas, etc. En las inmediaciones esta la casa del hijo de Bialet Massé, Juan Bialet Laprida, hoy sede del Museo, sitio de interpretación, preservación de objetos únicos y documentos que testi­monian vida, obra y época de un hombre excepcional.

Fuente:
La Voz del Interior, 06/05/12, Tras las huellas de Bialet Massépor Bibiana Fulchieri.

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