La presidenta de Brasil Dilma Rousseff analiza vetar
parcialmente el código forestal por su potencial impacto devastador en la Amazonía y otras áreas
verdes del país.
Bajo creciente presión popular antes de la cumbre del
desarrollo sustentable Rio+20, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff analiza
vetar parcialmente el código forestal por su potencial impacto devastador en la Amazonía y otras áreas
verdes, indicaron fuentes de gobierno.
La presidenta está "estudiando" un eventual veto
en dos puntos de la reforma: una para "impedir una amnistía a los que
deforestaron" y otra sobre "la reducción" de la vegetación en
los márgenes de los rios, dijo una fuente del gobierno.
El Congreso, dominado por un poderoso loby agropecuario,
aprobó a finales de abril una reforma del código forestal que los ecologistas
aseguran incentiva la deforestación y amnistía a quienes deforestaron.
Esa ley, destinada a llevar reglas claras para la agricultura y el medio ambiente, pone límites al área de bosques que tienen que conservar los poductores rurales en sus tierras, que llega a 80 % enla Amazonía y 35 % en las
sabanas centrales, un hecho considerado clave en un país que acoge 5 millones
de km² de bosques (buena parte en manos privadas), y es a la vez potencia
agropecuaria.
Esa ley, destinada a llevar reglas claras para la agricultura y el medio ambiente, pone límites al área de bosques que tienen que conservar los poductores rurales en sus tierras, que llega a 80 % en
El cronómetro está en cuenta regresiva. El Congreso no ha
enviado la ley reformada al gobierno, pero una vez lo haga, la presidenta
tendrá 15 dias para decidir su aprobación o su veto parcial o total.
Una decisión previa a la cumbre Río +20
Esa decisión se produciría seguramente a las puertas de la
conferecia de la ONU Rio +20,
que del 20 al 22 de junio convocará en Rio de Janeiro a gobernantes de todo el
mundo para debatir los rumbos de la sustentabilidad del planeta y donde el
punto de vista de una potencia de bosques como Brasil es considerada clave.
Este lunes, Rousseff debía reunirse con la poderosa
presidenta de la
Confederación Nacional de la Agricultura (CNA), Katia
Abreu, la entidad que ha defiendido la necesidad de la reforma para esclarecer
las reglas y adaptar el país a los cambios sufridos por la agropecuaria en las
últimas décadas.
Mientras, un movimiento popular con la consigna "VETA
DILMA" o "VÉTALO TODO DILMA", ha irrumpido con gran fuerza en
las redes sociales.
Ambientalistas y ciudadanos han recurrido a héroes y
simpáticos personajes para pedir el veto: un Spock de la serie Star Treck con
los dedos de la mano separados en forma de V de "Veto" o un imaginario
super héroe verde "Capitán Planeta"
Un montaje de Rousseff en el cuerpo del muñeco cowboy de
'Toystory' servía de convocatoria a manifestaciones este fin de semana,
organizadas en parte por un movimiento agrupado en el Comité de Defensa de las
Selvas, que considera a la reforma como "el mayor retroceso en la
legislación ambiental de la historia del país".
Ese movimiento es apoyado por artistas, famosos y la ex
candidata presidencial verde Marina Silva.
"VETALO TODO DILMA" es la nueva consigna del movimiento
que el gobierno no acepta, porque un veto total "colocaría en la
ilegalidad" producciones tradicionales, señaló la fuente responsable del
Ejecutivo bajo anonimato.
"La intención del gobierno es dar seguridad jurídica a
la agricultura y asegurar la preservación futura" de los bosques del país,
explicó.
La ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti,
adelantó en abril -cuando la reforma fue aprobada- que creía en la
"posibilidad" de un veto parcial a cuestiones que signifiquen
amnistía para los deforestadores, ya que ese fue el compromiso de Rousseff en
la campaña presidencial. También el secretario de la Presidencia , Gilberto
Carvalho, anunció que Rousseff "analizará con mucha serenidad" esa
posibilidad.
Aun así, el eventual veto parcial del gobierno implica una
contrapropuesta que probablemente tendrá que pasar por un Congreso dominado por
el loby agropecuario.
La reforma enfrenta dos caras de Brasil: la del gigante
agropecuario con exportaciones récord y cuyos cultivos ocupan el 27,7 % del
territorio y necesitan de unas reglas claras que definan donde plantar, y la
potencia ambiental con 60 % de bosques.
Fuente:
Observador Global.com, 06/05/12, Brasil: Rousseff analiza vetar parcialmente la ley forestal.
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